El Carnaval, de la calle al aula

Alumnos del Colegio Monterrey con sus parajitas y lazos.

Alumnos del Colegio Monterrey con sus parajitas y lazos.

Ni desfile, ni concurso de disfraces ni entronizar el Meco ni entierro de la Sardina. El Carnaval fue una de las grandes fiestas que el año pasado logró esquivar la llegada de la pandemia pero en este 2021 se ha topado de lleno con el virus. Todas las actividades –aunque fueran al aire libre– que año tras año organizaba el Concello y asociaciones culturales a lo largo de una semana de celebraciones tuvieron que cancelarse bien por las restricciones, bien por la elevada incidencia del COVID.

Pero esta situación no ha podido con la ilusión de los centros educativos que, sin bajar la guardia y respetando todas las medidas sanitarias, organizarán sus propias fiestas de Carnaval. Todos cumplen unas normas mínimas: disfraces hechos en casa, para evitar compartir instrumentales en el aula, de forma privada; es decir, se reserva a los propios alumnos del centro y se mantendrá el sistema del aula burbuja, los alumnos bajarán al patio junto a los de su unidad, sin mezclarse con el resto de clases.

Alumnos del Colegio Monterrey con sus disfraces

Alumnos del Colegio Monterrey, ayer, durante el recreo, con sus gorros de policía, payaso o bombero.

Actividades de las ANPAS

También este año, el CEIP Valle Inclán no contará con su tradicional desfile ni festividad, pero sí una chocolatada organizada por su ANPA ambientará mañana una tarde de disfraces en el centro y con premios para los más originales, eso sí, por turnos y según sus clases.

En el Niño Jesús de Praga tampoco querían que los niños “perdieran todas las festividades”, por ello, el alumnado de Infantil y Primaria tendrán su particular fiesta este viernes en el centro con “disfraces traídos de casa, ya no los hacen aquí como otros años” y “en dos turnos con tres grupos cada uno”, explica José Ángel Cillero, su director.

En el caso del Colegio María Inmaculada, organiza un concursos de disfraces on-line, donde el alumnado deberá subir una foto de su disfraz a la web del ANPA, donde la más votada será la ganadora.

A la orden del Meco

Otros colegios, como el Apóstol Santiago o el Colegio Monterrey llevan toda la semana preparando a sus alumnos para la celebración del Entroido. ¿Como? Los primeros decorando todas las estancias del centro educativo y portando disfraces, siempre y cuando respeten una normativa: los niños no deben llevar complementos que se puedan pasar entre ellos.

Los segundos, llevan tres días bajo las órdenes del Meco que preside el colegio. Desde zapatos o calcetines de diferentes colores, pajaritas o pijamas, cada día de la semana deberán “cumplir” con la vestimenta reglamentaria. “Otros años incluso salíamos a la calle, hacíamos temática conjunta y ahora cada uno lo hacen en sus casas; hay que atender a la situación”, explica Marisa Gama, del CPR Plurilingüe Monterrey.

En las guarderías y escuelas infantiles también se suman al decorado y confección de los disfraces, pero con materiales propios del aula, como en la E.I. Picariños.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents