Berto y María, o lo que es lo mismo, Jack Sparrow y una tradicional gallega, iban a protagonizar una boda de película y a la vez solidaria en la mañana de ayer en los juzgados de Vigo.
Ataviados con sus trajes representativos y acompañados de sus hijos también caracterizados tenían pensado darse el ¡sí, quiero! arropados por sus amigos; sin embargo la titular del Juzgado del Registro Civil no quiso recibirlos, y tampoco casarlos, al estar “disfrazados”, según explicaron a su salida del edificio judicial.
La pareja había decidido donar todos sus regalos de boda a tres asociaciones benéficas. “Nosotros no necesitamos nada así que decidimos pedir en lugar de regalos dinero para estas ONG. ¿Cuánto habremos logrado? Es imposible de calcular, todavía esta mañana seguíamos recibiendo donaciones. No esperábamos esta acogida”, celebraba María, minutos antes de su entrada a los juzgados.