Ocho años después de la entrada en vigor en España de la Ley de mediación nacional, la figura de la mediación intrajudicial en los casos de ruptura de pareja no ha conseguido todavía desarrollar la potencialidad que se esperaba. Sobre todo, por la falta de cultura sobre esta forma de resolución de conflictos y la falta de una verdadera apuesta por parte de las administraciones. A esta conclusión llega Blanca Otero, en su tesis, desarrollada en la UVigo y que acaba de ser publicada por la editorial La Ley.

“Es el momento de realizar una efectiva implantación de los servicios de mediación intrajudicial a nivel nacional y de que se produzca un empuje, tanto normativo como institucional”, aboga Otero, con experiencia profesional como mediadora en el Ayuntamiento de Madrid y en los juzgados de Familia de Vigo.