“En una cuestión tan importante como el anillo verde, no debería haber confrontación política”. Es la primera reacción que ofrece a FARO Uxío González, presidente de la Mancomunidad de Montes de Vigo, tras ser preguntado por el cruce de acusaciones protagonizado esta semana por la Xunta de Galicia y el Concello al respecto de la ejecución de este proyecto, una petición que ganó importancia tras el episodio aciago que vivió la urbe en octubre de 2017: el fuego se llevó la vida de un hombre y sembró el pánico en miles y miles de ciudadanos. El gobierno municipal asegura que San Caetano debe emitir un informe para poder avanzar en el camino y llegar a acuerdos con los propietarios de los terrenos o expropiar, sin embargo, la administración autonómica alega que no hay opción de dar pasos al frente si la entidad de Praza do Rei no cuenta con la disposición de las parcelas.
–¿Cuál es la opinión de la Mancomunidad de Montes de Vigo sobre esta situación?
–Estamos realmente fastidiados. Empezamos a hablar de la necesidad de ejecutar el anillo verde hace unos 5 o 6 años, pero la petición no tuvo éxito hasta que sufrimos los incendios de 2017, que pusieron en riesgo la vida de los vecinos. Desde ese momento, el Concello se sumó a este debate y, posteriormente, sacó adelante el anteproyecto, pero ahora, casi cuatro años después de aquello, está todo parado. Nos parece una verdadera lástima que, por culpa de la confrontación política, no se avance. Nos sentimos víctimas, al igual que el resto de los vigueses, de la lucha entre el Concello y la Xunta de Galicia. No tiene sentido que no lleguen a un punto común, mucho menos si tenemos en cuenta que hay fondos europeos en juego.
–¿Sería un fracaso para la ciudad perder esos fondos? El plazo finaliza el 30 de abril.
–Sí, por supuesto. Es una oportunidad para recibir recursos y, así, poder hacer realidad un proyecto de ciudad y de futuro. Se trata de un anillo verde que va de Saiáns a Teis, de casi 50 kilómetros de largo. Pedimos a la Xunta y al Concello que se sienten y lleguen a un acuerdo. Yo me he ofrecido a intermediar para facilitar las conversaciones, pero no ha sido posible, no se quieren sentar, parece que no tienen ganas e interesa a ambas partes seguir con la disputa. Que no esperen a mañana, que hablen ya, esto es primordial. Este tipo de proyectos merecen coordinación. Ese anillo verde defenderá las viviendas viguesas y evitará vivir algo tan nefasto como lo que ocurrió en octubre de 2017.
"Si vuelve a haber incendios como los de octubre de 2017, las consecuencias podrían ser las mismas o peores”
–Entiendo que, si se repiten los fuegos de 2017, las consecuencias serían similares, así como el riesgo.
–Sí, o incluso peores. Es una barbaridad cómo están las fincas privadas. Hay mucha maleza que nació a raíz del fuego y, en las propiedades particulares, casi no se ha actuado. En aquel momento, el fuego amenazó gravemente a los ciudadanos, no podemos permitir que eso vuelva a suceder. Han pasado ya casi cuatro años, hay que hacer lo que sea para que se ejecute el anillo.
–¿Qué se ha hecho desde octubre de 2017 para ponerle solución?
–A través del plan de empleo del Concello de Vigo, hemos realizado muchas labores de mantenimiento y defensa limpiando el entorno de las viviendas. Se trata de una labor importantísima, primordial. Por otra parte, la Xunta ya está ejecutando un plan al que dedica 1,4 millones de euros tras firmar un convenio con la Mancomunidad de Montes de Vigo. Ya se han finalizado los trabajos en Zamáns y San Andrés de Comesaña y, ahora, están actuando en Valladares y Coruxo; espero que esté todo rematado a finales de este año, estamos contentos con el trabajo que se está haciendo. Se trata de una iniciativa para recuperar el potencial forestal de esos montes, que ardieron en 2017, con plantaciones de frondosa autóctona y pinos, mejora de pistas, desbroces y eliminación de rebrotes de acacia y eucalipto.
"No pueden echarse las culpas unos a otros. Hay que buscar soluciones y no excusas para hacer realidad el anillo verde"
–¿Son compatibles este proyecto de la Xunta y el anillo verde municipal?
–Por supuesto. Ambos son necesarios, se complementan. La obra que hace la Consellería do Medio Rural abarca más superficie que el anillo verde, pero, en algunas partes, coinciden. Es una razón más para que se sienten y se pongan de acuerdo, podrían aprovechar la ocasión para realizar ambos proyectos a la vez y aunar esfuerzos, incluso la Xunta, en este caso, podría aportar fondos para la ejecución del anillo verde. No pueden echarse las culpas unos a otros. Hay que buscar soluciones y no excusas para hacer realidad el anillo verde.
Plan municipal: un cinturón de 50 kilómetros para frenar el avance del fuego
El proyecto del anillo verde que el Concello de Vigo pretende ejecutar para combatir los incendios tiene un coste estimado de unos 8 millones de euros, cantidad que se prevé que salga íntegramente de las arcas municipales. Otra de las cifras clave en esta iniciativa es el coste de su mantenimiento anual: alrededor de 900.000 euros para tareas de limpieza y desbroce, todo ello, financiado con fondos municipales. Este cinturón vegetal, que tendrá una longitud de casi 50 kilómetros y 100 metros de ancho, estará dividido en cinco tramos. Atravesará las parroquias de Saiáns, Oia, Coruxo y se extenderá también por Valladares, Zamáns, Beade, Bembrive, San Andrés de Comesaña, Cabral y Candeán hasta llegar a Teis. Su objetivo será hacer de cortafuegos para proteger los núcleos de población e infraestructuras y facilitar la intervención de los servicios de extinción gracias a un camino de entrada de al menos cinco metros que permitirá el rápido acceso de los bomberos en caso de incendio.
Esta senda servirá también para que caminantes y ciclistas la puedan utilizar para su uso y disfrute. Estará conectada con todos los caminos forestales de la ciudad y se crearán nuevas zonas de esparcimiento. Por todo ello, la idea de los técnicos municipales es que las plantaciones sean diferentes y, así, sirvan de atractivo turístico. En el plan estratégico municipal de prevención de incendios, se recoge la necesidad de que, en un radio de 50 metros con respecto a las viviendas que se encuentren en una situación aislada, no se podrán plantar árboles ni podrá haber maleza de ningún tipo. A partir de esa distancia, podrá haber especies siempre que no sean pirófilas y estén separadas por un mínimo de siete metros. El Concello está a la espera de que la Xunta apruebe el anteproyecto de ordenación forestal para agilizar plazos.
Medio Rural: 1,4 millones para plantar frondosas o pinos y eliminar eucaliptos
La Xunta, a través de la Consellería do Medio Rural, realiza actuaciones de recuperación del potencial forestal dañado en los incendios de octubre de 2017. Para ello, destina 1,4 millones de euros y cuenta con el apoyo del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER). Este montante forma parte de un convenio firmado con la Mancomunidad de Montes de Vigo y las obras ya comenzaron en 2019. Hasta la fecha, ya se han finalizado los trabajos en los montes vecinales de Zamáns y San Andrés de Comesaña, en los que se instalaron cierres protectores de regeneración, se plantó frondosa autóctona y pino, se mejoraron pistas forestales, se desbrozó y se eliminaron rebrotes de acacia y eucalipto.
Ahora, están en marcha labores similares en los montes vecinales de Coruxo y Valladares. Además, el gobierno gallego concedió ayudas a las comunidades de montes vecinales de Coruxo y San Andrés de Comesaña para la gestión y ordenación forestal, materias clave en la conservación del pulmón verde que regala vida a la ciudad. Cuando se presentó el proyecto, en agosto de 2019, se aseguró que esta sería la primera fase de un plan “mucho más amplio”, que “pretende culminar con la configuración del monte del entorno de la ciudad olívica como un bosque modelo de carácter periurbano”. “En estos bosques, se busca combinar los usos tradicionales del monte con la creación de espacios de ocio para la ciudadanía. En definitiva, se trata de conseguir un monte en perfecto estado multifuncional, vivo, dinámico y sostenible económica, social y medioambientalmente, en la búsqueda de la Galicia verde”, informaba la Consellería do Medio Rural, cuyo propósito es extender al resto de las ciudades de la comunidad gallega el programa ideado para Vigo, conforme a las previsiones fijadas en el Plan Forestal de Galicia.
