Nuevo reconocimiento para el puerto vigués. Durante el obligado cese de actividad debido a la pandemia, la Atlantic Vigo Cruise Terminal ha logrado un importante reconocimiento en la lucha contra el coronavirus y que facilitaría el regreso de los cruceros al Puerto de Vigo.

El ente dirigido por Javier Castro Pereira recogía hoy de manos el certificado de Bilogical Risk Control, clave frente a la transmisión de enfermedades causadas por agentes biológicos como el SARS-CoV-2. Este se suma a las medidas ya implantadas con anterioridad por el puerto y todas aquellas dictadas por las autoridades sanitarias, y es que cualquier prevención parece poca para poder retomar la actividad con la mayor confianza.

El certificado emitido por OCA Global garantiza a las navieras, trabajadores y proveedores el cumplimiento de las medidas de seguridad, prevención y control, frente a la transmisión de enfermedades causadas por agentes biológicos, en especial el COVID-19. Sistemas similares a los ya existentes

La terminal participó en un proyecto de I+D+i junt a las empresas viguesas GTG Ingenieros y Point Medio Ambiente SL, en el que la principal cuestión a resolver fue cómo mejorar la prevención frente al COVID-19 sin tener demoras en la logística de pasajeros. Este proyecto ha sido elegido como uno de los candidatos a los fondos Ports 4.0 de puertos del Estado y consta de tres partes fundamentales.

  • Un túnel de desinfección para maletas y objetos a la entrada y salida, similar a los existentes en materia de seguridad.
  • Equipos de ventilación forzada de cinco etapas y una eficiencia del 99.95%.
  • Cámaras termográficas para la detección de la temperatura corporal con uso rápido.

Los responsables del Puerto de Vigo posan con el certificado de Bilogical Risk Control

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Además, cuentan con luz UV-C en la intensidad recomendada por las autoridades sanitarias para destruir los patógenos. La timina, elemento químico del ADN/ARN presente en el núcleo celular de los virus y las bacterias absorbe dicha luz a una longitud de onda específica de 253,7 nm y la modifica hasta el punto que la célula ya no es capaz de multiplicarse y sobrevivir.

Estas mejoras se suman a las implantadas hace dos años por la terminal viguesa con equipos de última generación. En febrero de 2020, el Asuka II era el primer barco que cancelaba una escala en un puerto gallego por el coronavirus.