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Adiós a las escaleras: así será la nueva entrada y la fachada de Povisa

Así lucirá el hospital Povisa tras la reforma

Así lucirá el hospital Povisa tras la reforma Carlos Ponce

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Así lucirá el hospital Povisa tras la reforma Carlos Ponce

El mayor hospital privado de Vigo abrió sus puertas en 1973 y ahora se encuentra en pleno proceso de remodelación. Si en primer lugar fueron las Urgencias de Povisa, a partir de mayo se llevará a cabo la total renovación de la fachada y de su histórica entrada principal. La entrada por la calle Salamanca, precisamente, cambiará por completo y dirá adiós a sus escaleras, lo que supondrá la eliminación de una barrera arquitectónica y hará por tanto accesible a cualquiera la entrada al hospital. La llegada de Ribera Salud a la propiedad del mayor hospital privado de Galicia ha servido como impulso a esta renovación. El cambio será notable tanto a lo alto como a lo ancho y se actuará sobre dos plantas enteras, a nivel de calle, y un total de 1.400 metros cuadrados. También se mejorará la comunicación vertical del edificio con la instalación de dos nuevos ascensores.

Una de las principales novedades es que la planta baja ganará 22 nuevas consultas, la mayoría de ellas destinadas a la nueva unidad de Oftalmología que creará el hospital vigués. Actualmente se están llevando a cabo todos los preparativos para realizar la obra, la más ambiciosa de la historia de Povisa, que llevaba años fraguándose pero que con la suspensión del Plan Xeral de Ordenación de Municipal (PXOM) de Vigo en 2015 sufrió un frenazo. Ahora se han realizado los trámites urbanísticos pertinentes para llevar a cabo la ambiciosa reforma, que sin duda tendrá en el lavado de imagen integral de la fachada un imponente cambio visual.

Así, alrededor del edificio se creará un completo cinturón con piedra negra de Sudáfrica, con el objetivo de mantener la línea existente ya en Urgencias y también en las consultas externas de Gran Vía. La reforma también llegará al interior, con una recepción “más tranquila”, según apunta Alfonso Pimentel, responsable de Servicios Generales de Ribera Povisa, y un hall más amplio, buscando también evitar aglomeraciones en unos tiempos como los actuales. La nueva disposición interior facilitará la accesibilidad de los usuarios y que de forma más directa y ágil, sobre todo en el caso de los pacientes ambulatorios, puedan acudir a sus consultas sin tener que adentrarse o cruzar buena parte del hospital.

Estado actual de la fachada de Povisa, antes del inicio de las obras. Ricardo Grobas

La inversión total de esta reforma asciende a 2,5 millones de euros, y se espera que esté finalizada en torno a mayo del próximo año. Un hecho curioso es que Povisa habilitó en 2015 una salida de emergencia por la calle Zamora que finalmente se acabó convirtiendo en la entrada favorita para los paciente y usuarios del hospital. Porque pese a ser una puerta pequeña, es completamente accesible. Esta entrada que en un principio era provisional se mantendrá no obstante aún cuando se construya el nuevo acceso sin escaleras por la calle Salamanca y que será el principal. “Nuestra imagen cambiará completamente, este es el último empujón que hacía falta”, asegura Alfonso Pimentel.

Las otras reformas

Esta nueva remodelación en Ribera Povisa llega apenas unos meses después de que finalizasen las obras en Urgencias para convertirlo en un espacio “más seguro y moderno”. La última fase de la reforma finalizó en noviembre del año pasado, un mes de tregua respecto a la pandemia. Las urgencias están dividas en tres áreas: una para Covid, otra –la ampliada anteriormente– para traumas y la recién remodelada, para pacientes médicos. Esta fue derribada completamente para acabar con el concepto de boxes cerrados y crear una sala diáfana en la que desde el control de enfermería se pueda ver a la mayoría los pacientes. Se ha cambiado todo, incluido suelo, luminarias, recubrimiento de paredes y aparataje. Se ha reforzado la seguridad, dotando de monitorización a todos los puestos para seguir las constantes de los pacientes desde este control y la sala de trabajo de los facultativos. También se han aumentado el número de boxes (creando un segundo para pacientes críticos).

Con todas estas intervenciones la dirección del hospital busca modernizar un centro sanitario de los años setenta. No fue hasta una década después cuando se produjo la primera gran ampliación del edificio, que duraría dos años y que elevó por aquel entonces el número de camas de Povisa a setecientas. Ahora, casi cuatro décadas más tarde, las instalaciones afrontan su segunda gran obra con la rehabilitación del área de hospitalización, de Urgencias y la más visible e impactante, de la fachada y la entrada principal, que podrán fin al empedrado y a los soportales así como a las tradicionales escaleras que presidían el acceso al centro médico. La llegada de Ribera Salud a la propiedad de Povisa ha supuesto un fuerte impulso a las inversiones en el hospital, con una inyección de unos cuatro millones de euros durante su primer año al frente.

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