La desescalada abre también el telón cultural. No hay sector que resistiese a la pandemia, pero las artes escénicas, cinematográficas, la danza o cualquier otra expresión artística seguían altamente mitigadas primero por la falta de ayudas, y para continuar, por las restricciones, con las que en muchos casos no han podido convivir.
Pero, ¿y el futuro? Por el momento, prefieren no mirar más allá de este fin de semana y centrarse poco a poco en recuperar la actividad. “Hemos estado seis meses cerrados, a día de hoy no sé ni cómo seguimos abiertos. La cultura se ha visto gravemente afectada y muchos están en la cuerda floja”, explica Fernanda Barro, copropietaria de la Sala Ártika.
Su escenario volvió a vibrar ayer con las sensaciones y la improvisación del directo. Lo hizo de la mano de la obra “¿Quién eres?”. Sus butacas están completas desde hacía días, pero Barro prefiere ser comedida –o realista– antes que vehemente.
“Tenemos el aforo completo sí, pero no puedes hacer bandera de ello. Con el límite de aforo al 30% solo disponemos de 43 butacas. Se agradece, por supuesto, la respuesta del público, que notamos que realmente tenía ganas ya de disfrutar de estos espectáculos, fueran aficionados o no”, desgrana la directora de la sala viguesa.
“Llenamos, sí, pero no es para hacer bandera, nuestro aforo es de 43 butacas”
Casi incrédula de que haya pasado ya un año desde el inicio de la pandemia, Fernanda Barros escenifica como una montaña rusa estos meses; sin olvidarse de los que vendrán. “Es como estar todo el tiempo en la cuerda floja. Si ahora no nos hubiesen permitido abrir trabajaríamos en streaming y eso que no estamos a favor porque el hecho teatral en sí es el directo. Pero también considerábamos que las compañías no podrían seguir aplazando más sus obras. ”, lamenta la dramaturga.
Aprovecha también para lanzar un órdago a favor del sector, al que define como 100 por 100 seguro. “La interacción durante un espectáculo es mínima, la gente está con distancia, con mascarilla, prácticamente no se habla durante la función... Nunca entendimos la medida extrema de enero de volver a cerrarnos”, sentencia Barros.
Sus palabras la suscribe Daniel Diz, director artístico de Amigos de la Ópera, instructores de uno de los programas culturales con más solera, el Outono Lírico. “La experiencia que hemos tenido aquí y en otras representaciones es que nunca ha habido un foco de contagio o peligro real en los teatros. Ya llevamos un año, y no se han registrado casos. Lo que al principio sonaba a cliché “la cultura es segura” se ha convertido en una realidad demostrable”, argumenta Diz.
Cambio de rumbo
Las majestuosas producciones que ponían sobre las tablas del Teatro Afundación tendrán que esperar al menos otro año más para ver la luz, pero eso no impedirá a los melómanos y aficionados al cante barroco disfrutar de esta pasión.
“Apostamos por un ciclo de conciertos con grandes voces de ópera. Las representadas, como las que veníamos haciendo hasta ahora tienen dos problemas: uno, la distancia social, no podemos juntar a 50 personas en el escenario, y dos, la limitación da taquilla. En el mejor de los casos, en otoño contaremos con el 50%, lo que afectará al coste de la producción. Habrá ópera de calidad en Vigo”, aclara Daniel Diz.
“Aquí falta una estructura cultural y es una lástima; trabajamos para Vigo”
Los vigueses están ávidos de esta cultura tras un año de altibajos. Pedro Fresnedo, codirector del Teatro Ensalle, aplaude el seguimiento de esta desescalada a nivel público. “ Los dos periodos que hemos podido programar desde marzo del año pasado, no han quedado entradas libres. El público quiere ver espectáculo.
"Vamos con aforos muy limitados y este fin de semana por ejemplo no quedan entradas. En ese sentido, fantástico”,
Por la contra, discrepa contra el apoyo administrativo que está recibiendo el sector. “En general las administraciones, tanto Xunta como Ministerio, se interesaron, nos llamaron y hubo ayudas. El Concello, en cambio, ninguna. Aquí no hay una estructura cultural ni ayudas, y es una lástima porque nosotros trabajamos para Vigo”, certifica Fresnedo.
“No tenemos terraza, no somos cafetería... para las salas de conciertos no hay apertura”
Si bien en todos estos casos, con o sin restricciones, la apertura y por lo tanto el desarrollo de su actividad ya comienza, otros puntos de dinamismo cultural y potenciación del talento artístico local siguen con sus persianas bajas. Es el caso de las salas de conciertos. “Para nosotros todo sigue igual. No tenemos terraza, no somos un servicio de cafetería... para las salas de conciertos no hay apertura”, lamenta Marcos Vázquez, de La Fábrica de Chocolate.
También el popular cine Salesianos enciende luces para proyectar “Ons”, con tres sesiones. La primera será mañana a las 19.00 horas seguida de un coloquio con Antonio Durán “Morris”. La segunda será el sábado 27 a las 18.00 horas, y en el coloquio estarán Morris y el director, Alfonso Zarauza. La tercera será el día 28 a las 18.00 horas y en el coloquio estará Alfonso Zarauza.
Público infantil
En cuanto al público infantil, también pueden empezar a disfrutar de las actividades culturales que tienen preparados para ellos los museos o bibliotecas.
Es el caso de la Biblioteca Pública Juan Compañel, que estrena mañana un cuentacuentos para niños mayores de 4 años donde se leerán poemas y se repasará la vida de Rosalía de Castro, coincidiendo con la conmemoración de su nacimiento. “Siempre hubo mucho interés por estas actividades, en cuanto las anunciamos, a los 2 o 3 días se cubren todas las plazas”, confiesan desde el centro.
