Las medidas son de sobra conocidas. Y, aunque la mayoría las cumple, sigue habiendo quienes se apartan de la norma. Porque en las jornadas festivas de jueves y viernes de esta Semana Santa la Policía Local de Vigo propuso para sanción a un total de 19 locales por incumplimientos relacionados con las restricciones del COVID-19. En cuanto a ciudadanos particulares, fueron denunciadas 55 personas, la mayoría por trasgredir el toque de queda o por no hacer uso de la obligada mascarilla. Alguno más fue multado por fumar o por consumir alcohol en la vía pública.

Las patrullas policiales volvieron a personarse el Viernes Santo en zonas como Teófilo Llorente, donde a lo largo de los últimas semanas, especialmente desde que se amplió la apertura de la hostelería hasta las 21.00 horas, se han venido detectando aglomeraciones de chavales. Los responsables de un local precintado durante 48 horas el fin de semana pasado, presuntamente por el reiterado número de incumplimientos según fuentes municipales, alegan que no recibieron notificación por escrito y que ya contactaron con un abogado para recurrir el cierre temporal. Ya reabiertos, su versión es que están adoptando medidas para cumplir las normas, que no tienen responsabilidad sobre los jóvenes que se agolpan en la vía pública y niegan que vendan alcohol a menores.

Y en la jornada de ayer sábado, la Policía Local regresó a esa misma calle, entre otros puntos, por múltiples llamadas avisando de nuevas aglomeraciones en la vía pública.