Los ingresos de pacientes infectados por el nuevo coronavirus han sufrido un incremento explosivo en los últimos tres días en el Álvaro Cunqueiro. De hecho, en la última semana –del 10 al 16 de enero– el número de nuevas hospitalizaciones por COVID se ha duplicado con respecto a la anterior: de 29 a 58. La puntilla la dio el sábado la detección de un brote en el ala de Geriatría del Meixoeiro. De los 22 mayores que la ocupaban, doce han dado positivo. Con ellos, el complejo de Beade alcanzaba ayer su récord de infectados en planta de la segunda y de la tercera ola, lo que ha obligado a desalojar una tercera ala para ellos y reorganizar la actividad también en quirófanos.

En total, ayer por la tarde había 67 contagiados ingresados en planta en el Cunqueiro. Son 16 más que 24 horas antes, según lo que indicaba la web de la Consellería de Sanidade. El mismo incremento que el día anterior. Son 32 en solo dos días. De ahí que las dos alas, con 60 camas, que estaban habilitadas para esta infección se hayan quedado cortas. Ayer por la mañana fue necesario despejar una tercera. Siguiendo el plan de contingencia, se desplazaron al Meixoeiro los pacientes de Traumatología que estaban en la 2A y se destinan sus 30 camas para COVID. La Dirección del Área Sanitaria de Vigo no descarta que haya que habilitar más. Hoy celebra una reunión de planificación en la que analizará otras medidas.

Al dejar al Servicio de Traumatología sin camas en el Cunqueiro, el Sergas desplaza también sus operaciones al Meixoeiro. Se harán allí todas las que sean posibles. Pero si hubiera que realizar algunas más complejas en el Cunqueiro, se buscarían espacios en alas de otras especialidades para ingresarlos –son los llamados pacientes “periféricos”–. Está previsto que hoy también se envíen al hospital de Puxeiros pacientes y operaciones de Cirugía General, para liberar más plantas en el Álvaro Cunqueiro.

Además, se han anulado para hoy nueve operaciones de pacientes que ya tenían que haber ingresado ayer. La Dirección del Sergas en Vigo subraya que no son casos prioritarios y que se reprogramarán en cuanto sea posible.

Los críticos con COVID en el Cunqueiro aún se mantienen en una situación estable, pero en un nivel alto, con quince ingresados. Se teme la llegada de una importante subida en los próximos días.

Otra de las medidas adoptadas ha sido el refuerzo de las guardias para poder realizar más visitas a los pacientes infectados y agilizar las altas.

A los ingresos en el Chuvi hay que sumar los 14 en planta y 5 en UCI de Povisa y el de hospitalizado en cama convencional en Fátima.

Este incremento de la tercera ola coge a los hospitales en un mal momento. En una época en la que aumentan, sobre todo, los ingresos de mayores por la descompensación de patologías crónicas debido al frío. El Chuvi, por ejemplo, está en un nivel de ocupación de entre el 80 y el 82% y, la semana pasada ya se vio obligado a hacer dobles habitaciones individuales en dos alas del Cunqueiro por otras enfermedades que no son coronavirus.

Aún se desconoce el origen del brote en el ala de Geriatría del Meixoeiro, según asegura la Dirección del Sergas en Vigo. Medicina Preventiva lo investiga. Un paciente que acababa de ser dado de alta, regresó el viernes por Urgencias con síntomas compatibles con la infección por SARS-CoV-2. La prueba confirmó el positivo y el sábado se hizo un barrido a todos los pacientes y profesionales de la planta en la que había estado ingresado. De los 22 enfermos, 12 están contagiados. A los otros diez, negativos en la primera prueba, se les considera también “preCOVID” por precaución y también se les ha trasladado al Cunqueiro, a la planta para casos sospechosos. El Sergas destaca que ninguno tiene síntomas de COVID, de ahí que los contagios pasaran inadvertidos.

En el barrido realizado a los trabajadores no afloró ningún caso. Sí había un positivo que se había detectado previamente. La Dirección del área explica que se había procedido a aislar al profesional previamente y a realizar una PCR a su compañera de planta, que resultó negativa.

Los profesionales advierten a la población de la complicada situación en la que ya se encuentran los hospitales y de la elevada incidencia del virus en el área. Por ello, ruegan a la ciudadanía responsabilidad y mucha precaución para poder frenar la expansión de la pandemia.

La Policía Local, en pleno control de movilidad ayer entre Vigo y Chapela (Redondela). MARTA G. BREA

La Policía Local impone casi 100 sanciones en un solo día por saltarse las restricciones

Las nuevas medidas que afectan a la movilidad y horario parece que todavía no han calado hondo entre los vigueses. La Policía Local tramitó un total de 99 denuncias relacionadas con las restricciones impuestas por el COVID en tan solo 24 horas –desde las 06.30 del sábado hasta esa misma hora de ayer–. Casi la mitad de las multas, hasta 48, respondieron a la vulneración del cierre perimetral, otras diez por el consumo de alcohol en la vía pública, nueve fueron por no llevar la mascarilla. También fueron sancionadas ocho personas reunidas sin guardar la distancia de seguridad y otras tantas por saltarse el toque de queda fijado para las 22.00 horas. Las sanciones también llegaron a los domicilios y locales. Concretamente se denunciaron siete reuniones de no conviviente y otras siete personas por exceder el aforo en locales. Completaron la lista una persona que incumplió la norma en terrazas. Por otro lado, los efectivos municipales detuvieron a un hombre que, además de encontrarse en la calle después del toque de queda sin justificación, se saltó dos semáforos y terminó agrediendo a uno de los agentes.

El área duplica su incidencia en 10 días y roza los 400 nuevos casos por cien mil habitantes

La expansión del virus en el área de Vigo, en la línea de toda la comunidad, está desbocada. En solo diez días, la incidencia acumulada a 14 días se ha duplicado y está en 395 nuevos diagnósticos de COVID por cada cien mil habitantes. Sigue siendo algo mejor que la media gallega, que está en 445. Pero no es consuelo. Está a solo doce puntos del récord alcanzado en la segunda ola, con 407 nuevos contagios en dos semanas por cada cien mil habitantes, el 6 de noviembre. La velocidad de expansión, muy alta, está siendo similar a la de la segunda ola. La curva casi se replica. La diferencia es que, mientras la anterior partía de un nivel de incidencia de riesgo medio, la actual partía ya del alto.

Sanidade notificó ayer 256 nuevos contagios en el área sanitaria. La media de la última semana fue de 208. Los pacientes en fase activa de la enfermedad suben en 166 hasta los 2.333. Aquel 6 de noviembre de récords se alcanzó el mayor pico hasta el momento. Solo 197 más que ayer.

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Otro de los umbrales que se traspasó ayer fue el de las 15.000 personas contagiadas en el área en total, desde el inicio de la pandemia. Es decir, uno de cada 38 habitantes ha tenido diagnóstico de COVID –un 2,6%–. La ciudad continúa su mala progresión y se prevé que el comité clínico decida aplicarle hoy las restricciones máximas, que conllevan el cierre del interior de la hostelería y la clausura de los establecimientos de juego. No es el único municipio que podría ver aumentadas las medidas. Entre los grandes –con más de 10.000 empadronados–, por ejemplo, Gondomar –con una incidencia de 357– y Porriño –338– siguen empeorando sus cifras y se encuentran en unos niveles alarmantes. Las medidas más duras se adoptan a partir de 250 nuevos casos por cada cien mil ciudadanos a 14 días y estos concellos los rebasan con creces. Más justo se queda Nigrán –272–. Entre los municipios pequeños, llama la atención la situación de A Cañiza y Crecente, cuya incidencia es mayor de mil. También la de Oia y Tui, pero ya se las han aplicado.