El botón de apagado de las luces de Navidad se le resistió unos segundos al alcalde, Abel Caballero. Durante ese tiempo, parecía que no había forma de que el alumbrado dejase de brillar en Vigo. Fue una señal de la relación idílica que mantiene la ciudad olívica con estas fiestas, que, de esta vez, por causa de la pandemia del COVID-19, fueron atípicas: sin multitudes, ni turistas, ni noria, ni pista de hielo, ni mercadillo. Esta misma descripción se ajusta a la perfección al acto de ayer, el último de la campaña navideña, en el que el regidor ordenó que los millones de LED que iluminaban la ilusión de adultos y menores en la urbe no funcionasen más (al menos, hasta finales de 2021).

Adiós a la Navidad más atípica de Vigo

Adiós a la Navidad más atípica de Vigo. Borja Melchor

La ceremonia, radicalmente diferente a la de años anteriores y muy similar a la del encendido del pasado 2 de diciembre, reunió a los pies del árbol gigante de la céntrica calle Policarpo Sanz a más de medio centenar de representantes de ONG, de asociaciones vecinales o educativas, de la hostelería, del comercio y de instituciones culturales y deportivas, que permanecieron sentados durante el acto manteniendo las distancias interpersonales.

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Así fue, en imágenes, la iluminación de la Navidad 2020-2021, en Vigo R.C.

En la zona, que se valló para mantener controlado el aforo, también estuvieron, además del regidor vigués, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva; el delegado del Consorcio de la Zona Franca de Vigo, David Regades; y los concejales. Y es que una de las premisas del programa del Concello fue que los eventos que se organizasen tuviesen el sello “mil por cien seguros”.

Vigo apaga la mejor Navidad de su historia

Así fue el apagado de las luces que iluminaron la ciudad de Vigo en la Navidad de 2019 Edgar Melchor

Con un juego de luces y, de fondo, el tradicional Happy Xmas de John Lennon y Promentory, la canción de Trevor Jones para el filme El último mohicano, a todo volumen, los asistentes se prepararon para dedicar su último adiós a la Navidad 2020-2021. Minutos antes de pulsar el botón para apagar las luces, ya pasadas las 19.00 horas, Caballero se dirigió al público presente y a los que seguían la cita por streaming para destacar que las fiestas preparadas por la institución municipal ofrecieron seguridad en plena pandemia. “En momentos de crisis, la luz llenó de ilusión la ciudad y, simbólicamente, todo el planeta, ya que, cuando se enciende este árbol, empieza la Navidad”, subrayó Caballero, que quiso “agradecer” a todos los que, con su trabajo, hicieron posible que la “magia” de esta celebración “saltara” desde la urbe olívica “a todas partes”.

El mandatario local tuvo palabras de cariño dedicadas a los familiares de las víctimas del COVID, a los que les envió un “abrazo emocionado”, y a los valientes que superaron la enfermedad: “Os queremos”. “Seguramente, nos queda poco tiempo [de pandemia], porque la vacuna ya está aquí, pero es momento de tener prudencia, muchísima más que antes, puesto que ya se ve el horizonte. Ya sabemos que le vamos a ganar al virus, pero se trata de sufrir el menor dolor posible desde ahora hasta que nos libremos de él”, apostilló el regidor.

Caballero también quiso transmitir un mensaje de ánimo “a las personas que más están padeciendo las consecuencias económicas de la crisis: los profesionales de la hostelería, los comerciantes y los autónomos”. “Es imprescindible que sean indemnizados”, pregonó.

"Tengo el deseo ferviente de que la próxima Navidad, que llegará enseguida, se pueda celebrar sin mascarillas, con el coronavirus ya derrotado y miles y miles de personas disfrutando de las luces"

Abel Caballero - Alcalde de Vigo

Con la cabeza puesta en la esperanza que viene acompañada de la vacuna, el alcalde aseveró que su “deseo ferviente” es que la próxima Navidad, que “llegará enseguida”, se pueda celebrar “sin mascarillas”, con el coronavirus “ya derrotado” y “miles y miles de personas” disfrutando de las luces, permitiendo a la ciudad volver a convertirse en “ese lugar de atracción tan importante” que “muestra a todo el mundo su ilusión y querencia a estas fiestas”.

Terminado el discurso, llegó el momento menos esperado de la Navidad: la cuenta atrás de 10 a 0, que el alcalde y los asistentes cantaron en castellano y gallego. Caballero pulsó el botón y, segundos después, el árbol y el resto de luces se apagaron para dejar atrás la Navidad más oscura de los últimos años. “Se resistió. Qué pena que no quedaran encendidas. ¡Viva Vigo!”, finalizó el regidor con los aplausos del público de fondo. Fue el punto final a unas fiestas que pasarán a la historia de Vigo por su singularidad.