Mientras la segunda dosis de la vacuna contra el COVID han empezado a suministrarse en las residencias de mayores del área sanitaria de Vigo, los goteos de casos en los centros que todavía no han cumplido el proceso siguen siendo constantes. Es el caso de la residencia privada Ballesol, que ya el pasado noviembre registró un grave brote con 42 usuarios infectados. Tras librarse del virus, el COVID volvió a entrar en el centro: la Consellería de Política Social comunicó ayer dos positivos entre los trabajadores de esta residencia, ubicada en plena calle Gran Vía, en la esquina con Luis Braille. De momento, no obstante, no se han notificado el contagio entre ninguno de los mayores.

Por su parte, la Consellería de Política Social confirmó ayer las cifras del brote que se vive en la residencia de discapacidade Nuestra Señora Fátima y Cristo Rey, con 28 usuarias y dos usuarias infectadas. Este brote se debe al incremento de casos de coronavirus registrado en esta localidad tras el periodo navideño, cuando se produjeron desplazamientos procedentes de las ciudades, que presentan una mayor incidencia acumulada que las zonas rurales. Como consecuencia, se ha procedido a aislar a los casos positivos y sus contactos la residencia se trabaja con grupos sectorizados desde marzo con el objetivo de evitar la propagación del virus. No obstante, distintas fuentes inciden en que la discapacidad que presentan las usuarias conlleva dificultades para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad. Hay que recordar que tanto el personal como las usuarias de esta residencia habían recibido ya la primera dosis de la vacuna contra el COVID, pero que antes de hacerlo habían desarrollado ya previamente la incubación del virus.

Stella Maris (Nigrán), Mi Casa (Pazos de Borbén), Paz y Bien (Tui), Moledo (Vigo), Las Angélicas (Vigo), DomusVi Cangas, Santa Teresa de A Cañiza, centro residencial de Tomiño, DomusVi Barreiro, O Lecer (Vigo), Vistahermosa (Vigo) y Bo Día (Nigrán) son los otros centros para mayores o de discapacitados que tienen algún contagio entre sus usuarios o sus trabajadores. El caso más grave es el de la residencia Paz y Bien, en Tui, que tiene 61 usuarias mayores y 29 trabajadoras contagiadas.

Para la detección precoz de casos en este tipo de instalaciones para la tercera edad el Sergas lleva a cabo periódicamente cribados y evitar así que el virus se transmita con rapidez.