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Los MIR de los centros de salud de Vigo, en pie de guerra: "Nos obligan a irnos"

Médicos residentes de Medicina Familiar de Vigo, frente al centro de salud de Pintor Colmeiro. Marta G. Brea

Una veintena de médicos MIR del área sanitaria de Vigo finalizan su residencia en mayo y estaban a la expectativa de la oferta que les hiciera el Sergas para ejercer durante el verano como especialistas de medicina familiar. La oferta ha llegado y la decepción entre los jóvenes ha sido mayúscula. Les proponen contratos sucesivos de quince días cambiando en cada uno de centro de trabajo. Es decir, un médico puede trabajar en el centro de salud del Casco Vello durante dos semanas, luego pasar al de Tui y posteriormente al de Redondela, por ejemplo. Los residentes de cuarto año no están dispuestos a aceptar esto y ya han reclamado una rectificación por parte de la dirección de Recursos Humanos del área sanitaria de Vigo. «

En caso de que la propuesta se mantenga más de la mitad de los residentes ya han decidido que no aceptarán las condiciones y que se irán a otras comunidades o intentarán irse a otras áreas sanitarias de Galicia, como A Coruña o Santiago, donde curiosamente sí les han ofrecido a los MIR de cuarto año un contrato único para todo el verano. “Nos da mucha pena que después de tantos años formándonos nos ofrezcan contratos de quince días durante tres meses, no lo entendemos”, asegura Manuel Soto, residente de medicina de familia de cuarto año en Pintor Colmeiro.

La indignación es total y la sensación de los médicos es unánime. “Parece que nos quieren echar, nos están obligando a irnos”. Y es que además de la precariedad que supone la propuesta a nivel laboral, resulta realmente perjudicial a nivel personal, por la falta de estabilidad en un mismo municipio o ciudad, lo que provoca dificultades a la hora de conseguir piso y mucho menos plantearse embarcarse en una hipoteca.

“Tenemos nuestra vida montada en Vigo, pero estas condiciones son inasumibles para poder seguir aquí”, asegura Honorio Martínez, un zaragozano que está haciendo la residencia de medicina familiar en el centro de salud de Sárdoma, que ha sido uno de los pioneros en formar médicos de esta especialidad.

Pero lo más preocupante es la disminución de la calidad asistencial en Atención Primaria. “No puede ser que vea a una paciente, le ponga un tratamiento para la hipertensión y no le pueda realizar un seguimiento porque a los quince días me voy a otro centro de salud y no la voy a volver a ver”, lamenta Alicia García, santiaguesa de 29 años que está haciendo su formación en el ambulatorio de Sárdoma. “Estoy muy a gusto en la ciudad y me gustaría ayudar, pero en estas condiciones es imposible ofrecer una Atención Primaria de calidad”, asegura esta joven médico.

Esa sensación de que les “obligan a irse” llama la atención teniendo en cuenta que muchos centros de salud de Vigo están en cuadro, con profesionales de baja a los que no sustituyen por la falta de médicos de familia que hay en las listas de contratación, circunstancia que está provocando que los pacientes de un facultativo de baja los asuma otro que esté en activo, saturando así a este profesional.

Esto provoca otro efecto, y es que hay personas que cada vez que solicitan una cita en su centro de salud, ya sea por teléfono o de forma presencial, son atendidas cada vez por un facultativo distinto, lo que provoca no solo la dificultad para realizar seguimientos personalizados a enfermos crónicos (diabéticos, hipertensos…), sino también que no exista esa relación de confianza que un paciente debe tener con su médico de cabecera. ”Al final es una correlación: la precariedad de lo que nos ofrecen concuerda con la situación que está atravesando la Atención Primaria en el Área de Vigo”, asegura Jorge Nogueira, residente de cuatro año en el centro de salud de Teis.

"Hay pacientes que llevan un año sin poder ver a un médico"

La propuesta, según apuntan los MIR, que la definen como “un paquete de verano”, ha llegado de momento de forma verbal por parte de los Recursos Humanos del área sanitaria de Vigo. “Nos prometen que una vez pasado el verano hay posibilidades de mejorar, pero tenemos claro que no será así. Pasaremos a las listas de contratación y nos llamarán conforme les convenga con contratos de un día o una semana. Al final es un problema ético, y que no solo nos afecta a nosotros, sino también a muchos pacientes que llevan un año sin poder ver a un médico. Dicen que faltan profesionales, y aquí estamos, somos muchos los que queremos quedarnos en Vigo, pero no bajo estas condiciones que provocarán que la calidad asistencial sea muy pobre”, asegura María Vieites, del centro de salud de Pintor Colmeiro.

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