El COVID-19 ha golpeado con fuerza a numerosos sectores. Uno de los que está sufriendo gravemente las consecuencias económicas de la pandemia es el de los propietarios de atracciones de ferias. Sin fiestas durante todo el verano, desde noviembre, denuncian, tienen además prohibido desarrollar su actividad. “No podemos instalarnos en ningún sitio”, denuncian. Así que no pudieron aprovechar tampoco las navidades. Ayer, para dar visibilidad a su situación, protagonizaron una caravana en la que, con sus camiones y furgonetas, recorrieron varias localidades gallegas entre Santiago de Compostela y Vigo, a donde llegaron, concretamente a Bouzas, en torno a las seis de la tarde. “Lo único que queremos es que nos quiten las restricciones y nos dejen trabajar; llevamos más de un año sin ingresos, la situación es dramática”, resumen.

Los feriantes partieron a la mañana desde Santiago para recorrer diversas localidades, aunque en varios de estos municipios, explican, no les dieron autorización para entrar. Padrón, Vilagarcía de Arousa, Pontevedra, Porriño... En la ciudad olívica accedieron ya avanzada la tarde, acabando su caravana reivindicativa en Bouzas tras recorrer O Berbés. Decenas de vehículos participaron. Junto a feriantes gallegos, estuvieron, como apoyo, algunos compañeros asturianos. Agradecieron la ayuda de la Guardia Civil y las policías locales de las distintas localidades que los escoltaron.

Caravana reivindicativa de los feriantes desde Santiago hasta Vigo: “Solo queremos trabajar”

“En todo el verano no hubo fiestas y desde el 4 de noviembre tenemos prohibido desarrollar nuestra actividad; nos niegan el derecho a trabajar y las ayudas son del todo insuficientes”, afirmaba ayer a su llegada a Vigo Beatriz Camarero, de Atracciones Camarero. En un año normal, junto a las fiestas veraniegas, hay otras fechas clave, como la Semana Santa o las navidades. Pero en 2020 no pudieron hacer nada por el coronavirus. “No hemos vendido ni una ficha; hay compañeros que están sin facturar nada desde las navidades de 2019, algunos incluso desde antes, desde octubre; por eso lo que pedimos es que, guardando todas las precauciones, nos dejen desarrollar nuestra labor; hay gente sobreviviendo con sus ahorros, otros con ayudas de la familia...”, comenta esta empresaria.

Otro feriante, David Dordi, natural de Ourense, aseguró a la agencia Efe en Santiago que la situación es “dramática” porque se mantienen con “cuatro chapuzas”. Afirma que son unas 500 las familias afectadas por esta difícil situación y unos 20.000 euros las pérdidas económicas por negocio.