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Un viaje de "ida y vuelta" en 140 años

Trabajos de cimentación para la fachada

Un largo (y sinuoso) viaje de ida y vuelta, que comenzó hace más de 140 años, cuando se construyó la estación ferroviaria original de Urzáiz, y que culminará a finales de 2021 con el “regreso” de parte de ese edificio –la fachada– a la Praza da Estación. En este historia se entrecruza, además, otra “casualidad” que hace que este año se complete el círculo de las vicisitudes de la terminal del tren por antonomasia de Vigo. En 1987, el entonces ministro de Transportes, un Abel Caballero de poco más de 40 años, presidía la inauguración de la estación que suponía el cierre del edificio del siglo XIX. Tres décadas y media después es de nuevo Abel Caballero, esta vez como alcalde, el que activa el “regreso” de esa histórica fachada a la Praza da Estación. Estos días se trabaja en la cimentación de la estructura que sustentará esa emblemática muestra de la historia de la ciudad. Estará adosada al muro hacia la calle Urzáiz y formará parte de la remodelación completa de la plaza, la última pieza del puzzle en la radical nueva imagen de todo ese entorno que supondrá el centro Vialia. 143 años después del primer edificio y 34 años más tarde de su sustitución, el círculo quedará cerrado por completo.

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¿Recuerdan la fachada de la original estación ferroviaria de Urzáiz? FDV

El edificio en cuestión, diseñado por el ingeniero Javier Boquerín, se ejecutó en 1878, aunque el ferrocarril no llegó hasta junio de 1881. En 1923 se modificó su aspecto al construirse una segunda planta sobre las dos alas laterales. Fue la única terminal del tren de Vigo durante 106 años, hasta que el 28 de septiembre de 1987 se inauguró la nueva estación, que costó 1.400 millones de la época (8,4 millones de euros). Ambas sedes convivieron hasta finales de la década de los años noventa. Aquel acto contó con la presencia de Caballero como ministro, Manoel Soto como alcalde y Julián García Valverde como presidente de Renfe.

Veinte años desmontado

Este edificio de 1878 está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde octubre de 1990 y, por tanto, su protección patrimonial es total. Tras su cierre, se barajaron varios usos alternativos, desde oficina de Correos a Conservatorio de Música, pero finalmente el edificio se desmontó en 2000 y desde entonces las piezas de sillería están almacenadas en una parcela de Adif en la estación de Redondela. Desde allí “vio” como su terminal sustituta volvía a ser reemplazada, esta vez entre 2011 y 2015, con el edificio provisional que da entrada al nuevo complejo ferroviario y que sirve de escenario también para el centro Vialia y la futura estación de autobuses. Esta estación provisional también está condenada a desaparecer. La "piqueta" la derribará el próximo mes. Con la construcción del túnel de Lepanto, el derribo del viaducto de Alfonso XIII y la remodelación de la calle Baixada á Estación y la propia plaza, las piezas guardadas desde hace dos décadas en Redondela, regresarán y lucirán a escasos metros de su emplazamiento original, que aún recuerdan muchos vigueses.

El “broche de oro” será el complejo de ascensores previsto en la zona. Uno, desde la plaza hasta el cruce de Urzáiz y Vía Norte, muy cerca de la reconstruida fachada y que podría estar listo a principios de 2022; y otro –más de un ascensor, un sistema de conexión peatonal– entre García Barbón y Vía Norte, cifrado en 7,2 millones de euros y cuyo funcionamiento se anuncia para principios de 2023.

Reapertura temporal de Alfonso XIII

El propio Caballero recordaba ayer su etapa como ministro (de 1985 a 1988) y la inauguración que presidió en medio de aquel mandato con Felipe González, al informar que la calle Alfonso XIII se reabre el tráfico hoy jueves, desde las 11.00 horas, una vez que ha desaparecido por completo el paso elevado sobre el vial. “Será la primera vez en décadas que se abra sin aquel molote atrapafurgonetas”, en referencia a los accidentes frecuentes que dejaba atrapados bajo el puente a los vehículos con un gálibo superior a los 2,5 metros.

Con este medida, los vehículos no tendrán que desviarse por Urzáiz hacia República Argentina para poder llegar a García Barbón. Lepanto, sin embargo, no se reabrirá. El acceso a Alfonso XIII deberá realizarse por Baixada Á Estación. Sin embargo, esta reapertura es temporal, solo por 18 días, hasta el 22 de febrero, para que los vigueses puedan conocer esta nueva imagen de primera mano. El segundo cierre será mucho más prolongado, Se prevé que en un mes comiencen los trabajos de demolición de la estación provisional de Urzáiz. Unas tareas que irán en paralelo a la reforma de la plaza con lo que será necesario de nuevo volver a cortar al tráfico esta zona, al menos hasta final del verano, por lo que volverá a aplicarse el plan de desvíos.

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