Con permiso de “Filomena”, que ha hecho que el año arranque con el tráfico ferroviario y aéreo revuelto, 2021 será un ejercicio de mejoras de calado en el transporte público de Vigo. En septiembre se estrenará Vialia, a finales de año –de cumplirse el calendario de la Xunta– estará lista la nueva terminal de buses y a lo largo de los próximos meses deberán tomar forma también los accesos del complejo intermodal, que contemplan un enlace soterrado con la autopista AP-9.
No habrá que esperar tanto, sin embargo, para ver los primeros cambios. La Consellería de Infraestruturas prevé iniciar ya a comienzos de marzo el derribo de la actual estación de trenes de Urzáiz, el edificio situado en un lateral de la estructura de Vialia y donde –desde 2015– se compran billetes y se desciende a los andenes. Desde un inicio la estructura ya se planteó como una solución provisional a la espera de que se culminara Vialia, donde pasará a instalarse el servicio comercial de Renfe. Antes de que la Xunta inicie el derribo del edificio será necesario trasladar esa actividad a otro punto. En diciembre Ceetrus, la firma que está levantando el centro trazado por Mayne, confirmaba que “entre finales de febrero e inicios de marzo” la labor comercial de Renfe se ubicará en un espacio reservado en Vialia.
"Daremos acceso a los clientes por la cubierta, como será en el futuro, con lo que tenemos que habilitar una zona”
“En febrero abriremos una parte del parking, que no es la que se usa ahora, para abordar trabajos. Y la venta de billetes se habrá reubicado en la zona del atrio central. Daremos acceso a los clientes por la cubierta, como será en el futuro, con lo que tenemos que habilitar una zona”, detallaba en septiembre el director general de Ceetrus España, Manuel Teba. Desde entonces los operarios de la compañía han conectado la estructura con Vía Norte. El Concello acaba de activar también los desvíos de tráfico para construir los nuevos accesos y desmontar el vestigio del antiguo “Scalextric”.
El derribo no será la única novedad que se vea en el entorno de Urzáiz a lo largo del invierno. Desde la Xunta apuntan que el cierre del tráfico en el ramal de entrada a la AP-9 desde Lepanto y el derribo del viaducto sobre Alfonso XIII le permitirá avanzar en los trabajos que desarrolla al lado de Vialia para dar forma a la nueva estación de buses. En concreto, apunta que se podrá demoler una estructura del ramal que hasta ahora “impedía avanzar en una parte de la terminal” e iniciar también la rampa de acceso a los buses desde la AP-9.
“Podemos tener acceso a una parte de nuestra obra que era inaccesible, en la que hay que hacer un relleno sobre el que va la losa de la dársena”, señalan desde Infraestructuras: “Como la actual entrada y salida de la obra de la estación de autobuses es por la autopista, vamos a hacer una rampa de acceso de obra desde el ramal que se corta”. El objetivo, corrobora la Xunta, es que la terminal esté lista para finales de año.
Para su ejecución, la administración autonómica dividió el proyecto en dos fases. La segunda, señalan, exige demoler la estación provisional de trenes. Los operarios ya ejecutaron todas las cimentaciones y estructuras de la fase 1, que incluye la estructura del túnel que pasa bajo la estación de buses.
“En marzo se iniciará la ejecución de la losa de la zona de espera y taquillas”, anota. Hace un año, durante una visita a las obras –antes de la pandemia–, la Xunta apuntaba que estarían listas en abril de 2021, cuando también se esperaba activar Vialia y los nuevos accesos.
El complejo de Mayne toma forma con la vista puesta en septiembre
Las obras en Vialia avanzan con una fecha marcada en rojo en el calendario de Ceetrus: septiembre de 2021, mes en el que la compañía, que está dando forma al complejo diseñado por Thom Mayne, espera abrir sus instalaciones. En diciembre la empresa confirmaba sus planes de estrenar el centro a finales del verano. Antes deberá rematar las obras que quedan pendientes en la parcela. Según el calendario que maneja la promotora, a lo largo del segundo trimestre del año arrancarán las obras de la cubierta, donde se habilitará una gran plaza pública de 23.000 metros cuadrado dotada con terrazas, una zona para mascotas, juegos, áreas deportivas e incluso “hitos”, figuras con las que la firma quiere dotar de una personalidad propia al complejo de Vigo.
Además de la cubierta, a lo largo de los próximos meses Ceetrus plantea realizar otras obras de calado, como las previstas en la fachada norte, donde se instalará una gran cristalera que actuará como “ventanal” a la ría. También trabajará en la instalación de la estructura metálica que desplegará a lo largo de la fachada, a ambos lados del área acristalada.
En paralelo a las obras avanza la comercialización de los espacios que Vialia ofrece a marcas de moda, deportes, hostelería... A finales de 2020 Ceetrus anunciaba que tenía reservado ya aproximadamente el 80% de su superficie disponible. Su objetivo pasa por que cuando abra sus puertas, en septiembre, lo haga con todas las tiendas operativas. Entre las grandes marcas con presencia ya confirmada en el complejo destacan algunas ausentes hasta ahora en Vigo, como Primark. En septiembre la dirección de Ceetrus confirmaba también contactos con la multinacional Fnac, aunque ni la compañía ni la promotora han anunciado todavía un acuerdo firme.
En diciembre Ceetrus adelantaba también sus planes de empezar a entregar los locales a las marcas a comienzos de 2021. El proceso avanzará “de forma paulatina” para que los diferentes operadores puedan adaptar sus espacios en Vialia.
