No va a evitar un brote, pero sí puede reducir su transmisión si se produce. Tras el foco declarado a mediados de enero en el Hospital Meixoeiro, el Área Sanitaria de Vigo ha decidido extremar las precauciones. Aprovechando la disponibilidad de espacios, convertirá en individuales todas las habitaciones. La polémica ha surgido porque la Dirección mantendrá la misma cantidad de personal para atenderlos. La comisión de centro del Chuvi denuncia que supone “modificaciones en las condiciones de trabajo” y pide la paralización de la medida “mientras no sea acordada por la representación de las trabajadoras y que se asegure una atención adecuada, digna y segura”.

De las 191 habitaciones del Meixoeiro, solo 48 era de uso individual. Ahora lo serán todas. La decisión se tomó tras el análisis del comité multidisciplinar COVID-19 del Chuvi, que estableció una serie de recomendaciones para minimizar el riesgo de posibles brotes de infección por coronavirus en el Meixoeiro o, de suceder, poder contenerlos y afrontarlos con mayor seguridad.

Una de sus propuestas es la necesidad de ingresar a los enfermos en habitaciones individuales. Hay que tener en cuenta que el perfil principal del paciente del Meixoeiro es el de una persona mayor pluripatológica ingresada en Medicina Interna o Geriatría. Por lo tanto, es un grupo más vulnerable ante el contagio por el virus SARS-CoV-2.

El Área Sanitaria de Vigo explica que el hospital de Puxeiros pasa ahora a organizarse como el Álvaro Cunqueiro. En una primera fase, cada unidad contará con 17 camas en 17 habitaciones. Si fuera necesario, se recuperarían cuartos dobles, en la segunda fase, con 34 camas por unidad. La Dirección defiende que es un modelo “caracterizado por una gran flexibilidad y que tiene contrastada eficacia, sobre todo, durante esta pandemia”.

Procedió a individualizar ayer las habitaciones e las plantas quinta, sexta y séptima. El lunes se completará el proceso con la segunda y la tercera.

La comisión de centro del Chuvi reprocha que el Sergas no informara a los sindicatos de estos cambios. Aplaude la medida para el control de la infección, pero advierte de que “tal y como se está produciendo puede afectar negativamente a la capacidad de los profesionales para garantizar la continuidad asistencial”. Denuncian que, para atender cada ala de 17 pacientes, habrá una enfermera y dos auxiliares (TCAE) de tarde y una enfermera y una auxiliar de noche. “Supone una sobrecarga al no tener apoyo en caso de eventualidades habituales como la descompensación de algún paciente o la atención a personas desorientadas” También apuntan que las trabajadoras consideran la medida “muy negativa” porque “supone un problema en la seguridad de los pacientes”. El Sergas señala que se va a reforzar la plantilla con 14 TCAES, duplicando presencias de tarde y noche.

Un cuidador por paciente

La situación epidemiológica llevo a restringir las visitas de familiares al hospital. El Sergas da ahora un paso para “suavizar” esta restricción y crea la figura del “familiar cuidador”. Se le permitirá que acompañe de forma continuada al ingresado durante toda su estancia. No podrá salir de la habitación salvo causa justificada. Se le ofrecerá menú de acompañante y podrá descansar en la segunda cama. Tendrá una identificación y se le realizará una PCR cada 6 días.