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Luces y sombras en Bouzas: lleno en el mercadillo, vacías las terrazas

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Domingo de sol, mercadillo y desescalada

Los hosteleros de Bouzas no han podido colocar las mesas en vía pública a primera hora de esta mañana. La Policía Local tenía orden de vigilar este extremo por razón de la titularidad del paseo. Así lo explicaba Javier Salgado, uno de los dueños de un bar de la Vila que tuvo que anular sus reservas a consecuencia del precinto a las terrazas. "Estamos a la espera de una reunión en el Ayuntamiento para que nos permitan reabrir. Aquí entran Costas, Zona Franca y el Ayuntamiento, y tenemos que ver cómo solucionarlo para no volver a esto", explicaba el hostelero.

Lo cierto es que el paseo mostraba hasta avanzado el mediodía una imagen muy diferente a la de las dos jornadas pasadas -las primeras tras la relajación de las restricciones por COVID en la comunicad-, que registró mucho gentío tanto de transeúntes por el paseo como de vecinos en las terrazas, causa que también puede estar detrás de esta retirada de mesas. Sin embargo, según se acercaba la tarde las mesas se instalaron y recibieron clientes.

La situación con la que amanecían las cafeterías contrastaba con la que se vivía tan sólo a unos metros de este paseo. Concretamente en el aparcamiento, donde el mercadillo aglutinaba a multitud de personas, muchas ya llegadas de otros municipios con la reapertura de los cierres perimetrales.

Más control de aforos en un día de desplazamientos masivos

La combinación de las altas temperaturas, el fin de semana, la reapertura de la hostelería y el levantamiento del cierre perimetral sacó de nuevo ayer a la gente a la calle y encendió de nuevo las alarmas entre las autoridades sanitarias. Y es que la relajación de las medidas para contener la incidencia de la pandemia motivó el éxodo masivo de vigueses y demás residentes del área a las terrazas, playas, parques o paseos fluviales para disfrutar de esa libertad un mes después.

Pero toda acción podría tener sus consecuencias. Sanidade lo dejó claro este pasado viernes, primer día de la desescalada, y lo reiteró ayer: los incumplimientos que están observando tanto en negocios de hostelería como en los propios ciudadanos abocarían a un nuevo cierre.

Cifras esperanzadoras para cerrar febrero

Precisamente, el incumplimiento de las limitaciones en la desescalada podría tirar por tierra los datos para la esperanza que deja el mes de febrero. El mes cierra con 30.000 nuevos curados y 17.000 casos activos menos de los que había el día 1.

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