Ayer fue un día de estreno en los juzgados de Vigo. Porque arrancó un nuevo tribunal, el Juzgado de lo Social 7, que, hasta su futuro traslado a la Ciudad de la Justicia, estará en el edificio de La Gota de Leche donde ya desarrolla su labor una sala de Familia. En realidad, fue solo una jornada de toma de contacto, ya que todavía no empezó el reparto de asuntos y hubo aún que gestionar las solicitudes de permisos para que los funcionarios accedan a los sistemas informáticos y telemáticos como Minerva o Lexnet. Será a partir de la próxima semana, pasados estos días festivos, cuando el funcionamiento sea pleno.
Este juzgado asumirá durante un mes –o hasta llegar a 450 procedimientos– todos los asuntos laborales que se registren en Vigo. A falta todavía de cubrir las plazas de juez y letrado de la Administración de Justicia titulares, esta labor la realizarán estas primeras semanas el magistrado del Juzgado de lo Social 1, José Manuel Díaz Álvarez, y la letrada judicial de Social 6. Ambos deberán compatibilizar dos tribunales durante este período.
La creación del nuevo juzgado laboral fue valorada de forma positiva por el juez decano vigués, Germán Serrano. “Es una de las unidades judiciales, de las 33 previstas en toda España, para paliar los efectos de la crisis [derivada del COVID]; el reparto de los asuntos entre los siete juzgados permitirá adaptarse más a los módulos del CGPJ, aunque seguramente todavía estaremos algo por encima”, dijo.
Con la puesta en marcha de la séptima sala laboral se dará por terminada –lo hará en junio– la labor del juzgado de refuerzo que presta apoyo en esta jurisdicción desde 2013. Pero la intención es que este tribunal no cierre y que a partir del verano se destine a reforzar a los tribunales de Primera Instancia. Este asunto se abordó de hecho en la reunión que los jueces de Vigo tuvieron la pasada semana con el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), José María Gómez y Díaz-Castroverde, quien se mostró receptivo en lo que a él le compete –mantener el juez–.
Serrano convocará una junta sectorial de jueces para elevar esta propuesta al TSXG. La idea es que el juzgado de apoyo laboral pase a ser en una nueva etapa una sala de refuerzo para civil: mantener a la juez de adscripción territorial (JAT) que ocupa en la actualidad dicha plaza, a la letrada judicial y a los funcionarios. Estos últimos, un total de cinco, dependen del decanato vigués, por lo que no habría problema para que siguiesen en dicho juzgado con el nuevo cometido.