A los pies del viejo castillo de San Sebastián, en una explanada atestada de curiosos, bajo gallardetes y un sol de primera hora de la tarde que se aprecia incluso en las fotos granulosas de la hemeroteca, rodeado del obispo, el gobernador civil y el director general de Urbanismo, Antonio Ramilo, el entonces alcalde de Vigo, colocó el 19 de abril de 1972 la primera piedra del Concello, el edificio que debía jubilar a la construcción decimonónica de Praza da Constitución. Para remarcar la idea de que el nuevo consistorio –Palacio Municipal se llamaba en los 70–, conectaría a Vigo con la modernidad, Ramilo presentó la futura torre como una sede proyectada hacia el siglo XXI, “la nueva Casa Consistorial del Vigo 2000”, remarcó aquel día.
¿Te gustaría hacerte un "selfie" desde el mirador-terraza del edificio del Concello de Vigo?
El tiro lo acertó a medias.
El Ayuntamiento, inaugurado por el rey en julio de 1976 y puesto en funcionamiento algo después tras una inversión que superó los 300 millones de pesetas –bastante más de los 92 presupuestados en un inicio–, ha alcanzado y sobrevivido al 2000... Pero renqueante. Tanto, que hace algo más de una década llegó a ponerse sobre la mesa una propuesta para darle boleta: el Plan Moneo, que se topó de lleno con la recesión de la década pasada.
Prueba de que el edificio está lejos de tener una salud envidiable es que 55.000 euros de los 13,1 millones de remanentes que acaba de incorporar el Concello se dedicarán a reparar filtraciones en su planta baja. La cantidad no es excesiva, pero se suma a la que ha movilizado el Gobierno local a lo largo de los últimos años. En 2010, por ejemplo, anunciaba una partida de 340.000 euros para reparar humedades y goteras. Ya entonces se apuntaba que en apenas tres años el montante de reparaciones había sumado alrededor de un millón y medio.
El Concello tiene sobre la mesa una ambiciosa propuesta para responder a la vez a todos los frentes pendientes en Praza do Rei: solucionar los problemas de aislamiento y eficiencia energética de la actual sede consistorial, replantear la plaza, eliminando los “cortes” que ahora existen con O Castro, La Panificadora, Rúa Cachamuíña y lo que resta de la fortaleza de San Sebastián... Y, de paso, dotar al Concello de una pieza única en Vigo: un ascensor panorámico que permita subir más de 30 metros, hasta la terraza superior de la torre, un espacio que también se adaptará para disfrute de los ciudadanos.
El primer paso en la hoja de ruta del Gobierno local pasa por arreglar los problemas de aislamiento y deficiencias del actual edificio, que sufre humedades, goteras visibles ya en la misma lonja de acceso y carencias en las canalizaciones e instalación eléctrica. Para acometer las obras se solicitarán fondos europeos, aunque con un planteamiento de futuro ambicioso que trasciende la propia torre consistorial. El Concello aspira a repensar Praza do Rei, “transformarla”.
“Queremos un planteamiento en todo el conjunto de la plaza y el Ayuntamiento para convertirlo en un nuevo lugar de encuentro de la ciudad”
"Una vez que ya está en marcha Barrio do Cura, La Panificadora, la peatonalización de Elduayen y Porta do Sol... Tenemos que hacer allí un lugar de encuentro”. El lugar tiene un valor urbanístico “estratégico”, recuerda el primer edil: es céntrico y actúa como punto de confluencia entre el Casco Vello, O Castro y los viales que enlazan con Coia y Travesía de Vigo. Uno de los objetivos de Caballero es precisamente mejorar la costura entre la plaza, la ladera del Castro y La Panificadora, una idea en la que ya ha incidido en otras ocasiones.
El rediseñado de Praza do Rei, que aspira sobre todo a convertir el entorno en un “punto de encuentro” y podría incluir zonas verdes y un parque infantil, sumará además otro hito: un ascensor acristalado que conecte la plaza con la parte superior de la torre del Concello, donde se abrirá además un mirador de acceso libre. El objetivo: que el público pueda disfrutar de las impresionantes vistas que se tiene desde la cubierta, un balcón privilegiado situado a más de 30 metros de altura y que permite contemplar buena parte de la ría de Vigo, el Casco Vello, O Castro y el skyline urbano a vista de pájaro.
Para su nuevo uso el espacio deberá adaptarse y retirar el tejado que ahora lo ocupa. La propuesta podría no quedarse solo en los alrededor de 120 metros cuadrados de la cubierta. El Gobierno local valora también reservar para uso ciudadano la última planta del edificio, el equivalente al nivel 11º o 12º, creando un espacio donde se pueda reunir la gente o incluso abrir una cafetería.
“Quiero facilitar que la torre del Concello sea un lugar de encuentro ciudadano. No quiero edificios públicos de uso exclusivo de funcionarios o personas que van a hacer sus gestiones, sino abierto”
¿Cómo será el ascensor? ¿En qué fachada de la torre se instalará? ¿Y laterraza, cómo se plantea? Los detalles –explica Caballero– se perfilarán gracias a un concurso de ideas que el Concello ya está diseñando para convocarlo en tres o cuatro meses y con el que se buscarán soluciones también para Praza do Rei. Las nociones con las que parte el Concello es que sea panorámico, de acceso libre –igual que los elevadores de Pizarro o Camelias, por ejemplo– y se instale en una fachada de la torre. En conjunto, el Gobierno local plantea la reforma de la plaza, el ascensor y la terraza como un proyecto a desarrollar en un horizonte de cuatro a seis años. El objetivo, detallan, es que se esté “listo para actuar” ya en el último año del mandato, en 2023. Se formula también con la vista puesta en nuevas convocatorias de ayudas públicas que fomenten desde Madrid y Bruselas la apuesta por los espacios verdes en las ciudades.
Las tres claves de la propuesta municipal
Puesta a punto del Concello
A punto de cumplir los 45, el Concello presenta serías rémoras: humedades, goteras... El Gobierno local apunta a fondos de la UE para aislamiento y eficiencia energética.
Transformar y “coser” Praza do Rei
El Concello plantea una transformación de Praza do Rei que lo refuerce como lugar de encuentro y mejore su engarce con O Castro y La Panificadora.
Ascensor panorámico y terraza con mirador
En el concurso de ideas que sacará el Concello se incluye un elevador panorámico en un lateral del edificio conectado con un mirador en su cubierta.
El primer paso pasaría por reparar los desperfectos y carencias actuales de la torre, como filtraciones, humedades, goteras, problemas en las canalizaciones... El Concello espera que la actuación contribuya además a ganar espacios. “El edificio es de los 70, de poca calidad, necesita ser actualizado”, recalca Caballero. Además de las goteras visibles ya en la lonja donde se alojan servicios básicos, como el Padrón, y que sirve de acceso a la sede, la torre sufre humedades que han afectado a las paredes y techos.
La transformación de la plaza llegaría en un momento clave: con la recuperación de La Panificadora ya activada –el Concello quiere resolver el actual “corte” con la factoría– y la de Barrio do Cura tomando forma en Alfonso XII. Reforzaría además el uso de Praza do Rei como “espacio de encuentro”, la misma vocación con la que se reforma Porta do Sol.
“Queremos convertirlo en un lugar de encuentro ciudadano”
En el urbanismo de Vigo –marcado por su crecimiento en el XX y orografía– hay una peculiaridad que lo diferencia de la mayoría de ciudades: la falta de una plaza central. El alcalde, que ya activó la reforma de Porta do Sol, quiere que Praza do Rei y el Concello sea “un lugar de encuentro ciudadano”.
