La esfera de Príncipe. | // FDV

Contenedores movidos por el viento. | // A. VILLAR

Un barco del transporte de ría. | // R. GROBAS

Un árbol desplomado sobre un coche. | // FDV

La borrasca Gaetan dejó huella en Vigo. Con ráfagas de viento que alcanzaron los 95,4 kilómetros por hora en la estación del campus olívico y rozaron los 110 en las islas Cíes, el temporal provocó un reguero de más de 80 incidencias que se concentraron sobre todo a última hora de la noche del martes, durante la madrugada y a lo largo de la mañana de ayer. Árboles caídos en plena calzada y en algunos casos sobre vehículos, vallas y contenedores que acabaron en el medio de la carretera o chapas volando centraron la actividad de Policía Local y bomberos. Los vuelos programados en Peinador despegaron y aterrizaron sin problema, si bien se llegaron a precintar los accesos peatonales por el exterior de la fachada de la terminal para que los peatones accediesen desde el parking, medida para evitar daños en caso de desprendimientos. En el mar, el transporte de ría se suspendió durante tres horas por la mañana. Y en tierra firme hubo dos aparatosos sucesos que se saldaron si heridos: la caída de una bola de piedra de un edificio de Príncipe y el desprendimiento en el puente de Rande de un carro de mantenimiento de cuatro metros, una especie de andamio que se desplomó al lado de la PO-554, que se dirige a Vilaboa, sin afectar a la circulación.

“Seguramente debió de haberse activado la alerta roja”, reflexionaba el alcalde de Vigo, Abel Caballero, a la hora de resumir las incidencias dejadas por una borrasca para la que se activó el nivel naranja. Hubo medio centenar de intervenciones en una ajetreada noche. Ya por la mañana, una treintena más. El viento desplazó contenedores en praza de España, Martínez Garrido, Gran Vía, Ramón Nieto y en otras calles como Burgos, Tui o Purificación Saavedra. En Florida hubo problemas con vallas con base de cemento y en Urzáiz se movieron los parapetos y separadores de una terraza. En Martínez Garrido voló el toldo de un bar. En la calle Teixugueiras un urinario de obra salió volando y cayó sobre un turismo.

También hubo que intervenir por una bolsa de agua en la entrada de la AP-9 y por adornos de navidad colgando. Y, en cuanto a árboles, se desplomaron en zonas como Camiño de Fionde (Bembrive), Camiño San Antonio (Candeán), O Castro o la carretera de O Vao. El episodio más aparatoso fue en calle Baiona, donde varias ramas de hasta 12 metros cayeron sobre tres coches y una isleta de reciclaje, afectando también al cableado navideño y quedando la calle cortada. Otro árbol se derrumbó sobre otro vehículo en Clara Campoamor. Y hubo caída de losetas de un edificio de Castelao, voló el tejado de un galpón en la calle Ceboleira o ya ayer al mediodía el viento también obligó a cortar un tramo de Travesía de Vigo, a la altura de los edificios de Fenosa, por el desprendimiento de varias planchas. Hubo un desplome de cornisa en la calle Xílgaro y de fachada en camiño Redomeira.

Una de las incidencias más aparatosas causadas por el temporal se produjo en la mañana de ayer en el puente de Rande. Fuentes de Audasa, concesionaria de la AP-9, explicaron que se desplomó un carro de mantenimiento de aproximadamente un metro de ancho por cuatro de largo que se estaba utilizando para revisiones ordinarias de mantenimiento en el puente, si bien dichos trabajos estaban suspendidos desde el martes por la alerta del temporal. Esta especie de andamio cayó a una zona restringida, explican, sin que afectase a la circulación ni de la autopista ni de la carretera que se dirige hacia Vilaboa, algo que también confirmaron desde la Guardia Civil. Tras trasladarse al punto un grupo de operarios, la estructura fue retirada.

Investigación tras la caída de una esfera de piedra de un edificio de Príncipe

Una de las incidencias más llamativas del casco urbano vigués, por el potencial riesgo que pudo haber causado, fue el desprendimiento de una bola de piedra de un edificio que está en obras en la céntrica calle del Príncipe. No hubo heridos. Se trata de una esfera de unos 40 centímetros de diámetro, según concretaba ayer el alcalde vigués, que avanzó que este siniestro está siendo objeto de investigación. El desplome ocurrió a las 21.30 horas del martes y, teniendo en cuenta que el toque de queda por la pandemia del coronavirus está decretado a las 22.00, está vía comercial y habitualmente muy transitada estaba ya casi vacía. El lugar exacto del desprendimiento fue el inmueble en cuyo bajo se ubica el establecimiento comercial Cortefiel y la figura se cayó de uno de los balcones que adornan la fachada encima del local. Estas bolas se sitúan en los extremos de cada balconada del edificio. La Policía Local precintó la zona como prevención en caso de que se produjesen más desprendimientos.

Unos 700 hogares sin luz por el desplome de un árbol sobre el cableado eléctrico

La borrasca también dejó a cientos de hogares vigueses sin luz. Según confirmaron fuentes oficiales, unas 700 familias que residen en la zona del polígono de O Caramuxo estuvieron sin suministro eléctrico en sus viviendas durante aproximadamente 200 minutos a causa de la caída de un árbol que afectó a este servicio. El aviso de esta incidencia se produjo en torno a las 01.15 horas de la madrugada y se pudo solucionar antes de la mañana.