Enero no perdona. Tras la ola de frío que hizo que Vigo se despertase durante días con madrugadas gélidas y coches, parques y calles cubiertos de placas de hielo, llega ahora una borrasca que –según la previsión de Meteogalicia– descargará lluvias a partir del martes. Entre una y otra, heladas y aguaceros, el invierno ha dejado un respiro “meteorológico” que muchos vigueses aprovecharon ayer para acercarse a Samil y disfrutar de largas caminatas por el paseo marítimo.

Al anticiclón se sumaron también las restricciones aprobadas por las administraciones para atajar la expansión del COVID y que impiden, por ejemplo, entrar o salir de Vigo sin causa justificada. Si Samil es uno de los lugares predilectos para las caminatas dominicales, la prohibición de salir a otros ayuntamientos, como los de O Morrazo, Baiona o Nigrán, y el cierre de la hostelería a media tarde animó aún a más vigueses a acercarse al arenal para disfrutar del día.

Meteogalicia registraba ayer a última hora de la tarde en el centro de Vigo una temperatura media de 9,2 grados y máximas que superaban ligeramente los 15. La previsión es similar para hoy, cuando el observatorio autonómico espera que el mercurio oscile entre los cuatro grados de mínima y 15 de máxima y rebaja la probabilidad de precipitaciones al 5%. El cambio llegará mañana por la tarde, cuando ese porcentaje se dispare al 60%. Por la noche será ya del 95%, misma probabilidad que se mantendrá el miércoles por la mañana y proseguirá –solo con ligeras variaciones– durante el resto de la semana.

En cuanto a las temperaturas, mañana las mínimas subirán ligeramente hasta situarse en los ocho grados y las máximas descenderán hasta quedarse en 13 grados. La oscilación será menor aún el miércoles, cuando la horquilla se reducirá con valores de entre 11 y 13.

Las lluvias llegarán acompañadas en general de un alza de las mínimas, que se alejarán de los valores gélidos que anotó Vigo la semana pasada y finales de la anterior. Coincidiendo con la ola de frío, el jueves 7 las mínimas en Avenida de Madrid llegaron a 0,7 grados y al día siguiente se quedaron incluso en cero. El lunes el valor seguía todavía en el grado y medio, con máximas que no llegaban a 13.