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Los hosteleros, ¿“policías” de sus clientes?

Piden más presión policial para que el consumidor cumpla las normas: “No podemos hacer de vigilantes con las mascarillas” | Rechazan la medida de montar todas las mesas en terrazas

Usuarios de las terrazas de Bouzas, ya a finales de la mañana. | // R. GROBAS

Un nivel de cumplimiento normativo “bueno”, un nivel de alarma “alto”. Así resumía uno de los hosteleros del Casco Vello el primer fin de semana de reapertura de bares, cafeterías y restaurantes tras un mes de cierre. Afirma, al igual que otros compañeros, que las imágenes del gentío que protagonizaban sus terrazas y locales en estas pasadas jornadas no hacen referencia a la realidad de todo el sector. “Hemos controlado accesos, los aforos también, y pienso que la gente viene bastante aleccionada, pero siempre hay excepciones. No se puede generalizar”, explica Omar Fares, gerente de La Central.

Más presencia policial

Pareja reflexión maneja Juanjo Figueroa, responsable de Lume de Carozo, si bien va un paso más allá al evidenciar la necesidad de un mayor control no por parte de los hosteleros, sino de las fuerzas de seguridad. Y es que se han convertido en “policías” dentro de sus locales para mantener el orden. “Es muy difícil controlar a todo el que se sienta, no podemos hacer de vigilantes con las mascarillas, que se las pongan cuando no están consumiendo. Debería haber más presión policial y que se castigue a aquellos que lo hacen mal. Hay un alto porcentaje de negocios que lo están haciendo bien”, apremia el hostelero vigués, quien no culpa al sector del caos en la gestión de esta desescalada, “sino a los que están legislando”.

Mesas precintadas

Sus palabras hacen referencia a una normativa que, como novedad, recoge el DOG para esta reapertura. Concretamente, en el punto sexto de la orden del 25 de febrero se recoge que los negocios deberán colocar en el exterior todas las mesas que tendrían “en condiciones normales” y proceder a “inutilizar” el 50% de ellas en este momento. Esta norma ya entró en vigor, no como la del uso del QR que sí se retrasó hasta el 5 de marzo. Haciendo un rápido repaso de los establecimientos, pocos eran los que cumplían, muchos por desconocimiento, este requerimiento.

Otros optaron por apilar todas sus mesas en el exterior para evidenciar la capacidad limitada y otros hicieron más grandes sus mesas juntando dos para que los comensales estén más separados.

Rechazo a la medida

A este respecto, Figueroa, como reciente presidente de los Hosteleros del Casco Vello, reconocía que están trabajando para trasladar a la Xunta el desacuerdo con la medida. “Tendremos que llegar a un entendimiento porque no tiene sentido”, alega el restaurador. El Gobierno autonómico validó esta norma para, por un lado, facilitar a los agentes policiales la comprobación del 50% del aforo y para garantizar entre usuarios una distancia mínima de seguridad.

Junto a este control de aforo, el indebido uso que los consumidores hacen de las mascarillas obligatorias mientras están en los locales es otro de los motivos alertados por las autoridades sanitarias que pondrían en camino un nuevo cierre.

Por ello, la asociación pide más refuerzos y sanciones ante estas conductas, y que no empañen “el cumplimiento en el servicio de muchos hosteleros”.

La titularidad del paseo gravita sobre las terrazas de Bouzas

El paseo de Bouzas, una de las zonas más concurridas de la vila amanecía ayer sin terrazas. ¿El motivo? La titularidad del firme. Así lo explicaba Javier Salgado, dueño de uno de los bares afectados, que tuvo que anular sus reservas a consecuencia del precinto. “Estamos a la espera de una reunión entre Costas y el Ayuntamiento; tenemos que ver cómo lo solucionan para no volver a esto”, explicaba el hostelero. La situación en estos locales se resolvió ya al comienzo de la tarde. Esta imagen contrastaba con la del aparcamiento, donde el mercadillo aglutinó a multitud de personas, muchas llegadas de otros municipios.

Sanciones

Por otra parte, los efectivos municipales impusieron este pasado sábado 10 multas por no llevar mascarilla, una por llegar de un área en otro nivel sanitario, una por fumar, 18 por saltarse el toque de queda y 9 por reuniones de no convivientes.

En cuanto a la hostelería, se inspeccionaron 85 locales con una denuncia por incumplir horarios, seis por no disponer de información sobre aforos, otra por superar el 50% en terraza, 12 denuncias por fumar y dos terrazas se levantaron en la zona de Traviesas por carecer de licencia.

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