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El sentido adiós al exdecano Antonio Romero

Antonio Romero en 2013, cuando fue nombrado Vigués Distinguido

Con 90 años y una envidiable lucidez, consultaba y compartía día a día la actualidad jurídica. Y seguía formando a alumnos para sus oposiciones. Antonio Romero Lorenzo, exjuez decano de Vigo y exmagistrado emérito del Tribunal Supremo, falleció ayer víctima del coronavirus causando una enorme conmoción en el ámbito judicial olívico y del resto de Galicia. Fue un día triste. Vigués Distinguido, con él al frente los juzgados dieron un paso de gigante con ese hito que fue la llegada de la Audiencia y con la creación del segundo edificio de la calle Lalín. Pero su legado va más allá. Brillante como magistrado y con vocación docente, destacó también por su calidad humana. Educado, afable, dialogante, con la puerta de su despacho siempre abierta... Así lo recordaban ayer quienes lo conocían. “Se va un referente que deja profunda huella”, coinciden. Dada la situación excepcional por el COVID-19 la misa y su incineración serán hoy en la intimidad familiar y no se recibe duelo. El deseo de la familia es, cuando la pandemia lo permita, celebrar un funeral al que puedan ir todos los que tanto querían a Don Antonio.

“Voy al Tribunal Supremo porque no quiero dejar de trabajar”, afirmaba Romero en una entrevista en septiembre de 2000 con motivo de su jubilación. Y así, activo y con curiosidad por seguir aprendiendo, continuó hasta el final. Nacido en Santiago en 1930, entró en la carrera judicial en 1959. Tras destinos como Corcubión, Betanzos o Castellón, fue destinado a Vigo en 1978, como juez de Primera Instancia e Instrucción. En los 90 lo nombraron juez decano, sucediendo a Julián San Segundo. Una década después, con 70 años, llegó su jubilación, pero no el fin de su carrera profesional. Aún sería magistrado emérito del Supremo. Su trayectoria siempre estuvo también ligada a la docencia, como profesor asociado en la Universidad de Vigo.

La lista de homenajes y reconocimientos es inmensa: uno de los últimos, el premio Iurisgama que recibió en 2018 en el Senado por su larga trayectoria como jurista de reconocido prestigio. “Mi padre era una persona apreciada y querida, una persona muy vinculada a Vigo y a todo lo que representa”, afirmaba ayer uno de sus cuatro hijos, el notario Jaime Romero. “Era un enamorado del Derecho y con una segunda vocación, la docencia”, añade, destacando, en lo profesional, la “claridad” y perfecta “argumentación” de sus sentencias y esa interpretación del Derecho que tenía “progresista” atendiendo “a la parte más débil”. Sobre su forma de ser recuerda esa “proximidad” que mostraba, su saber “escuchar”, el tener siempre las “puertas abiertas” y el tratar de ser una persona “justa”.

Para la judicatura ayer fue un día triste. “Era una persona que desprendía sabiduría, sentido común y afabilidad; agradezco mucho los consejos que me dio”, destaca el actual juez decano vigués, Germán Serrano. El fiscal jefe provincial, Juan Carlos Aladro, resalta su “brillantez” en lo judicial, con un “sorprendente” conocimiento del Derecho, y su “extraordinaria calidad humana” como persona: “Y a día de hoy seguía teniendo una lucidez propia de una persona joven”. La fiscal jefe de Vigo, Susana García-Baquero, lamenta que se fue “un gran compañero y un referente jurídico.” Y el magistrado y presidente de la APM Manuel Almenar –asociación a la que pertenecía Romero– describe así la pasión que tenía por el Derecho: “Nos seguía mandado por WhatsApp o por correo electrónico las novedades judiciales que salían en el BOE, en revistas especializadas... Estaba totalmente al día”.

Fallece el exdecano Antonio Romero: un juez brillante y de gran calidad humana

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Sus nietos: “Querido abuelo, tu presencia siempre estará viva en nuestro recuerdo”

Querido Abuelo. Has sido un apoyo incondicional para todos, siempre positivo, optimista, luchador... Con esa sorna gallega que te caracterizaba conseguías atraer la atención de todos los que te rodeábamos. Imposible pasar desapercibido con ese cariño que desprendías y que nos mantendrá eternamente enganchados a ti. Para terminar estas pequeñas palabras en tu recuerdo, voy a utilizar un adjetivo que utilizabas mucho pero esta vez para decir que eras y siempre serás una persona FORMIDABLE. Tu presencia nunca se irá, siempre estará viva en nuestro recuerdo.

* De Sofía, Cristina, Álvaro y Andrés

Los grandes logros de su mandato: la llegada de la Audiencia a Vigo y el nuevo edificio

Jesús González Puelles estuvo al frente del Colegio de Procuradores de Vigo cuando Antonio Romero fue juez decano. “Los juzgados que tenemos ahora en la ciudad se deben en gran parte a él”, afirma. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, un importante aumento del número de tribunales y la inauguración del nuevo edificio de calle Lalín fueron logros de su mandato. “Pudo haber ascendido como magistrado a la audiencia provincial o al tribunal superior de justicia, pero renunció por su trabajo como decano aquí en Vigo”, resalta. El actual decano de los procuradores, José Antonio Fandiño, lleva 37 años de trayectoria. “Fue un padre jurídico para todos los que empezamos; buen magistrado y mejor persona”, describe, indicando que el colegio lo nombró decano de honor en 2000. La decana de los abogados, Lourdes Carballo, hace hincapié en que era un juez “recto y riguroso” y a la vez “cargado de amabilidad”. También guardan gran recuerdo de él los funcionarios que estuvieron en su juzgado, Primera Instancia 3. “Daba gusto oírlo hablar, te instruía”, dice Román Martínez. Xosé Barreiro cuenta que intentaba ayudar a los abogados jóvenes en la sala de vistas: “Por su vocación de maestro”. Y Ana Novo, su secretaria en el decanato, afirma que era como un padre para todos. Continuaba reuniéndose periódicamente con ella y otros funcionarios: “Nos seguía teniendo a todos como una piña”.

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