El área sanitaria de Vigo empieza a percibir los efectos de las restricciones. El conjunto del territorio abandona el nivel de riesgo extremo de transmisión del virus y en los hospitales también bajan los ingresos por COVID –en 15 hasta 111–, lo que permite dar pasos hacia la desescalada. Así, el Hospital Álvaro Cunqueiro liberó ayer una de las cinco alas de hospitalización que había reconvertido para atender a estos pacientes y, si se mantiene la tendencia, el lunes irá otra. Son 88 camas que recuperan las especialidades de Cirugías General y de Traumatología. Con ellas, también podrán poner en marcha más quirófanos. Así, la próxima semana operarán en dos más al día.
El Cunqueiro, que solo tenía 65 positivos por coronavirus en planta y 15 en UCI, devolvió ayer su actividad normal a la vela 1C –con 46 camas– de Cirugía y el lunes prevé hacer lo mismo con la 2A, de Traumatología –42 puestos–. Quedarán aún la 3D y la 2B –con 90– para positivos y la 3C –con 24– para sospechas.
Las cifras de la situación epidemiológica han registrado una notable mejoría en el los últimos días. El conjunto del área sanitaria de Vigo abandonó el miércoles el nivel de riesgo extremo, en el que llevaba desde el 10 de enero. Es decir, que su incidencia baja de los 250 nuevos diagnósticos por cada cien mil habitantes en dos semanas. También lo consiguieron las de Ourense –234–, Santiago –236– y Lugo –248–. La viguesa e la que mejor está, con 226 casos por cien mil habitantes, 81 menos que la media gallega.
La mitad de activos en once días
Lo consigue tras registrar el número más bajo de nuevos contagios en 24 horas desde el 4 de enero: 56. Con las 256 altas concedidas, los pacientes en fase activa de la infección caen a 1.621. Es la mitad que hace solo once días.
De los 26 municipios del área, la mitad permanecen en riesgo extremo, pero solo reúnen al 33% de la población total. Hay siete que ya están en riesgo medio. El que presenta una mejor situación es Nigrán –96–, seguido de Gondomar –112– y Baiona –132–. As Neves, Salvaterra, Covelo y Fornelos, detectaron menos de 10 casos en 14 días. Los dos últimos son la últimas incorporaciones a este nivel. Al de riesgo alto se sumó ayer O Rosal –241–, A Guarda –190– y Crecente. Ya estaban en naranja la ciudad –que baja de 200 y se sitúa en 194–, Mondariz Balneario y Arbo.
Test en boticas: 21 casos
Los cribados masivos a personas sin síntomas están siendo una de las principales armas del Sergas para frenar la pandemia. El que usa las farmacias como punto de recogida de muestras de saliva ya está dando sus frutos. Hasta ahora, en el área de Vigo ha detectado 21 positivos (30 en toda la provincia).
Los farmacéuticos, junto con el personal de otros colegios profesionales sanitarios como los odontólogos o fisioterapeutas, empezaron a ser vacunados frente al COVID ayer. Junto con trabajadores de servicios de atención al hogar municipales, se pusieron 2.000 dosis.
Avisados con menos de 24 horas de antelación, la organización para mantener abiertas las boticas fue complicada en algunos casos. Pero, en general, el sentimiento era de alegría por la llegada de la ansiada inmunización. El lunes comenzará la campaña con mayores de 80 años en el área, donde hay 39.712, según los datos del Sergas.
“No se respetan los ratios de personal”
Eso es lo que denunciaron ayer trabajadores del Meixoeiro, tras la decisión del Sergas de convertir en individuales todas las habitaciones del hospital. “No es lo mismo estar tres enfermeras con 30 pacientes en turno de mañana, que estar 15 con una enfermera sola”, expuso la presidenta de la comisión de centro del Chuvi, María José Diéguez Beltrán, que remarcó que les parece una medida adecuada que no se compartan las habitaciones, pero con personal suficiente.
A las protestas también se sumaron familiares de pacientes. El Sergas alega que aumentó en 14 el número de auxiliares.
