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Un vigués que arrancó media oreja a otro, entre los primeros indultados de 2021

El acusado en el juicio

Son bastantes los condenados que, como último y a veces desesperado intento para eludir el ingreso en prisión, optan por pedir el indulto. Pocos, sin embargo, consiguen que se les conceda este ansiado perdón. Pues entre estos escasos casos está desde ayer el de un vigués, José Manuel M.F., al que el Gobierno acaba de conceder la medida de gracia. Este hombre fue condenado en 2017 a tres años de prisión por arrancar un trozo de oreja de un mordisco a un conocido en un bar de la avenida Alcalde Gregorio Espino de la ciudad. Una pena que ahora se le conmuta por otra que no implica encarcelamiento. En el juicio alegó que no había sido un ataque intencionado y que su única motivación fue “defender a una amiga”.

Junto al de otra condenada en Alicante por delito de tráfico de drogas, el indulto de este vigués es el primero que se publica este 2021 en el BOE. Se trata de un Real Decreto del Ministerio de Justicia en el que se concreta que visto el expediente de José Manuel –en el que se han considerado los informes del tribunal sentenciador y del Ministerio Fiscal– se le concede la medida de gracia “atendiendo a las circunstancias del condenado” y al concurrir razones “de justicia y equidad”.

Concretamente, a propuesta del ministerio y previa deliberación del Consejo de Ministros, a esta vecino de Vigo se le conmuta la pena privativa de libertad pendiente de cumplimiento por otra de dos años de prisión –que no implica el ingreso efectivo en un centro penitenciario–. Como condiciones, en un decreto que firma el ministro de Justicia Juan Carlos Campo Moreno, se ponen las de que se abone la responsabilidad civil fijada en la sentencia –en este caso la indemnización para la víctima era de algo más de 15.000 euros– y que no vuelva a cometer un delito doloso en un plazo de tres años desde la publicación de este texto.

Los hechos ya se remontan a la tarde del 6 de agosto de 2016 y ocurrieron en la terraza de un bar. José Manuel contó en el juicio que se celebró en Vigo que estaba con una amiga y que el herido, Javier –que en la época de la vista oral estaba en prisión por otros hechos–, fue hacia ella a pedirle un cigarrillo. Poco después regresó y solicitó de nuevo tabaco. En esta ocasión la mujer no se lo dio y el hombre, según aseguró el encausado, la empujó y le dio una bofetada. Fue entonces cuando ambos varones se enzarzaron.

El acusado aseguró en la vista en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, que no fue consciente de haberle arrancado parte de la oreja en la pelea. Que no fue un ataque intencionado. “No fui a por él, solo actué para defender a una amiga y le mordí sin darme cuenta”, señaló en aquel juicio, en el que se mostraba dispuesto a pagar la indemnización, pero no quería entrar en la cárcel. “Lo siento, lo que hice está mal, pero ir a prisión me arruinará la vida”, manifestaba. Su abogado incidía en que su cliente, trabajador de la descarga, nunca había tenido un problema así y que lo único que había hecho había sido defender a una amiga.

El tribunal rechazó sin embargo la existencia de legítima defensa y condenó a este vigués. Una sentencia que después sería ratificada. Ahora la situación ha dado un vuelco con el indulto concedido.

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