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Sanidade pone la lupa en el aumento de la curva del área

Cribado en Vigo. // Marta G. Brea

La evolución de la pandemia tanto en el área sanitaria de Vigo como en la ciudad, con una curva de incidencia que lleva dos semanas en lento pero paulatino ascenso, preocupa a la Consellería de Sanidade y será objeto de “especial atención” por su parte. Así lo trasladó ayer su titular, Julio García Comesaña, tras el comité clínico en el que se reajustaron las restricciones locales y que subió a Moaña y Gondomar al nivel medio.

El área viguesa partía de un nivel bajo, por lo que las cifras permiten a las autoridades sanitarias “seguir siendo optimistas”, según puntualizó el conselleiro. “De momento”. Por ello, serán “observantes y prudentes” con los distintos parámetros. Y es que en la última semana, la incidencia a 14 días ha subido un 22%. La directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, en la ciudad de Vigo, destaca “un ligero incremento” que contrasta con los atisbos de bajada en A Coruña –la urbe en peor situación– y la contención del resto. De ahí que vayan a hacer un “seguimiento exhaustivo” .

Val Miñor –con Baiona y Gondomar–, O Morrazo –con Cangas y Moaña– y, sobre todo, la ciudad , son los puntos en los que más se fijan. El miembro del comité y urgenciólogo Tato Vázquez Lima, explica que la variante británica, con presencia por encima del 90%, hace que el riesgo sea más elevado donde hay más densidad de población al ser más contagiosa. “Con lo que ha costado bajar la incidencia en A Coruña, no queremos otra expansión en una gran ciudad”, indica. De todos modos, aclara que “el crecimiento no es exponencial ni exagerado”.

Situación del área y evolución previsat

Exactamente, ¿cuál es la situación epidemiológica en la que llega el área a Semana Santa?

Con una incidencia acumulada (IA) a 14 días de 95 nuevos diagnósticos por cada cien mil habitantes, no es la que está en peor situación de Galicia, pero casi. Solo mejora en diez puntos a la coruñesa. Está 26 puntos por encima de la media gallega –69–, pero 52 por debajo de la española –146–.

Esta es la incidencia consolidada a dos semanas, el parámetro más robusto para comparar territorios. Pero, para anticiparse con las medidas, Sanidade se fija en la IA a 7 días. Y ahí la viguesa sí es el área gallega en peor situación. Está en 51 casos por cien mil habitantes que, además, indican que la tendencia es mala. ¿Cómo se ve eso? Multiplicándola por dos –102– y comparándola con la IA a 14 días –95–. Si el valor es más alto, como es el caso, las cosas no van bien.

¿Cuánto ha subido?

Desde que la incidencia tocó suelo hace dos semanas con 67 nuevos diagnósticos por cien mil habitantes a 14 días y 32 a 7, su curva ha tomado la senda del ascenso de forma lenta, pero sostenida. La primera subió un 45% desde entonces y un 22% en la última semana. El número de pacientes en fase activa de la infección ha retrocedido a niveles de hace 20 días y se aproxima a los 600 –están en 589–, tras haber estado en 451.

¿Cuáles son los municipios con peor situación?

Baiona –214–, Cangas –162–, Gondomar –161– y Pazos de Borbén –entre 150 y 250–, son los que presentan las peores IA a 14 días, todas por encima de 150. En cambio, en la IA 7 días, la que usa Sanidade como indicador anticipado para adelantarse, se ve una mejora de Baiona, que abandona los primeros puestos y se pone por debajo de 75 nuevos casos por cien mil empadronados. Por encima de este umbral se mantienen Cangas, Gondomar y Pazos de Borbén y se incorporan Moaña, Mos y A Cañiza.

¿Cuáles son los municipios con peor evolución?

Comparando datos consolidados de la IA a 14 días, la subida más vertiginosa fue la de Mos. Con, al menos, un incremento del 86%. En Baiona y Gondomar, donde se produjeron los dos grandes brotes familiares vinculados, las subidas fueron del 66% y el 77% respectivamente. Vigo aumentó un 18%.

Pero si nos fijamos en la IA a 7 días para anticipar cuál está siendo la actual evolución y usamos la fórmula que emplea ahora Sanidade –el doble de la IA7 entre la IA14–, vemos que son diez los que están empeorando: Vigo, Cangas, Gondomar, Moaña, Mos, Redondela, Salvaterra, A Cañiza, Arbo y Pazos de Borbén.

¿En qué concellos suben las restricciones?

Sanidade subió ayer a nivel medio a Gondomar y Moaña. El primero supera ya el umbral de 150 nuevos casos por cien mil habitantes a dos semanas –tiene 162– y su evolución es mala –el doble de su IA a 7 días es 196–. Moaña aún no lo rebasa. Está en 134. Pero sí se prevé que lo haga pronto, porque el doble de su IA a 7 días es de 176. Se suman a Cangas, que ya tenía estas normas. Los aforos de su hostelería se reducen al 30% en interiores y el 50% en exteriores. Entran en vigor en la media noche del jueves al viernes. Pazos de Borbén y Baiona se mantienen en el nivel alto y no pueden abrir el interior de bares y restaurantes.

¿Por qué en Baiona se mantienen?

Baiona evoluciona bien. Su IA a 7 días está por debajo de 75, con lo que se espera que en una semana esté en el nivel de restricciones bajas. Y su IA a 14 días está en la horquilla de las medias, con 214 ¿Por qué se le aplican entonces las altas? El conselleiro justificó que, por prudencia, las normas se mantienen un mínimo de 10 a 14 días.

¿Por dónde es posible moverse?

Por toda la comunidad, salvo en el municipio ourensano de Beade, que tiene restricciones máximas. Los no convivientes no pueden reunirse en domicilios. En lugares públicos u hostelería, pueden hacerlo en grupos de hasta 6 personas en exteriores y de 4 en interiores bajas.

Solo el 53% de la población citada en Baiona acudió al cribado, pese a la alerta en el municipio

Tras detectar el incremento de la incidencia en Baiona y aumentar sus restricciones la semana pasada, el Servicio Galego de Saúde (Sergas) organizó un cribado aleatorio en el pabellón municipal el domingo. Invitó a 4.449 personas y, según los datos oficiales facilitados, solo respondió un 53,8%. Entre estos 2.397 usuarios se localizó un positivo. Se cortó una cadena de transmisión que iba a pasar desapercibida por la ausencia de síntomas.

Más baja fue la participación en el de Cangas, durante el fin de semana del puente de San José, donde acudió poco más de un tercio de los citados –un 36,2% de los 4.000–. Entre estos 1.451 se detectaron ocho positivos.

Dos más localizaron en Moaña –hasta la decena–, a la semana siguiente, en un cribado al que acudieron 1.208 personas sin síntomas de las 3.000 convocadas. Es una participación también muy baja, del 40%.

En Vigo también se están intensificando los cribados para luchar contra el paulatino aumento de la curva. “Es el principal arma que tenemos”, indica el doctor Tato Vázquez, portavoz en el comité clínico que asesora a la Consellería. En la ciudad se ha pasado de una media de 600 PCR al día a las 1.150 del pasado viernes.

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