Aviso a navegantes de la mayor industria gallega: el enganche del polígono de Balaídos a la red de Muy Alta Tensión (MAT) que atraviesa Porriño es una “prioridad” para la planta de Vigo del Grupo Stellantis (resultante de la fusión entre PSA y Fiat Chrysler Automobiles) y por extensión, para todo el sector de la automoción de Galicia por la “influencia que tiene en nuestra competitividad y, en definitiva, en la permanencia de este sector industrial” en la comunidad. La multinacional que preside Carlos Tavares no ocultaba ayer su malestar por la decisión del Gobierno de excluir de la planificación de Red Eléctrica de España (REE) para los próximos cinco años el proyecto de conexión de Vigo con la línea de 220 kilovoltios (kV) y apeló a que considerase los “efectos negativos” que tendría esa decisión, contra la que presentará alegaciones en las próximas semanas. También el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, criticó la propuesta del Ministerio de Transición Energética y hoy viajará a Madrid para exigirle en persona a la ministra, Teresa Ribera, que dé marcha atrás: “Espero que haya sido un error”. El alcalde vigués, Abel Caballero, descargó la responsabilidad en el propio Feijóo: “¿Por qué no lo hizo cuando gobernaba el PP?”.
Desde Stellantis volvieron a exponer ayer las desventajas para la industria viguesa que supone seguir enganchada a la red básica de 132 kV y no a las de 220 o 400 kV, de las que disfrutan el resto de fábricas de coches españolas. “En los últimos años se produjo una media de 64 huecos de tensión anuales, con afectación sobre la producción, hasta los 115 que se registraron en 2017”, precisó un portavoz de la empresa, que reconoció que “nuestra competitividad se ve fuertemente penalizada por la calidad del suministro de energía eléctrica”. “No comprendemos que se haya eludido hasta ahora la decisión política que autorizaría la excepcionalidad necesaria para acometer esta actuación, y aún resulta más incomprensible que se haya eliminado este proyecto de la planificación de REE para el próximo quinquenio”, lamentó. No acometer esta infraestructura –sostiene– penaliza “nuestra actividad en Vigo, ya que nos posiciona en clara desventaja respecto a otras implantaciones industriales en un momento de transformación de la automoción a nivel global en el que la eficiencia y la competitividad condicionan todas las decisiones de inversión”.
La empresa ha realizado varios estudios técnicos en colaboración con la Universidad de Vigo que avalan el beneficio de la competitividad del principal sector industrial de Vigo y su entorno con el enganche a la red de 220 kV, ya que se evitarían en gran medida las interrupciones de suministro que se producen actualmente. Desde Stellantis recuerdan que la planta de Balaídos ha invertido más de 650 millones de euros en sus dos últimos lanzamientos industriales, generando más de 2.500 nuevos empleos, y recalcan: “Conseguir nuevas inversiones en el futuro dependerá de la competitividad de nuestra fábrica, y a ello contribuirá decisivamente la fiabilidad del suministro de energía eléctrica que recibe la planta”.
“Por este motivo, cuestionamos la decisión de retirar el proyecto de conexión a la Red de Muy Alta Tensión de la Planificación de REE, apelamos al Gobierno a calibrar y considerar los efectos negativos que tendría no realizar esta actuación y anunciamos nuestra voluntad de presentar las alegaciones oportunas para que se reconsidere”, remarcó. Además de una mayor fiabilidad en el suministro eléctrico, la conexión a la red de Atios-Pazos abarataría también en aproximadamente un millón de euros al año la factura eléctrica de la factoría, que podría así competir en igualdad de condiciones con las otras dos plantas de Stellantis en el país.
Xunta
“No solo no te dan lo que te corresponde, sino que te quitan lo que ya teníamos”. Con notable malestar recibía ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la decisión del Ministerio de excluir al polígono industrial de Balaídos, y a todo Vigo, del plan de Muy Alta Tensión en el periodo 2021-2026. El titular autonómico acude hoy a Madrid para mantener una reunión con la ministra, Teresa Ribera, y exigir que se reconsidere esa decisión. “Nos había costado mucho incluir ese proyecto en las previsiones de REE. Yo personalmente lo llevé a Moncloa, en concreto con Rajoy como presidente, se despachó con el Ministerio de Industria y la propia REE y logramos incluirlo en sus programas, pero desgraciadamente ahora vemos que se abandona, se suprime para el presenta y para el futuro”, criticó.
Aseguró que “REE tiene previsto invertir 6.000 millones de euros y a Galicia le toca un 1,2%, entre 60 y 62 millones. “Como comprenderá, ni aceptó ese 1,2% total y la exclusión de la nueva subestación, fundamental para la empresa más importante del área y para el resto de industrias”, apostilló. Por eso, acudirá esta tarde al despacho de la ministra con la “esperanza de que sea un error, porque de no ser así, sería una enorme decepción ya que ni siquiera se respeta lo que estaba comprometido”.
Concello
El alcalde apuntó ayer directamente al mandatario gallego para resolver la inclusión de Vigo en los planes de REE: “Lo que tiene que hacer Feijóo es explicar por qué no lo hizo cuando gobernaba el PP. ¿Cómo no lo arregla? Visita muchas veces Citroën pero no es capaz de solucionar nada”, criticó.
“La red ganaría fiabilidad incluso para los usuarios que se mantuviesen a 132 kV”
El grupo de Energía Eléctrica de la Universidad Vigo realizó en 2017 un estudio para PSA Citroën que sigue teniendo “plena vigencia”, explica Camilo Carrillo, ya que desde entonces no se producido “ninguna modificación significativa”.
-¿En qué consistió ese informe?
-El estudio se centró en las fiabilidades de dos niveles de tensión, 132 y 220 kilovoltios (kV), en términos de cortes de suministro y cortocircuitos, sobre todo, debidos a rayos. Son una de las principales causas de incidencias en este tipo de redes ya que son aéreas y, por tanto, están bajo la influencia de los agentes meteorológicos. También se pueden producir caídas de ramas de árboles pero los rayos son la más habitual. Dependiendo de su severidad, cercanía y otras variables provocan un cortocircuito, y el suministro se restablece en tanto en cuanto se aísle esa línea o desaparezca el problema que lo originó. En el estudio vimos que las líneas de 132 kV, como de la que se alimenta Vigo, están más expuestas a la caída de rayos por su disposición sobre el terreno. Y si a esto le unimos el hecho de que su nivel de aislamiento eléctrico es inferior al de las líneas de 220 kV pues hay más probabilidades de que se produzcan problemas. Esto no solo afecta a PSA. Cuando hay un corte del suministro en estos niveles de tensión también afecta a todos los clientes que están por debajo del mismo en esa zona de influencia. En PSA, en el año 2016, tuvieron en torno a 55 huecos de tensión. Aunque el corte dure menos de un segundo, todos los equipos se quedan parados y es necesario reiniciarlos. Hay procesos que no son críticos, como nos puede pasar a cualquiera de nosotros en casa. Un corte no va más allá de volver a poner en hora el reloj del microondas. Pero si el proceso de pintado se interrumpe durante un minuto igual ese producto ya no es recuperable. Y esto afecta a cualquier empresa del sector industrial con procesos más o menos automatizados.
-Los perjuicios, por tanto, no solo son para PSA .
-Claro, claro. En estos años también hemos analizado huecos en un parque eólico, por ejemplo. El hueco de tensión es un pequeño corte de suministro que tiene repercusión en toda la red eléctrica. Y obviamente, cuanto menor sea tu nivel de tensión más susceptible eres de sufrir las consecuencias de ese incidente.
-¿Se solucionarían estos problemas con una red de 220 kV?
-Se mejora. El problema de los rayos no tiene remedio. Pero cuanto mayor sea el nivel de tensión del suministro menos se propaga ese incidente porque las líneas son más robustas e inmunes. Están más malladas, es decir, hay más posibilidades de restablecer el suministro por caminos alternativos. Cuanto más bajes el nivel de tensión es más fácil que te quedes sin suministro. Está muy claro que cuanto mayor sea el nivel de tensión mayor es la fiabilidad.
-Entonces se beneficiaría toda la ciudad.
-Sí, sí. Como el encargo fue por parte de PSA estudiamos más en detalle su instalación pero para cualquier planta industrial con un elevado grado de tecnificación estos cortes de tensión son un problema.
-Además Vigo es una de las pocas urbes en su rango de población con 132 kV.
-En su momento también hicimos un ranking y en la horquilla de Vigo, entre 200.000 y 300.000 habitantes, donde entran 19 ciudades, solo hay otras dos por debajo de 220 kV, Elche y Santa Cruz de Tenerife. Y Jerez de la Frontera está en 66 kV.
-Llama la atención que ninguna tenga el carácter industrial de Vigo.
-Claro. No es lo mismo una ciudad turística, donde la fiabilidad del suministro es importante pero un corte no causa ningún impacto, que una ciudad como Vigo con varios polígonos industriales.
-¿Resultaría muy compleja la conexión?
-No lo analizamos pero se podría utilizar el trazado que ya existe para subir el nivel de tensión. Puede tener cierta complejidad y además requiere una inversión por parte de los usuarios interesados porque las instalaciones demandan mayores requisitos de seguridad. Pero aun manteniendo el mismo nivel ganarían fiabilidad. Simplemente por el hecho de llegar a 220 kV, el sistema es más fiable aunque tú te alimentes de 132. Se beneficiarían todos los usuarios, incluso los domésticos.
-En todo caso, a las empresas les puede compensar la inversión.
-Claro. Y además cuanto mayor sea el nivel de tensión del que te suministras más barata es la energía porque a la compañía distribuidora le resulta más barato llegar a ti.
-¿Las objeciones al proyecto son solo económicas o políticas?
-Cualquier instalación cuesta un dinero y alguien debe estar dispuesto a pagarla.
