El área sanitaria de Vigo se quedó el viernes a solo dos positivos de su récord absoluto de contagios. Registró 278 nuevos infectados por COVID con los que, pese a las 102 altas, se rebasó el umbral de los dos millares de pacientes en fase activa de la infección. En concreto, son 2.167. Y la situación de la ciudad también empeora con una tendencia que “es mala”, en palabras del conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. Pese a puntualizar que la decisión se estudiará en la sesión del comité clínico del lunes, admite que todo apunta a que se subirán las restricciones al nivel más duro. Es decir, se cerrará el interior de la hostelería y se clausurarán los establecimientos de juego. “Los datos que estamos viendo en Vigo hacen pensar que sea así”, señaló.

La ciudad aún no estaba en riesgo extremo de incidencia el miércoles, cuando Sanidade, de acuerdo con el Concello, decidió mantener a Vigo en el nivel anterior de restricciones. Al día siguiente, ya estaba en alerta máxima. En la última semana, la incidencia se disparó un 42% y ayer ya era de 283 nuevos contagios por cada cien mil habitantes en 14 días.

Aún así, sigue estando mejor que el conjunto del área –con 364– y de la comunidad –410–. El mapa de la comarca está teñido prácticamente al completo de rojo: de los 26 municipios que lo integran 24 ya están en ese índice, y con Cangas en naranja, con una tendencia al alza con la que no se descarta que entre pronto en riesgo extremo. El único reducto que se salva es Fornelos de Montes. Entre sus 1.616 habitantes no hay ningún positivo desde la segunda quincena de noviembre.

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El extremo contrario es Oia, que casi triplica su incidencia de hace una semana y se pone en los niveles más altos a nivel estatal con 1.539 nuevos casos por cien mil habitantes en 14 días. Es uno de los diez municipios del área que, desde el viernes, están con restricciones máximas, lo que implica que su hostelería solo puede servir en terraza y, al igual que la ciudad, no se puede entrar o salir en su territorio sin causa justificada.

Tras el empeoramiento de los últimos días, hay otros municipios en el área que, como Vigo, podrían cumplir los requisitos para que les apliquen las medidas más duras. Entre los de más de 10.000 habitantes, se postulan Gondomar, que ha duplicado su incidencia en una semana hasta los 357 casos por cien mil habitantes, y Porriño, que casi los triplica, hasta los 312. Nigrán, aunque en riesgo extremo, entró en este nivel aún ayer y está en 260, la tercera incidencia más baja de toda el área. Entre los de menos de 10.000 habitantes –en los que la incidencia acumulada a 14 días no es tan decisiva para establecer medidas y se analiza más en detalle la naturaleza de los brotes o los colectivos afectados– los que presentan peor situación y no tienen las medidas más duras son A Cañiza –907–, Arbo –814– y O Rosal –722–.

Doce aulas cerradas

En los hospitales, la presión se ha aligerado con 6 ingresados menos en planta –50– y 3 menos en UCI –19–. En los centros educativos, desde el regreso de las vacaciones de Navidad se han clausurado doce aulas: tres del Lope de Vega, una del Martín Códax y una del instituto de Valadares en Vigo; dos del Nº 2, de Tui; uno del Mestre Manuel Garcés y dos de la escuela infantil, en Tomiño; uno en el de Domaio; y A Lagoa, en Salvaterra.