No es ni de lejos el más lujoso, grande o caro de los yates que últimamente han arribado a Vigo. Pero lo que es innegable es que el Jester, que estos días se encuentra atracado en Marina Davila en escala técnica, posee el encanto propio de las embarcaciones antiguas como lo atesoran sus casi 50 años de existencia. Construido originalmente en 1972 como buque hidrográfico para la armada rusa, el hoy Jester fue transformado radicalmente para convertirse en yate de exploración en 2011, sustituyendo sus antiguos equipos de navegación con otros de última tecnología y avances propios de un yate de su clase.
Además de lujo y comodidad para un total de 10 invitados distribuidos en cinco cabinas y 26 tripulantes, el hasta hace poco Olivia, cuenta con piscina y una pequeña flota de motos de agua. El Jester, mide 68 metros de eslora por 12 de manga y llegó a Vigo proveniente de Génova, donde tras casi dos años amarrado con el cartel de “Se vende”, acaba de ser adquirido por un nuevo armador tras una inversión de 17,5 millones de euros.
