El aeropuerto de Vigo está de aniversario. El sueño aéreo impulsado con el esfuerzo y el sudor de los vigueses en la década de los años 30 sopla hoy 67 velas. Será exactamente al filo de las doce del mediodía, momento en el que el primer avión comercial tomó tierra en Peinador el 25 de abril de 1954: un Iberia procedente de Madrid con 22 viajeros a bordo. Fue el día grande de una larga historia de orgullo, turbulencias y altos vuelos que sigue escribiéndose en la actualidad.
La apertura de Peinador a la aviación comercial fue un hito para la ciudad. Las entre 24 y 30 horas que se necesitaban para llegar a Madrid en tren o en coche quedaban reducidas a menos de dos. Eso sí, los billetes low cost eran impensables. Pocos se podían permitir el pago de las casi 1.000 pesetas que costaban los primeros billetes. En 1954 era todavía un aeropuerto muy rudimentario. Su pista apenas tenía 1.500 metros (ahora llega a los 2.400) y su terminal, en forma de V, era poco más que una caseta.
Años 30: trabajos forzosos
El levantamiento del aeropuerto en Peinador fue fruto de la casualidad. A finales de 1920 el Gobierno tenía previsto construir un aeropuerto en las Gándaras de Budiño (O Porriño). Pero el proyecto no terminó de arrancar. En 1936, con el estallido de la Guerra Civil, se quiso relanzar. El geógrafo Francisco Senac acudió a la zona. Querían habilitar una pista de despegue para unos aviones caza que iban a llegar en barco a Vigo. Pero todo estaba inundado.
La alternativa la fueron a buscar a Valladares. De camino, vecinos de Mos se ofrecieron a mostrarles los terrenos de Peinador. José Lorenzo Taibo, que tenía una casa de comidas, les entregó incluso un rudimentario boceto que le había hecho Jenaro de la Fuente. Los técnicos validaron aquella propuesta que acabaría dando lugar a la construcción del aeropuerto de Vigo en la ubicación actual.
Pero la obra no logró terminarse a tiempo para la llegada de los caza, que tuvieron que llevarse por carretera a León. El Ayuntamiento de Vigo no quiso que se muriera el proyecto y continuó por su cuenta con el apoyo de empresas locales. La autoridad militar estableció en 1936 el trabajo obligatorio dos días al mes para los hombres de entre 20 y 50 años. El pago de 12 pesetas eximía de esta labor. También se lanzó una campaña pro aeropuerto de recaudación de fondos.
La inauguración de Lavacolla en 1937 frenó la obra del aeródromo vigués
Pero el esfuerzo de los vigueses no tuvo recompensa inmediata. A finales de 1937 se abría un vuelo Sevilla-Salamanca-Valladolid-Santiago y la obra de Peinador quedó en un segundo plano. Se eliminó la prestación de trabajo personal y las obras se pararon.
Años 40: resucita el proyecto
El empeño de Vigo por hacer realidad el sueño aéreo permitió relanzar las obras en 1946. El ministro del Aire, Eduardo González-Gallarza, aceptó apoyarlo si la corporación local adquiría los terrenos. Y así fue. Aunque de forma lenta, ocho años después, el 20 de abril de 1954, se abrió por fin Peinador al tráfico aéreo civil . Cinco días después se inauguró oficialmente.
El gran día: 25 de abril de 1954
Aunque fue un avión de Iberia pilotado por vigueses el que estrenó Peinador, la aerolínea Aviaco se convertiría luego en la principal protagonista en los siguientes años. En el verano de 1955 entró de forma regular en la ruta a Madrid permitiendo que el aeropuerto tuviera por primera vez un avión diario a la capital sumando los de ambas compañías.
Iberia suprimió su ruta en 1958. Ese mismo año Aviaco lanzó un peculiar enlace con un avión Bristol que fue apodada como El Transiberiano: Vigo-Oviedo-Bilbao-Zaragoza-Barcelona. Entre escala y escala tardaba casi 6 horas de punto a punto.
Pero 1958 también fue un mal año. Trágico. El 4 de diciembre se perdió una nave de Aviaco que hacía la ruta Vigo-Madrid con 16 pasajeros y 5 tripulantes a bordo. No apareció hasta dos días después. Se habían estrellado en la Sierra del Guadarrama. Fallecieron todos.
Años 60: vuelos regulares
En el año 59 Aviaco suspendió temporalmente sus rutas y en el 60 volvió a cubrir la conexión con Barajas con un avión Convair Metropolitan. En esa década se llevaron a cabo las primeras mejoras del primitivo edificio terminal así como de los acceso al aeropuerto. Se pasó de 6.260 pasajeros y 225 aeronaves en 1960 a 25.299 y 1.296 respectivamente en 1970. Oficialmente su nombre pasó de Aeropuerto de Peinador a Aeropuerto de Vigo en septiembre de 1965.
Años 70: nueva torre y terminal
En los años 70 Aviaco comienza a utilizar los populares Fokker F27 de 44 plazas que empleaban ya solo 90 minutos entre Vigo y Madrid. Fue la década en la que se levantó en la ubicación actual la torre de control y la terminal. La primera, en 1973. Un año después, el edificio de pasajeros. En su construcción se invirtieron 23 millones de pesetas. Ese primer inmueble, de una sola planta, presumía de 120 metros de longitud y 45 de ancho, estaba dotado de cafetería, una amplia cristalera hacia el Este o seis mostradores de facturación, entre otros servicios. La pista se alargó hasta los 2.200 metros.
Años 80: llegan los reactores
A principios de los 80 se acumulan varios hitos. La ampliación de la pista supuso un revulsivo para el aeropuerto, ya que permitió el aterrizaje de los aviones reactores, mucho más rápidos. Fue en 1981 cuando tomó tierra uno de los primeros de Aviaco. Fue el "Castillo de Sotomayor", el 1 de abril, que se bautizó en Vigo con una copa de vino durante un acto oficial. Esta aeronave redujo a solo 55 minutos la duración del viaje a Barajas.
En noviembre de ese año aterrizó además el primer vuelo internacional procedente de Suiza y que traía a un grupo de trabajadores temporeros gallegos.
Años 90: ampliación, París y un milagro
En la década de los años 90 se realiza la primera ampliación de la terminal, que pasa a tener dos pisos y 8.000 metros cuadrados. La pista se lleva hasta los 2.400 actuales. Además de Aviaco e Iberia, comienzan a verse con más frecuencia en Peinador otras aerolíneas -muchas con vuelos chárter o estacionales- como Air Europa, Spanair o Air Nostrum. Esta última, por ejemplo, inauguró en 1996 la ruta a Bilbao que sigue activa a día de hoy (actualmente está suspendida por el coronavirus).
En 1993 Aviaco estrena el primer vuelo internacional regular a París (Orly). Operaba de lunes a viernes y hacía una escala técnica en Valladolid. Peinador llegó hasta los 620.000 pasajeros anuales en 1999.
Fue también la década en la que ocurrió el peor accidente aéreo registrado en el aeropuerto vigués. Por fortuna quedó en un susto. Un avión procedente de Madrid se incendió al tomar tierra. Pese a la aparatosidad del siniestro, de los 110 viajeros solo hubo que lamentar 14 heridos leves.
Nuevo siglo: llega Air France, se "disipa" la niebla y Peinador se dispara

En el año 2.000 Iberia absorbió a Aviaco y tomó el testigo de sus rutas en Peinador. Con el cambio de siglo el aeropuerto de Vigo comenzó a crecer de forma imparable hacia el millón de viajeros anual. El obstáculo que suponían los problemas de visibilidad para el aterrizaje por las intensas nieblas fue resuelto a partir de 2004 con la instalación del sistema ILS categoría II/III que permitió reducir considerablemente los desvíos en días de baja visibilidad.
También en 2004, en junio, Peinador estrenó la primera ruta regular directa internacional: el vuelo a París de Air France que se mantuvo durante 10 años consecutivos en Vigo sin subvención pública alguna y que la aerolínea acabó cancelando por las ayudas públicas a otras compañías en Lavacolla y Alvedro para conectar también Galicia con la capital de Francia.
En 2005 el aeropuerto consiguió por primera vez llegar al millón de viajeros anual. Ese año tuvo hasta 12 destinos directos: Madrid, Barcelona, París, Valencia, Bilbao, Tenerife, Málaga o Mallorca, entre otros. Al año siguiente, Air Europa entró a competir con Iberia en la ruta a Madrid gracias a un convenio con la Diputación de Pontevedra. Lo hizo con hasta cuatro aviones diarios por sentido.
Fue en 2007 cuando marcó su techo histórico con 1.405.968 pasajeros y rozó las 2.000 toneladas de mercancía. Era líder en la ruta a Madrid en el noroeste español. En 2008 la extinta Clickair (luego Vueling) abrió la ruta a Londres, que fue apareciendo y desapareciendo de la parrilla de Peinador en los años sucesivos. Recibía apoyo del Concello y de la Xunta. Algo similar ocurrió más tarde con el enlace de Bruselas.
Década de 2010: crisis y guerra de subvenciones
La crisis económica y la competencia que sufrió desde entonces el aeropuerto de Vigo por el mayor apoyo con ayudas públicas a aerolíneas en otras terminales como la de Santiago y Oporto (principalmente a Ryanair) provocó la pérdida de multitud de rutas y frecuencias en Peinador y llegó a caer hasta solo 678.720 viajeros en 2013.
En 2014 se produjo la última gran ampliación. La terminal actual, diseñada por César Portela, fue configurada para tener una capacidad de 4 millones de viajeros. El parking también se amplió hasta llegar a las 2.500 plazas. Mucha capacidad, pero poca demanda en aquel momento por falta de rutas.
La crítica situación por la que pasaba el aeropuerto de Vigo llevó al Concello a buscar alternativas para captar nuevas aerolíneas que permitieran relanzarlo. Lo hizo, al igual que el resto (Xunta, Concello de a Coruña, Gobierno de Portugal...), con ayudas públicas. Primero captó a Air Nostrum en 2014. Pero el gran revulsivo no fue ese, sino el contrato rubricado con Ryanair en 2016.
2017: un año de récords
El aterrizaje de la low cost irlandesa en Vigo, unido a otras incorporaciones como la aerolínea lusa TAP en la ruta a Lisboa (esta última sin ayuda pública alguna) permitió que Peinador marcara su récord histórico de rutas directas en el verano de 2017.
En ese ejercicio también tuvo la mayor oferta de destinos internacionales de su historia. Se pudo volar desde Vigo a: Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Málaga, Alicante, Valencia, Tenerife, Gran Canaria, Menorca, Mallorca, Ibiza, Londres, Roma, París, Milán, Bolonia, Dublín, Edimburgo y Lisboa. En 2017 Peinador logró además recuperar de nuevo el millón de viajeros anual que había conseguido por última vez en 2010.
Las turbulencias del coronavirus
En los últimos tres años la situación se volvió a complicar. El desencuentro entre el Concello de Vigo y Ryanair a la hora de renovar el primer convenio de 2016 provocó la fuga de la low cost irlandesa. Un palo para la conectividad de la ciudad y para el turismo que provocó que Peinador estuviera a punto de perder de nuevo el millón de viajeros anual en 2019.
Lo que pasó en el último año fue el gran batacazo, afectó a todos los aeropuertos por igual y tiene nombre propio: coronavirus. La pandemia devolvió al aeropuerto de Vigo a la década de los años 80. Cerró 2020 con solo 303.466 pasajeros, lo que representó un descenso del 70% con respecto al año anterior. En 2021 se espera una ligera recuperación. Por lo pronto, hay 7 rutas directas programadas para los meses centrales de verano.
Futuro
Aunque la evolución de la demanda aeroportuaria en los próximos años es una incógnita que complica predecir cómo evolucionará el aeropuerto de Vigo, lo que sí se sabe ya es que Peinador se convertirá en el primer aeropuerto de España en tener la torre de control del futuro. Las obras ya están en marcha y, como adelantó este periódico, desde Vigo podrá llegar a gestionarse el tráfico aéreo de varios aeropuertos.