Con la formación adquirida en centros nacionales e internacionales, la bióloga Mónica Martínez deseaba impulsar en su ciudad natal una investigación en cáncer de calidad. El contrato Miguel Servet que le ha concedido el Instituto de Salud Carlos III para trabajar en el Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) Galicia Sur se lo permitirá y está muy agradecida a ellos. Instalada en el Álvaro Cunqueiro desde principios de mes quiere transmitir su motivación y su disposición a “todo tipo de colaboraciones” para lograr esta meta.
–¿Qué supone para un investigador el contrato Miguel Servet?
–Para mí es un paso muy importante en la carrera, porque en la etapa postdoctoral, cuando eres senior y llevas muchos años intentando hacer tus propios proyectos y liderando una unidad, es un paso previo y necesario para consolidarte como investigador. Para mí es especialmente motivante porque tengo la oportunidad de volver a mi ciudad e intentar impulsar aquí la investigación oncológica.
–Ahora, que con la pandemia la sociedad ve que depende tanto de la ciencia, ¿ha mejorado la situación laboral de los científicos?
–A efectos prácticos, no. Situaciones tan dramáticas como el COVID sí están ayudando a que la sociedad entienda mejor la importancia de la investigación, porque los sistemas nacionales de salud o el Gobierno siempre nos consideran algo secundario. Pero sigue sin existir una carrera investigadora bien delimitada, que permita hacer trabajo con una estabilidad mínima. Cada tres o cinco años tienes que buscar financiación propia tanto para los proyectos, como para tus estudiantes o para ti mismo. Es fundamental que la ciudadanía lo entienda, porque trabajamos para ella, y tiene que solicitarlo también ella. Queda mucho por hacer.
–¿Qué proyectos vas a desarrollar en el IIS Galicia Sur?
–Mi investigación de los últimos 7 u 8 años está muy centrada en la búsqueda de biomarcadores para el diagnóstico y el tratamiento de cáncer. La idea es ir hacia la medicina personalizada, entender las alteraciones de cada paciente para por un lado, beneficiar un diagnóstico precoz que permita mejor pronóstico y, por otro, ajustar lo mejor posible los tratamientos disponibles a cada uno. Me he centrado más en inmunoterapia: impulsar el propio sistema inmune del paciente para que reconozca las células tumorales y luche contra ellas. Tiene muchísimas ventajas frente a la quimioterapia, pero aún se desconocen muchos mecanismos, por qué unos pacientes responden y otros no. En concreto en cabeza y cuello, pulmón y vejiga.
–¿Por qué en estos tumores?
–Al principio, se usó con melanoma. Más adelante, entendiendo un poco por qué algunos tumores responden mejor, estos otros también salieron como candidatos. Antes se usaba como segunda o tercera opción terapéutica y, cada vez hay más investigaciones que apoyan que pueda ser una buena primera opción. Aún hay mucho desconocimiento. Es motivante porque tiene unas respuestas a largo tiempo muy buenas, con menos efectos secundarios, muy prometedores. El cáncer de pulmón sigue siendo el más mortal y el tiempo de reacción es poco porque la supervivencia sigue siendo baja. Cualquier ayuda es ganarle un poco la carrera al cáncer.
–¿Sus proyectos se probarán con pacientes del Cunqueiro?
–Cuando llegué a Galicia comencé una relación bastante fluida con el doctor Martín Lázaro y empezamos a recoger muestras de pulmón, tanto de tejido como de biopsia líquida, en el Cunqueiro. Ya tenemos establecido el protocolo y los permisos del comité ético. La idea es ampliarlo más. Estamos cogiendo muestras para ver las alteraciones genéticas de los pacientes y empezar a delimitar los buenos respondedores, los que no y cómo podemos ampliar el foco.
–Entre otras cosas, por tamaño, no es un mal complejo para estos estudios, ¿no?
–Una cosa que siempre me llamaba la atención es que, en el hospital más grande de Galicia esta parte de investigación estuviera un poco carente de ayuda o refuerzo. Es una muy buena oportunidad tener un hospital tan grande para tener acceso a más muestras y que los estudios estén mejor formados. La parte de Oncología necesitaba un apoyo en investigación. Mi idea está abierta a que el servicio proponga y llegar a puntos en común que puedan ser beneficiosos para ambos.
