La aportación del Concello y la Diputación para la edición de este año de O Marisquiño fue cifrada este martes por el alcalde, Abel Caballero, en “más de 700.000 euros, ya que el medio millón consignado en los presupuestos excluye el IVA, que son 105.000 euros, y a ello hay que añadir cien mil euros más de limpieza, seguridad exterior y otros gastos”. El regidor quiso poner en valor el papel municipal y de la institución provincial en el “regreso” del festival, después del anuncio de los organizadores de que abandonaban Vigo por “falta de apoyo institucional”, entre otras razones.

Así, además de apuntar esa cantidad de “más de 700.000 euros”, subrayó que, de esos fondos, alrededor de 182.000 “corresponden solo a la Diputación, que aporta más que la Xunta. Según sus datos, la ayuda autonómica de 200.000 euros “sí incluyen en IVA, por lo que la cifra real es de 160.000, cuando para los conciertos de Son do Camiño en Santiago destina dos millones de euros”.

Tres años y "no descartamos más"

Al margen de esta controversia, Caballero reiteró que después de la edición de este año, con más o menos limitaciones y previsibles recortes de la programación, llegará “una edición de 2022 que será superlativa y donde la ayuda municipal aumentará de forma sensible” con respecto a los fondos de este año. El objetivo, como ya ha dicho en otras ocasiones, es “celebrar el festival de deporte urbano más importante de Europa y de la historia de Vigo, y ya tenemos nombre: O Marisquiño”.

El acuerdo que permite dar continuidad al certamen del mes de agosto se establece por tres años, hasta 2023, pero “no descartamos hacerlo por más años” porque hay voluntad de que O Marisquiño continúe en años sucesivos en la ciudad que lo vio nacer hace dos décadas.

Por su parte, la Autoridad Portuaria, entidad que cede los espacios donde se celebra el festival, está ahora a la espera de que la organización defina con exactitud el ámbito que ocupará, si bien ya se les advirtió que la zona entre la escultura de Julio Verne y la sede de la Xunta “no se podrá utilizar por las obras” de As Avenidas.

Uno de los posibles modelos de pérgola

Terrazas con pérgolas y en plazas de aparcamiento

La futura ordenanza municipal de terrazas permitirá la instalación de pérgolas permanentes y cubiertas para proteger a las mesas y sillas en la calle y en las aceras donde no se disponga de espacio suficiente para veladores y peatones, se suprimirán plazas de aparcamiento para instalar tarimas de aprovechamiento hostelero. Así se lo comunicó ayer el alcalde, Abel Caballero, a la federación del sector, con su presidente César Sánchez-Ballesteros al frente. La ordenanza, en fase de consultas previas, establecerá periodos de concesión “de 3 o 4 años” por las estructuras permanentes, aunque no ancladas, que deben cumplir además unos criterios de estética homogénea según las zonas y barrios, de modo que “en la plaza de Compostela, por ejemplo, sean unas cubiertas similares en todos los locales”, explicó Caballero.

En todos los casos se mantiene la “tasa cero” actual por ocupación de vía pública. La participación en este modelo “será voluntaria”, pero aquellos establecimientos que utilicen otros sistemas, como sombrillas o toldos, tendrán “fecha de caducidad, en principio hasta que amorticen esos elementos”, añade el alcalde. El Concello no descarta ofrecer “facilidades financieras” a los locales para sufragar estas pérgolas, aunque el regidor quiere aguardar a que el Consejo de Ministros apruebe “la ayuda de 11.000 millones de euros que anunció el Gobierno para el sector”. Caballero destacó que “el Concello va a ampliar la atención a la hostelería con más terrazas gratis” y avanzó que ya se trabaja en cómo será el verano, “100% seguro con bastantes gente vacunada”.