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Tercer cambio en dos meses del cartel de aforos en la hostelería

Un camarero de la cafetería Blanca Paz, junto al cartel de aforos que deberán volver a cambiar. | // ALBA VILLAR

Ante la aceleración de la expansión del nuevo coronavirus en Vigo en la última semana, el comité clínico que asesora a la Consellería de Sanidade aconseja elevar las restricciones en la ciudad al nivel medio. Esta medida solo afecta a la hostelería que, por tercera vez en dos meses, deberá cambiar los carteles que informan sobre los aforos.

Tras el fuerte incremento de contagios que siguió a la celebración de las navidades, la Xunta ordenó el cierre de bares y restaurantes a finales de enero. Reabrieron el 26 de febrero con la posibilidad de atender a un 30% de su capacidad en interiores y a un 50% en el exterior, hasta las 18 horas. Aumentaron las mesas en vísperas del puente de San José, a la mitad dentro y al 75% fuera, hasta las 21 horas. El próximo viernes deberán recuperar el cartel colgado hace dos meses, al dar un paso atrás en los aforos. En cambio, el horario de apertura se mantiene hasta las 23 horas para los que tengan licencia de restaurante.

La ciudad de Vigo aún no ha rebasado el umbral de los 150 nuevos casos por cien mil habitantes en dos semanas que Sanidade ha establecido como norma general para establecer las restricciones de nivel medio. Está en 147, un punto menos que el día anterior, aunque 26 más que hace solo 5 días. Pero sus cifras de incidencia acumulada (IA) a 7 días apuntan a que no tardará en llegar. Está en 81 diagnósticos de COVID por cien mil habitantes en la última semana, lo que ya se sitúa en riesgo alto de transmisión. La Consellería multiplica este dato por dos para poder anticiparse a la evolución de los próximos días y el resultado (162) no es bueno. De ahí que haya decidido adoptar medidas de forma precoz.

La hospitalización está en un nivel razonable, con 6 infectados en UCI –uno más que el día anterior– y 31 en planta –uno menos–. En febrero llegó a haber 197 ingresados contagiados.

En este mismo nivel de limitaciones, el medio, estaban ya los municipios de Gondomar –con una IA a 14 días de 161– y Cangas –con una IA a 14 días de 121, pero d e79 a 7–, que se mantienen. Sanidade también endurece las medidas en Ponteareas hasta este mismo escalón. El municipio no supera ni los 150 casos por cien mil habitantes en dos semanas –está en 127– ni los 75 a una, pero casi. Está en 74. Los hosteleros que ven aliviadas las medidas de prevención son los de As Neves, donde regresan a las restricciones bajas.

La hostelería ha recibido con disgusto este nuevo paso atrás. El presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Pontevedra (Feprohos), César Sánchez Ballesteros, espera que la medida sea “temporal” y que en una o dos semanas “las cifras de contagio sean inferiores”. ¿Y compensa abrir con estos aforos? “Los grandes tendrán margen; los pequeños se lo pensarán”, entiende y añade que ha otros factores por los que ya se mantienen cerrados algunos locales, como la caída del turismo o el menor consumo de desayunos debido al teletrabajo. Aplaude que Sanidade no contemple la clausura de los restaurantes por la noche. “Tras instalar los medidores de CO2, el registro de reservas y todos los requisitos que nos piden, sería ilógico cerrar”, señala y cree que “tienen claro que es bastante seguro”.

Otros empresarios hosteleros muestran su enfado, principalmente, porque las medidas se centren una vez más en este sector. “El problema siempre es la hostelería, somos siempre la oveja negra”, reprocha Armindo Areal Gregorio, de Tapas Areal. “Al 30% no se cubren los gastos”, lamenta.

“Mejor que nada”, opina Idoia Correa, que gestiona A Regueifa y A Retranca, en el Casco Vello. Explica que, al reducir los aforos interiores al 30% dependen del tiempo para poder habilitar la terraza al 50%. Si llueve, descartan abrir uno de sus locales, que solo podría acoger a 10 clientes. En la actualidad ya habían reducido a cuatro sus días de apertura a la semana. Perciben que de lunes a jueves “no hay mucha gente”. “Y se nota que la economía no está bien, vienen más de cañas que a comer”, cuenta.

“Es un golpe grande para los locales del centro porque la mayoría son pequeños”, sostiene Juan Guede, camarero en uno de ellos. Es uno de los que facturan ahora en toda la mañana lo que antes conseguían en una hora. Cuenta que si ahora cubren gastos “a duras penas”, la reducción de aforos conllevará a más horas de ERTE para la plantilla. Tampoco comprende la efectividad de esta medida: “En diciembre también tuvimos estos aforos y los contagios se dispararon”.

El Sergas y el sector planean un cribado a las plantillas

“Mientras no llegan las vacunas, es importante trabajar con seguridad”, sostiene el presidente de Feprohos, César Sánchez Ballesteros. Por ello, los sectores de la restauración y el hospedaje planean con el Sergas organizar un cribado de PCR voluntarias a sus plantillas. La previsión es empezar por la ciudad de Vigo, donde los datos de incidencia han encendido las alarmas de las autoridades sanitarias y la idea es buscar un espacio amplio para realizarlos. Entre los espacios propuestos está la estación marítima para el sector de la restauración y un hotel para el del hospedaje, según explica Sánchez Ballesteros.

Los contagios en aulas suben un 45% tras Semana Santa

Los alumnos de los 26 municipios del área sanitaria viguesa regresaron a las aulas tras las vacaciones de Semana Santa con 103 casos de COVID vinculados a los centros educativos no universitarios. En la actualidad, son 149 y suponen la clausura temporal de siete aulas, según el parte que remite la Consellería de Educación. Esto representa un incremento de 45% en dos semanas. La Escuela de Educación Infantil (EEI) Vila Laura, con seis positivos y dos aulas cerradas, y en el centro concertado Bouza Brey, con tres contagios y dos clases clausuradas, son los más afectados. Los colegios El Pilar, Cluny y San José da Guía, así como el instituto de Teis registran también 5 positivos en COVID.

Investigan un trombo en una mujer de 63 años tras vacunarse con AstraZeneca en Vigo

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) investiga la trombosis que sufrió una mujer de 63 años tras ser vacunada en Vigo con la primera dosis del preparado de AstraZeneca. La paciente está ingresada en el Álvaro Cunqueiro y evoluciona bien.

El Servicio Galego de Saúde (Sergas) confirma que ha notificado el caso al organismo estatal al presentar un cuadro clínico que hizo sospechar a los facultativos sobre una posible reacción adversa a la vacuna. Ahora son los servicios de Farmacovigilancia de la AEMPS los que determinarán si, en efecto, ha sido así.

Según explican otras fuentes hospitalarias, días después de recibir el primer pinchazo del fármaco de Oxford, la paciente acudió a su médico de familia por dolores musculares. En una analítica, comprobó la bajada del nivel de plaquetas y la remitió al Servicio de Urgencias del complejo de Beade.

Fue ingresada el pasado miércoles con una sospecha inicial de hematoma suprarrenal. Este lunes descubrieron que se trataba de un trombo en la vena renal. Ha sido tratada con anticoagulantes e inmunoglobulinas intravenosas y evoluciona bien. Aunque aún no ha sido dada de alta, como informaba este medio.

No hay confirmación de que se trate de una reacción adversa a la vacuna. Es lo que estudiarán ahora desde Madrid, aunque no se ha establecido con certeza científica ninguna relación causa-efecto hasta ahora. Se cree que, en los casos descritos, el fármaco produjo anticuerpos contra las plaquetas. Se le han realizado pruebas a la paciente viguesa para saber si también los ha desarrollado.

En su último informe sobre estos efectos, la AEMPS señala que “globalmente, el número de casos de trombosis que se han notificado tras la vacunación, en relación con el número de personas vacunadas, es menor que el número de estos acontecimientos que se presentan en la población general”. Lo casos más graves de los estudiados se produjeron en los senos venosos. Es decir, en el cerebro. El riesgo de padecerlo es de un 0,0001%. Si el trombo no afecta a un órgano vital y se trata a tiempo, el pronóstico es mucho mejor.

En el área sanitaria de Vigo hay 34.400 personas que ya han recibido alguna dosis de AstraZeneca.

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