Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas fueron ayer miércoles escenario de manifestaciones contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. Vigo no fue una excepción y a última hora de la tarde de ayer hubo una marcha en la que participaron más de medio centenar de personas y que acabó con disturbios, lo que obligó a movilizar a patrullas de la Policía Local y también a dotaciones del grupo UIP de la Policía Nacional. La manifestación no contaba con autorización de la Delegación del Gobierno.

Fuentes policiales explicaron que los manifestantes tomaron varias calles del centro de Vigo, interrumpiendo el tráfico y causando actos vandálicos: tiraron contenedores que se fueron encontrando a su paso y, apuntan las mismas fuentes, también llegaron a arrojar piedras contra varios de los coches policiales.

La marcha, en la que los participantes llevaban una pancarta y coreaban consignas como “libertad” o “policía asesina”, pasó por céntricas calles como Policarpo Sanz, Colón, Urzáiz, Príncipe y la zona junto a la jefatura de la Policía Local, motivo por el que todas las patrullas se dirigieron a ese punto por si había allí algún altercado, que no se produjo. Finalmente, los manifestantes se dispersaron en la calle Venezuela sin que después se produjeran más incidentes.

Sobre los incidentes relacionados con el lanzamiento de piedras a las patrullas policiales, fuentes oficiales de la Policía Nacional concretaron que ocurrieron ya en la calle Venezuela, donde parte de los concentrados apedrearon dos coches de la Policía Local, rompiendo los cristales, motivo por lo que la UIP de la comisaría se desplegó en apoyo de los agentes municipales y disolvió a los manifestantes. Al menos por el momento no se produjeron detenciones.

Las protestas en Madrid y Cataluña también acabaron con cargas policiales.