Investigadores del Oceanográfico vigués determinarán la salud ambiental y el impacto de las capturas accidentales en las poblaciones atlánticas de delfines y marsopas con el fin de diseñar medidas que puedan mitigarlo. El proyecto europeo CetAMBICion está coordinado por el Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC de Bouzas e implica a catorce instituciones de I+D y gubernamentales de España, Francia y Portugal para trazar una estrategia común.

Expertos del IEO evalúan la pesca accidental de cetáceos en España, Francia y Portugal

“La presencia tanto de los científicos como de las autoridades de los tres países le da mucho peso a la iniciativa. No se trata de un estudio puntual, sino de homogeneizar metodologías de seguimiento y tomar medidas a largo plazo. Se van a establecer las bases para un trabajo conjunto y de forma reglada Si se toman unas decisiones en un solo país y no en los demás, las poblaciones de cetáceos se verán afectadas igualmente”, advierte Camilo Saavedra, responsable del grupo de Mamíferos marinos y Ecosistemas del IEO.

El ámbito de estudio abarca desde el estrecho de Gibraltar hasta la Bretaña francesa (subregión del Golfo de Vizcaya y costas ibéricas). Y los socios españoles son las tres instituciones de investigación marina más potentes del norte peninsular –IEO, CSIC y AZTI–, así como el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico –a través de sus direcciones generales de Biodiversidad y de la Costa y el Mar, y de la Fundación Biodiversidad–, y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación –a través de la Secretaría General de Pesca–.

El proyecto, que se enmarca en una convocatoria europea de la Directiva Marco de la Estrategia Marina, arrancó en marzo y tiene una duración de dos años. El investigador del IIM Graham Pierce es el responsable de su coordinación en los tres países y el IEO lidera dos de los paquetes principales.

“La captura accidental es la mayor amenaza a la que se ven sometidas muchas especies de cetáceos, no solo en Europa sino a nivel global. Pero para lograr soluciones es necesario conocer cuántos ejemplares integran las poblaciones, su abundancia en toda el área de estudio, y cuántos mueren de esta forma. El primer paso, en el que ya estamos trabajando, es identificar las zonas, las artes de pesca y las profundidades donde hay problemas. Analizaremos qué está ocurriendo y cómo monitorizarlo y calcularemos los límites de captura accidental que pueden soportar las poblaciones. Y después decidiremos qué medidas pueden mitigarla”, explica Camilo Saavedra sobre los dos ámbitos en los que trabajará el IEO.

El proyecto se desarrollará en colaboración con el sector pesquero y a lo largo del verano se llevarán a cabo varias campañas coordinadas por Julio Valeiras. “No hay que demonizar al sector. Las capturas accidentales siempre han existido y lo seguirán haciendo porque todos conviven en el mismo medio. No es intencionada. La idea es reducirla lo máximo posible y ellos son los primeros interesados en solucionar este problema”, defiende Saavedra.

Los investigadores del IEO prevén embarcarse en buques de arrastre de las flotas de Galicia y el Cantábrico para evaluar la efectividad de medidas como el pinger, un dispositivo acústico disuasorio que se coloca en las redes para ahuyentar a los cetáceos. Desde el pasado 1 de enero, una orden ministerial establece su uso obligatorio pero todavía no está muy analizado.

“Se han hecho ensayos en redes de enmalle y algo en arrastre, pero estos dispositivos tienen sus limitaciones. Y también vamos a incluir el uso de rejillas, que está muy poco estudiado. Dejan pasar el pescado, pero cuando se trata de un animal de mayor tamaño sale expulsado. En un principio fueron diseñadas para las tortugas”, detalla Saavedra.

La Universidad del Algarve también investigará la eficacia de los pingers y en Francia desarrollarán una aplicación móvil para identificar las zonas de delfines y advertir a la flota para que se mueva.

Las especies principales del proyecto tienen presencia en aguas gallegas y son el delfín común (Delphinus delphis), el cetáceo que sufre en mayor medida la captura accidental, el delfín mular (Tursiops truncatus) y la marsopa (Phocoena phocoena), que acaba de ser incluida en la lista roja de especies amenazadas. “Está muy presente en el norte de Europa pero desaparece en Francia y no resurge hasta Galicia y el norte de Portugal como población independiente”, añade sobre esta última.

Tras los varamientos masivos de delfín común registrados en las costas galas, instituciones y ONG exigieron medidas urgentes y tanto Francia como otros países, entre ellos España y Portugal, comenzaron a tomar medidas más o menos similares, pero este proyecto permitirá “homogeneizarlas”.

El IEO aporta a este consorcio su conocimiento e infraestructuras. Gracias a sus campañas de evaluación pesquera y a la red de observadores en los buques de pesaca cuenta con series anuales sobre los cetáceos desde 2007. Además del centro vigués, también participan expertos de los de A Coruña y Santander.