Los trabajadores de emergencias de las ambulancias del área sanitaria de Vigo están trabajando a destajo en esta tercera ola de la pandemia. Realmente lo están haciendo desde el inicio, pero tras las navidades están notando un incremento “notable” en las asistencias. Y, como no podía ser de otra forma, el COVID es protagonista en muchas de ellas. Sin ir más lejos, según varios trabajadores, una de cada dos salidas las realizan para atender patologías respiratorias con síntomas como fiebre o disnea, y que son por tanto personas sospechosas de estar contagiadas. La buena noticia es que tras casi un año desde el inicio de la pandemia, los profesionales tienen cada vez más información y no iban tanto a ciegas. Así, cuando reciben el aviso del 061 se les transmite una información muy detallada del paciente al que tienen que salir a atender.
“En la primera ola por ejemplo no conocíamos muchos de los síntomas, como la pérdida del gusto o del olfato. Ahora tenemos más información y sabemos que hay más síntomas asociados al coronavirus”, explica Julio Villa, técnico de emergencias en el área sanitaria de Vigo. Este profesional trabaja para Ambulancias Rías Baixas, una empresa que no tiene concierto con el Sergas y que por tanto atiende en su mayoría a pacientes de aseguradoras privadas. Precisamente por este motivo, denuncian que han sido “excluidos” de la vacunación que se está llevando a cabo entre el personal sanitario. “Es una discriminación”, asegura Julio Villa. “Nosotros estamos en la calle y expuestos al virus en las casas y seguimos sin saber nada de la vacuna”, lamenta. Los trabajadores de Ambulancias del Atlántico, la empresa concesionaria del servicio, sí que han recibido la vacunación. Fuentes del Sergas aseguran que los técnicos de emergencias de Ambulancias Rías Baixas serán vacunados en el orden que corresponda según los criterios fijados por Salud Pública.
Hasta ahora se ha inyectado ya la primera dosis contra el COVID a 9.650 personas en el área de Vigo, entre las que se incluyen trabajadores y usuarios de las residencias y profesionales sanitarios que están en primera línea de la atención del coronavirus.
