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¿Cómo cambian las restricciones en el área?

Cribado en la Universidad de Vigo. // Marta G. Brea

El comité clínico que celebraron ayer los expertos de la Consellería de Sanidade deja novedades en el área viguesa. Tras revisar los datos de incidencia a nivel local, alivian las restricciones en Redondela, Moaña y Oia, que se suman a la mayoría de los municipios de la comarca en el nivel más laxo de limitaciones. Por otra parte, las endurecen en Mos, Mondariz y Pazos de Borbén.

Estos últimos pasan así al nivel 2, por lo que no se puede consumir en el interior de sus locales de hostelería. Pero, quizás, el mayor trastorno es que su movilidad se reduce bastante. Sus residentes solo se podrán desplazar a municipios con las mismas limitaciones. Además de las áreas completas de A Coruña y Pontevedra, en las que no se puede entrar porque mantienen el cierre perimetral, solo están en esta situación otros siete concellos gallegos: Cariño, Guitiriz, Lourenzá, Pobra de Brollón, Tordoia, Porto do Son y Boborás.

Era previsible el alivio en Redondela y Oia, con una incidencia inferior a los 250 nuevos positivos por cada cien mil habitantes en dos semanas. Moaña estaba ayer a punto, con 252, y una incidencia a 7 días que hace pensar que seguirá mejorando. También era esperable la subida en Mos –que está en 305– y Pazos de Borbén –por encima de 250–, pero no tanto en Mondariz –aún figuraba ayer entre 150 y 250–, para el que el comité ha debido fijarse en la incidencia de la última semana y ver indicios preocupantes.

Caída de las PCR

En los últimos partes de la Consellería de Sanidade sobre la situación epidemiológica y la actividad de control de la pandemia en el área viguesa, llama la atención la drástica bajada en las PCR realizadas. Mientras hace tres semanas, se rozaban las cuatro mil al día, en los últimos siete días se realizaron una media de 1.097. Y en tres de las cuatro últimas jornadas, se quedó por debajo de 750. El lunes –el último día sobre el que hay datos oficiales– solo se realizaron 619, de las que salieron 27 casos positivos –lo que arroja una tasa de positividad del 4,36%–.

Desde la Dirección del Área Sanitaria de Vigo atribuyen este descenso a niveles de diciembre a, por un lado, la bajada en la cifra de contagios y, por tanto, de los contactos que hay que someter a pruebas PCR. Y por otro, a que “la gente se está negando a venir” a los cribados poblacionales.

De los últimos que hay datos oficiales son los realizados en los municipios de Cangas y de Moaña. En este último, con una de las incidencias más altas del área, de los 1.500 citados, solo acudieron un 53,8%. Entre ellos, se localizaron tres positivos. En Cangas fue algo mayor, del 61,2%.

Además de estos 27 positivos localizados a través de pruebas PCR, se detectaron otros 7 a través de test de los 311 test de antígenos que se efectuaron. Estas pruebas, con resultado en 20 minutos y sin necesidad de remitir muestras a los laboratorios, se utilizan en urgencias o en los centros de salud, además de en cribados como el que se efectúa estos días a la plantilla y los estudiantes de la Universidad.

Estos 34 nuevos positivos en COVID se compensaron con las 63 altas, por lo que volvió a bajar la cifra de pacientes en fase activa de la enfermedad. Y van 17 días consecutivos. Hay un total de 842. Son 75 los que están ingresados, cuatro menos que el día anterior. Entre ellos, 15 en estado crítico, también uno menos. Con un fallecido de 89 años ayer, ya son un total de 395.

El hospital psiquiátrico privado El Pinar, ubicado en la carretera vieja de Madrid. | // MARTA G. BREA

El Sergas vacuna esta semana a más de 130 pacientes de los hospitales psiquiátricos privados de la ciudad

En los dos hospitales psiquiátricos de la ciudad había una importante preocupación porque sus pacientes no están vacunados. “Estábamos de los nervios”, aseguran familias del hospital El Pinar, ubicado en la carretera vieja de Madrid.

Este tipo de enfermos no se encuadra en ninguno de los grupos del Ministerio de Sanidad para la administración de la dosis contra el COVID, ya que no estaban incluidos ni como usuarios de residencias de mayores ni de centros sociosanitarios. La Xunta había vacunado a los pacientes psiquiátricos ingresados en centros públicos, pero no en los privados. En la ciudad hay dos: El Pinar y San José. Entre ambos psiquiátricos hay más de 140 enfermos, que todavía están sin vacunar.

Fuentes de la Consellería de Sanidade informaban que esta semana se “reforzaría” la vacunación en estos centros y precisamente ayer les transmitieron que a lo largo de esta semana todos los trabajadores y todos los pacientes recibirían la primera dosis de la inyección.

Las personas con alguna patología de carácter psiquiátrico son especialmente vulnerables y llevan desde agosto sin poder salir de los centros para evitar exponerse al COVID. Afortunadamente, el virus no entró en ninguno de estos hospitales, pero el riesgo mientras no llegue la vacuna está ahí, porque los trabajadores entran y salen a diario de las instalaciones.

La situación de encierro y de incertidumbre ha provocado que especialmente los pacientes estén “angustiadísimos” y que hayan empeorado considerablemente. “Están muy nerviosos, el no saber lo que va a pasar y la situación de pandemia les ha vuelto muy agresivos”, explican varios familiares, que desde un inicio se pusieron en contacto con la gerencia para reclamar la vacuna para todos ellos.

La confirmación por parte del departamento de Salud Pública de que la dosis llegará esta semana ha supuesto un auténtico “alivio” tanto para los responsables de estos centros privados como para los enfermos y sus familiares.

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