Es una planificación de obras y desvíos de tráfico que se diseñó hace meses pero que la pandemia retrasó. Hasta hoy. Esta mañana se pone en marcha el dispositivo de tráfico necesario para ejecutar el futuro túnel de Lepanto y la retirada del viaducto de Alfonso XIII, el último vestigio del “scalextric”. Para estas obras, vinculadas al plan de nuevos accesos de Vialia, es necesario cerrar las dos calles: la primera unos nueve meses, hasta octubre, y la segunda, hasta el 31 de enero, en principio. Con estos cierres, queda anulado el acceso (y salida) de la AP-9 en esa zona, por lo que el nuevo punto de conexión con la autopista se desplaza a la zona de Isaac Peral-praza de San Lourenzo.

Hacía ahí se dirigen los desvíos habilitados por el Concello. El alcalde, Abel Caballero, recordó que las alternativas de acceso a la autopista son desde hoy el túnel de Beiramar, la calle Isaac Peral, la praza de San Lourenzo o Buenos Aires. Hace unos días, el propio regidor subrayaba que ““es una obra histórica, llevamos medio siglo esperando por esta nueva manera de conectar la autopista y la ciudad”

Las obras las adjudicó el Concello en agosto a Acciona-Narom por 9,2 millones de euros, de los que ADIF paga el 74%, el Concello aporta el 21% y la Xunta se hace cargo del 5% restante. El proyecto consta de tres tramos: un ramal de conexión entre la estación de autobuses con la AP-9 de 550 metros; el túnel de salida de la calle Lepanto, de 110 metros; y una conexión entre la AP-9 y el Centro Vialia de algo más de un kilómetro.

Esta actuación tiene como finalidad comunicar el Centro Vialia con la estación de autobuses anexa y al mismo tiempo canalizar los flujos diarios de entrada al centro de la ciudad o de salida hacia la autopista. Las recomendaciones de circulación del Concello son las siguientes, según donde se ubiquen los conductores.

Gran Vía o Urzáiz descendente:

Urzáiz, República Argentina, túnel Areal y AP-9 ó Urzáiz, República Argentina, García Barbón, Isaac Peral y AP-9.

Urzáiz ascendente:

Travesía de Vigo, Numancia, Plaza de San Lorenzo y AP-9.

Gran Vía ascendente/Plaza de España:

Pizarro, Travesía de Vigo, Numancia, Plaza de San Lorenzo y AP-9 // Avenida de Madrid, Arquitecto Palacios, Gregorio Espino, Travesía de Vigo, Numancia, Plaza de San Lorenzo y AP-9 // Avenida de Madrid, Arquitecto Palacios, Martínez Garrido, Aragón, Travesía de Vigo, Buenos Aires y AP-9.

Avenida de Madrid ascendente:

Arquitecto Palacios, Gregorio Espino, Travesía de Vigo, Numancia, Plaza de San Lorenzo y AP-9. // Arquitecto Palacios, Martínez Garrido, Aragón, Travesía de Vigo, Buenos Aires y AP-9.

Plaza de América:

Coruña, Beiramar, túneles y AP-9.

La velocidad media en la ciudad pasó de 23 a 25 km/h

El informe que analiza la calidad del tráfico en la ciudad en 2020 en cuarenta itinerarios destaca que la circulación “ha sido buena o muy buena en 37 rutas”, el 92,5% del total, según subrayó ayer Caballero, que añade que “son tres más que en 2019, cuando se llegó al 85%” Según sus datos, dos rutas fueron calificadas como regulares y una como mala, frente a las seis del año anterior. Además, dos recorren la Gran Vía en el tramo Urzáiz-plaza de España, que estuvo en obras para la ejecución de las rampas mecánicas. También dijo que aumentó la velocidad media en las cuarenta rutas, que en 2020 fue de 25,5 kilómetros por hora frente a los 23 de 2019. Los técnicos recogen datos diurnos en días laborables y miden dos parámetros: la velocidad media en el recorrido total y la velocidad media registrada solo cuando el vehículo se mueve. Cuanto más cercanos estén ambos, mejor será la calidad del tráfico.