Solo el 5% de los titulados de la UVigo perdieron su trabajo durante la primera ola de la pandemia. Un informe “histórico y pionero” en todo el sistema universitario español revela que la tasa de ocupación entre los meses de marzo y junio del año pasado cayó un 5% y que el COVID afectó en mayor medida a los egresados que trabajan en nuestra comunidad, donde el índice de empleo bajó desde el 91,7% al 86,7%.

El estudio fue presentado ayer por el exrector y responsable del Observatorio de Personas Tituladas, Luis Espada, que lo desarrolló junto con Víctor Manuel Martínez Cacharrón, durante una rueda de prensa virtual en la que también participaron el rector Manuel Reigosa y el presidente del Consello Social, Ernesto Pedrosa.

El trabajo recoge las crónicas sobre la pandemia enviadas “en tiempo real” por el Cuerpo Diplomático de la UVigo, como denomina la institución a sus titulados. Y también incluye los resultados de una exhaustiva encuesta realizada entre mayo y julio de 2020 por un total de 3.217 integrantes de todas las promociones. Los entrevistados residen en 46 países de todos los continentes, aunque la mayoría lo hace en Galicia (77,6%).

Estudio sobre el impacto de la primera ola de la pandemia en las personas tituladas de la Universidad de Vigo / Hugo Barreiro

Antes de la crisis, la tasa de ocupación de los egresados era del 92,2%. El 56,3% eran empleados por cuenta ajena en la empresa privada, el 26,5% trabajaban como funcionarios, el 6,6% eran autónomos y solo un 1,9% tenían su propia empresa. Y el contrato indefinido era el predominante (77%).

Tras la irrupción de la primera ola, el 34,3% de los encuestados refieren contagios en su entorno de trabajo. El impacto sanitario fue superior en España (58%) que en Galicia (28,4%) y en el extranjero (44,8%). Y, dentro de nuestra comunidad, las comunidades más afectadas fueron Viana, Ourense, Verín y Pontevedra.

En junio de 2020, el 86% mantenía su empleo y la tasa de ocupación global solo cayó un 5% hasta el 87,7%. Las mujeres se vieron afectadas en mayor medida que los hombres y la caída registrada en Galicia (5,5%) supera a la producida en el extranjero (2,6%) y en el resto del país (3,3%).

En nuestra comunidad, la mayor bajada de la tasa de empleo se registró en las provincias de Lugo (6,2%) y Pontevedra (6%), siendo Deza, Chantada, Terra Chá y Pontevedra las comarcas más perjudicadas.

Y por ámbitos académicos, las mayores pérdidas de ocupación afectaron al jurídico-social y al de arte y humanidades.

Las mujeres, las más afectadas por la pandemia

La primera ola incrementó la tasa de paro desde el 4,7% de marzo al 9,3% de junio. Este incremento afectó en mayor medida a las mujeres, que también sufrieron una mayor destrucción de empleo. Perdieron su trabajo el 5,7% de tituladas frente al 4% de hombres.

Los empleos más afectados fueron los no cualificados y los sectores con mayor destrucción de empleo los de cultura y ocio (30,8%), turismo y restauración (14,6%), construcción naval (11%), medios de comunicación/audiovisuales (10,4%) y farmacéutico (10,3%).

Luis Espada destacó ayer que la mayoría de quienes perdieron su empleo en la primera ola (51,6%) confiaban en recuperarlo a corto plazo.

Además, la pandemia provocó que el 54% de los egresados trabajasen desde casa, mientras que el 34% siguió haciéndolo en su lugar habitual y el 5,7% entró en ERTE.

El teletrabajo fue mayoritario en el extranjero, donde ya estaba más implantado, y fue mayoritario en el ámbito público (64%) frente a la empresa privada (49%). Por sectores, destacan las telecomunicaciones (86%), la enseñanza (84%) , investigación y consultoría (67% en ambos), y banca y seguros (63%).

En Galicia, el teletrabajo solo fue mayoritario en la provincia de A Coruña (55.6%) y el presencial tuvo las tasas más altas en las de Lugo (44%) y Ourense (43%).

Percepción del impacto

Respecto a la percepción sobre el impacto del COVID, el mayor temor de los egresados es una reducción salarial, seguida de la pérdida de empleo. La mayoría (56%) cree que los efectos sobre la economía serán negativos y duraderos, aunque la situación del hogar no se vio alterada para el 72%. Y un 64% creía tras la primera ola que se repetiría una nueva crisis, una desconfianza que acabó por confirmarse.

La idea del Observatorio de Personas Tituladas es ampliar el informe para conocer los efectos de las sucesivas olas y añadir las sugerencias aportadas por los encuestados, por ejemplo, si el teletrabajo supone más horas y si se dan las condiciones necesarias para llevarlo a cabo. “Ellos son los protagonistas y estos estudios nos permitirán estudiar el verdadero impacto global del COVID en el futuro”, destaca Espada.