Si los modelos predictivos que maneja la Dirección del Área Sanitaria de Vigo aciertan, la red de hospitales vigueses sufrirá el pico asistencial de esta tercera ola de la pandemia en cuestión de dos semanas, entre finales de este mes e inicios del siguiente. Por el momento, hay 47 ingresados por COVID en planta y 22 en unidades de críticos.

Tras un mes estancada, la expansión del nuevo coronavirus está disparada desde el día de Reyes y la comarca lleva en riesgo extremo de incidencia desde hace cuatro días. La ciudad, con una evolución algo mejor, entró ayer en este nivel de alerta –con 254 casos en dos semanas por cien mil habitantes–. Es el parámetro principal en el que se basa el comité clínico para establecer las restricciones y el que tiene ahora la ciudad corresponde ya a las máximas, en las que la hostelería solo puede servir a domicilio o en terraza.

Sanidade notificó ayer 245 nuevos contagios en el área viguesa. Es el quinto mayor pico en toda la pandemia. Los infectados que desarrollan síntomas y necesitan atención hospitalizada tardan una media de diez días desde el contagio en ser ingresados. Si lo requieren, quince jornadas en llegar a UCI. Así que los modelos con los que trabaja el Sergas aún esperan varios días de aumento de contagios. Claro está que todo dependerá del comportamiento de la población. Los expertos insisten en recomendar a la población que permanezca en su casa y salga solo para las actividades esenciales.

La cifra de pacientes activos subió a 1.893, un 50% más que hace una semana. En el Hospital Álvaro Cunqueiro, para hacer frente al previsible incremento de la demanda asistencial, mantienen el plan de contingencia que utilizaron en la segunda ola. Las camas en planta para atender a pacientes COVID podrían llegar a 635, pero el máximo al que llegó fueron 56, cuando el área tenía casi 2.500 enfermos en plena infección. El problema es que, en esta época, están aumentando también los ingresos por otras patologías y el resto de alas de hospitalización están más ocupadas que en noviembre o que en el pico de la primera ola, en abril. Las unidades de cuidados críticos del complejo de Beade tenían ayer 15 infectados. Es solo una quinta parte de la capacidad que podría llegar a habilitarse para estos pacientes. Si se llega a 27, el complejo empezaría a suspender cirugías para liberar espacio en reanimación postquirúrgica.

Una de las armas del Sergas para frenar la expansión del virus son los cribados poblacionales. A los ya anunciados en Baiona y O Rosal, se suman en los próximos días otros en Navia y A Cañiza.

Medio millar de usuarios y empleados de residencias, sin vacunar por positivos

Corresponden a cuatro centros y representan menos del 8% del total

Los brotes en sus instalaciones han retrasado la vacunación frente al COVID de 225 usuarios y 288 trabajadores de las residencias sociosanitarias del área de Vigo. No llegan ni al 8% de los alrededor de 6.700 totales. El Sergas puso ya la primera dosis a los otros 6.100 en el plazo de ocho días –sacando la simbólica jornada inaugural con 54 dosis–. Son las plantillas e internos de las residencias de Paz y Bien en Tui –ayer registraba 8 positivos más entre sus empleadas, hasta las 24–, de Moledo, y la asistida CRAPD Vigo II, en Vigo, y Bo Día, en Nigrán, las que aún están a la espera de esta inmunización. La directora de Enfermería en el Área Sanitaria de Vigo, Pilar Reza, explica que la norma estándar es que se esperen 21 días desde la PCR negativa del último infectado de cada centro para poder hacerlo. Pero subraya que Medicina Preventiva analiza cada caso para tomar decisiones individualizadas para cada situación. También faltan 80 personas de las cuatro viviendas comunitarias La Palmera de Vigo, al estar fuera sus ocupantes por las fiestas. La segunda dosis en residencias comenzará el martes y seguirán la misma programación que en la primera ronda –si no surgen positivos, que se decidirá hoy cómo actuar–. Si no hay ningún imprevisto, la vacunación a trabajadores de primera línea del Sergas finalizará hoy. Reza señala que tendrían capacidad para compaginar esta segunda ronda en geriátricos con otros colectivos, porque han aumentado de 9 a 13 los equipos de vacunación –con dos profesionales de Enfermería cada uno– para pinchar a los 3.905 trabajadores de hospitales y centros de salud en tres días. Por el momento, no tienen programada otra cosa. El calendario lo marca la Dirección de Salud Pública, que maneja la información sobre el suministro. Entre los casi cuatro mil sanitarios y administrativos citados desde el miércoles, está alrededor de un 40% de la plantilla del Sergas en Vigo y también un pequeño porcentaje de Povisa y Vithas Fátima. En total, el miércoles fueron 1.398. Ayer, 1291. Y hoy, 1.225. “Si logramos vacunar a más de mil personas al día es por los equipazos de vacunación que tenemos”, subraya Reza. “No solo tienen que pinchar, están pendientes de la trazabilidad y de que vaya bien diluido, de seguir con rigurosidad las listas, dar información a los que son sus compañeros... A veces se levantan a las 6 de la mañana, porque viven en la otra punta y quieren estar antes de las 8 para controlarlo todo. La población debe saber el esfuerzo que están haciendo”, resalta. También confiesa que, a pesar de ser un trabajo agotador, es muy gratificante. No cuenta con el dato exacto, pero asegura que hubo muy pocas renuncias a la vacuna entre los profesionales. Por “percepción”, cifra la aceptación en torno a un 97%.

El Sergas calcula que el pico de ingresos por COVID llegará en unas dos semanas

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