El abogado vigués Javier Rodríguez Vázquez murió la pasada madrugada de este jueves. Comprometido y muy conocido en la ciudad, este letrado nacido en 1934 destacó sobre todo como laboralista. Jubilado desde 2014, aquel año recibió la insignia de oro del Colegio de Abogados de Vigo por sus más de 40 años de ejercicio. Estaba casado con la también abogada Paula Táboas.

“El colegio siempre se distinguió por el compañerismo, la solidaridad y el respeto”, resaltaba este jurista en el homenaje que recibió en 2014. Estudió Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela y, al acabar, en 1958, se incorporó como pasante en el despacho que Valentín Paz Andrade tenía en la céntrica calle viguesa de Policarpo Sanz. Pero en 1960 decidió irse a Venezuela, “que era un país de prosperidad en aquel tiempo”, relataría él mismo en una entrevista a FARO. Allí se forjó políticamente y, de regreso a Vigo en 1973, se involucró con la lucha antifranquista y enseguida le ficharon en el PSOE, con el que concurrió a diputado en las primeras elecciones. Como él mismo contaría después, trabó amistad con Felipe González y asistió a reuniones con Tierno Galván.

En aquella época se instaló como abogado en un despacho de la Travesía de Príncipe. Allí hacían derecho civil y mercantil pero se incorporó a la UGT, a su asesoría jurídica.

“El grupo de abogados laboralistas que se formó en el Colegio de Abogados de Vigo alrededor de 1975 fue el embrión de las fuerzas políticas de estos años de la democracia”, confesaría después Rodríguez. “Unos defendíamos a obreros y otros a empresas, pero todos partíamos de un espíritu democrático, solidario y emprendedor”, añadió sobre esos letrados entre los que se encontraban Teruca Conde-Pumpido, Elvira Landín, Fernando Randulfe o Alfonso Álvarez Gándara.

Javier Rodríguez se mantuvo activo en la abogacía hasta que en 2014 solicitó la jubilación para dar paso, confesaba, a una “militancia pasiva”. Su muerte causó gran pesar entre la abogacía viguesa.