Diez celtarras a juicio acusados de agredir con palos y bates a aficionados del Mérida en Vigo

La Fiscalía solicita 9 meses de prisión y multa de 8.100 euros para diez ultras vigueses que en mayo de 2018, en compañía de otros treinta celtarras que no fueron identificados, “asaltaron” supuestamente un bar ubicado en Canido donde en ese momento se encontraban “pacíficamente” un grupo de aficionados del Mérida F.C., equipo que se había trasladado a la ciudad olívica para disputar un partido de fútbol con el Coruxo en el campo de O Vao. El Ministerio Público acusa de tres delitos: desórdenes públicos, daños y lesiones. La Liga Nacional de Fútbol Profesional está también personada en la causa como acusación y eleva su petición de cárcel a cuatro años. La vista se celebrará en la Audiencia de Vigo.

 Según relata la Fiscalía en su escrito de calificación provisional, los hechos ocurrieron a las 13.45 del 26 de mayo de 2018 cuando, debido al partido que se iba a celebrar ese día en Coruxo, un grupo de unos 40 ultras que portaban “palos, bates y piedras” asaltaron de forma súbita y violenta un bar de Canido donde estaban los aficionados meridanos. “Pese a los intentos del personal del establecimiento para que no accedieran al interior, [los acusados] preguntaron dónde estaban los aficionados del Mérida y con el rostro oculto total o parcialmente con pasamontañas, capuchas y bufandas tiraron y rompieron botellas, mesas, sillas y vajillas”, concreta el Ministerio Público, que añade que también “fracturaron cristales y la televisión”, “clavaron cuchillos en la pared” y “de forma violenta e indiscriminada” se dirigieron a los seguidores extremeños “y comenzaron a agredirles con los objetos que portaban”. Muchos de los aficionados eran familias enteras que habían viajado hasta Vigo para apoyar a su equipo y que estaban comiendo en ese bar.

Lesionados

Varios de los seguidores del Mérida atacados sufrieron “evidentes lesiones”: uno de ellos tenía un corte en el tabique nasal, otros dos presentaban traumatismos craneoencefálicos leves junto a contusiones y erosiones, otro herido sufrió un traumatismo en la rodilla y uno más recibió puñetazos, patadas y golpes por el cuerpo con un bate de béisbol.

El violento asalto también afectó al bar, que dejó de prestar servicio desde el mediodía hasta las ocho de la tarde y que sufrió numerosos desperfectos tasados en más de 650 euros. Alguno de los acusados tiene antecedentes penales.