La vida sigue a pesar de la presencia del COVID-19. Y así debe ser. Tras dejar atrás un 2020 para meter en un cajón y tirar la llave, Vigo da la bienvenida a un inicio de año marcado por la esperanza: la responsable, la vacuna. Por delante, 12 meses en los que las instituciones tendrán que continuar trabajando para sacar matrícula de honor en las numerosas tareas pendientes que presenta la ciudad. Estas son las más importantes.
A la espera de ver la dimensión que coge la tercera ola y las necesidades asistenciales que se deriven, el reto principal al que se enfrentará Vigo es la organización de la vacunación sin descuidar el rastreo y el diagnóstico. Otro paso que se debe dar es la reforma de la Atención Primaria para aliviar la saturación de sus profesionales. Se quedó en stand-by en toda Galicia con la pandemia. En Vigo, tiene especial repercusión este problema porque el conflicto dejó vacías las jefaturas en muchos centros de salud y el Sergas ha conseguido cubrir muy pocas. Ahora, se suman los problemas derivados del COVID-19. A nivel de infraestructuras: a lo largo de este 2021, tiene que ponerse en marcha el centro de salud de Bouzas –vieja demanda de la parroquia– y deberían comenzar las obras de Olimpia Valencia en el edificio de la Audiencia para sustituir las instalaciones de López Mora, pequeñas y con limitaciones estructurales.
Puede que no se perciba un aumento de la demora media en los próximos resultados, pero se deberá a que tampoco se han programado tantas operaciones por el menor número de consultas por la pandemia del COVID-19. El Chuvi deberá recuperar lo que no ha operado. Entre los planes, estaba incorporar la cirugía robótica –el Da Vinci–: es la máxima expresión de la cirugía mínimamente invasiva y supone importantes avances en cuanto a visión y rango y precisión de movimientos, lo que se traduce no solo en mayor seguridad para el paciente, también en una mejor y más rápida recuperación.
Se prevé que el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) supere su aprobación inicial en los primeros compases de 2021 para alcanzar la definitiva en 2023. El modelo de ciudad recogido en el documento contempla 50.000 nuevas viviendas, duplica el suelo industrial –con dos millones más de metros cuadrados– y concentra las áreas comerciales ya previstas. Este año deberá ser clave para avanzar en obras fundamentales para la urbe: la reforma del Barrio do Cura, la transformación de Porta do Sol o La Panificadora. Además, deberá haber novedades al respecto de la remodelación de la avenida de Madrid: la Junta de Gobierno Local aprobó hace casi un año la propuesta de conformidad del trazado de la remodelación, que cuenta con un presupuesto de 13,4 millones de euros, de los que Fomento aportará 8,98 y el Concello, 4,49. Las obras prevén la humanización de la avenida entre la Praza de España y la calle Gandarón. La actuación servirá para mejorar la seguridad vial –tanto rodada como peatonal– y renovar el firme, las aceras y la iluminación. Se contempla también la eliminación de las vallas metálicas que separan los carriles principales de las vías de servicio. Otro cometido en el que se deberá profundizar es la alternativa soterrada a la autovía A-55.
En 2021, deberán comenzar los trabajos de ejecución de la nueva grada de Marcador del estadio municipal de Balaídos. El proyecto, presupuestado en más de 15 millones de euros, incluye la demolición de la actual grada para levantar otra más próxima al terreno de juego, la instalación de 6.418 butacas –2.791 en Marcador alto y 3.977 en Marcador Bajo–, una cubierta ondulada, la adecuación de espacios interiores, la redistribución de la iluminación, la construcción de almacenes, una sala de conferencias y zonas de uso terciario. El plazo de ejecución es de 18 meses. La actuación está cofinanciada a partes iguales por el Concello vigués y la Diputación de Pontevedra.
Uno de los objetivos más firmes del Concello es lograr que las islas Cíes sean Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. La administración local tiene entre ceja y ceja este cometido desde hace años. Más de 30 científicos, investigadores y expertos de las tres universidades gallegas y de los centros de investigación científica más importantes de España trabajaron en la validación científica y técnica del expediente de candidatura. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, pidió en varias ocasiones a la Xunta de Galicia que retire la candidatura autonómica de Cíes-illas Atlánticas Patrimonio de la Humanidad. El regidor está tan volcado en conseguir este reconocimiento para las islas Cíes que creó una concejalía específica para impulsar este proceso.
Otro de los grandes proyectos que verá la luz en 2021 será el centro comercial Vialia, que convivirá con la futura estación intermodal, de la que todavía no se conoce fecha concreta de puesta en funcionamiento. La compañía que está dando forma al futuro complejo ubicado en el entorno de Vía Norte, Ceetrus, ya ha anunciado que abrirá sus puertas en septiembre. Durante los próximos meses, operarios abordarán dos grandes líneas de trabajo: en la cubierta, donde prevén iniciar las obras a lo largo del segundo trimestre; y en la fachada norte, que estará dotada de una amplia cristalera. La firma quiere activar el centro a pleno rendimiento, es decir, con el espacio comercial, hostelero y la cubierta pública de 23.000 metros cuadrados que coronará su estructura totalmente operativos. Esta nueva pieza que sumará la metrópolis traerá bajo el brazo la mejora de los accesos a través de un plan firmado a tres bandas por Xunta, Concello y Adif. Precisamente, el martes que viene, se corta el acceso a la AP-9 por la céntrica calle Lepanto para permitir el inicio de la demolición del paso elevado sobre Alfonso XIII y la construcción de un túnel. Dos días más tarde, será el turno de Baixada á Estación y Praza da Estación: la zona será humanizada.
La Autoridad Portuaria también cobrará un papel capital en la transformación de la ciudad olívica en este 2021 que acabamos de comenzar. En su agenda, aparece una de las tareas más esperada por los vigueses y el sector turístico: la reforma integral del paseo de As Avenidas. Con los trabajos de topografía ya completados, las máquinas llegarán mañana al terreno. La previsión que maneja la institución es que el tramo de madera, gravemente afectado en el cierre de la edición de 2018 del festival urbano O Marisquiño, luzca renovado el próximo verano desde el muelle de comercio hasta la estatua en honor a Julio Verne. La institución encabezada por el recién llegado Jesús Vázquez Almuiña, exconselleiro de Sanidade, también pretende tener listo a lo largo de este año el arreglo de la parte enlosada y la puesta en marcha del carril bici, que conectará el centro de la urbe con Barreras, contribuyendo a extender los tentáculos de la malla ciclista que ya disfrutan los ciudadanos por calles como Venezuela, Camelias o Travesía tras una inversión del Concello. Según el presidente, estos trabajos comenzarán en breve. Renglón aparte: sacar adelante la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP) del Puerto, denominado anteriormente Plan de Usos, que se encuentra en fase de resolución de numerosas alegaciones.
Es otra de las tareas que se le presentan al Puerto en 2021 y fue una de las piedras en el zapato del anterior presidente, Enrique López Veiga. Al respecto, Vázquez Almuiña, en una entrevista concedida a FARO recientemente, subrayó que es un tema “complejo”, puesto que hay “informes contradictorios de autoridades importantes”, como el Consejo de Estado y el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra. “Para darle seguridad jurídica a cualquier actividad que se vaya para ahí, tendremos que esperar a que el tribunal de conflictos jurisdiccionales lo estudie en profundidad y nos diga quién lleva la razón. Tiene que haber seguridad jurídica. El consejo de administración del Puerto tomará después una decisión en base a esa resolución”, manifestó.
Potenciar al máximo la terminal de Bouzas es uno de los propósitos principales de la Autoridad Portuaria. Vázquez Almuiña aterriza en Praza da Estrela con un gran programa de actuación para ese espacio sobre la mesa, bautizado como “plan Bouzas”, que tiene el objetivo de lograr “una terminal Ro-Ro para los próximos 30 años”. Las “acciones básicas” son cinco, pero, entre ellas, destacan dos: la ampliación de los atraques para los buques del futuro y el acceso. Pese a que el Concello no es partidario de crear un ramal del tren hacia la terminal en cuestión porque “destrozará la ciudad” y porque “no es necesario”, la Autoridad Portuaria y el sector automovilístico español piensan todo lo contrario: creen que es más necesario que nunca. En su día, se elaboró un estudio de alternativas para el trazado ferroviario por la urbe y ya se ha diseñado cómo circularía el tren dentro de la terminal.
Es un objetivo en mayúscula de la ciudad olívica y una reivindicación constante del comité organizador de Conxemar: que la ampliación del Ifevi pueda ser aprovechada en la próxima edición del evento. Precisamente, la Xunta de Galicia anunció el pasado 5 de enero la licitación del contrato para la ejecución de las obras para agrandar el recinto ferial de Vigo, cuya superficie se incrementará en 5.000 metros cuadrados para aumentar su competitividad y consolidar las diversas citas que acoge, como la ya citada Conxemar, Navalia y Mindtech. El presupuesto previsto para el proyecto asciende a 7,27 millones de euros, aunque el gobierno gallego ha estimado que su inversión ascenderá a 7,65 millones de euros al incluir también el coste de los contratos de servicio complementarios.
La irrupción del COVID-19 ha sepultado todavía más la actividad del aeropuerto de Peinador, al igual que en el resto de aeródromos de España y del mundo. La vacuna es la llave que podría reanimar el corazón aéreo de la ciudad olívica, que deberá recuperar poco a poco su ritmo. El efecto de la pandemia se suma a otros problemas de base que ya arrastraba la terminal, como la competencia de Oporto, la necesidad de reforzar su enlace con Madrid y Barcelona o la falta de conexiones internacionales. 2021 deberá ser el año del despegue de una infraestructura de máxima relevancia en la urbe.
Otro propósito marcado en rojo en la agenda de la metrópolis es la mejora de la conexión ferroviaria. Por un lado, está la necesidad de modernizar el eje actual con Oporto; por otro, apostar de forma decidida por una salida sur que permita una conexión eficiente con el norte de Portugal –el momento actual es ideal, ya que, al otro lado de la Raia, han decidido dedicar todos sus esfuerzos a la alta velocidad con Galicia–; y, en tercer lugar, está el debate interno de cómo mejorar la conexión con la Meseta: la línea modernizada con Madrid va a llegar hasta Ourense, pero la conexión directa Vigo-Ourense continúa siendo anticuada y la única opción del siglo XXI es el rodeo por Santiago, una posibilidad a la que Caballero ya le ha hecho la cruz.
Además de potenciar las entradas y salidas por aire y tierra, Vigo tiene pendiente recuperar el tráfico de cruceros, una pata fundamental en la ecuación del sector turístico que se rompió con la irrupción del COVID.
El año 2021 debería traer novedades importantes relacionadas con la autopista del Atlántico, también conocida como AP-9. En primer lugar, los vecinos esperan que se haga efectiva la supresión del peaje de Redondela, anunciada a finales del pasado mes de octubre tras la presentación de las cuentas estatales de 2021 y asociada a un coste concreto: 1,53 millones que aportará el Gobierno de España. En segundo lugar, la insonorización de los accesos a la ciudad –prometida también, al menos, hasta Chapela–; por último: la humanización de la entrada a la urbe mejorando su aspecto y permeabilidad.
Es la voluntad de la Universidad de Vigo y la Xunta. El laboratorio QEFT (Quantum Enabling Future Technologies) estaría ubicado en el antiguo inmueble informático de Caixanova, que sería cedido por el Consorcio de la Zona Franca. La UVigo lleva meses recabando el apoyo de las administraciones públicas gallegas y del tejido económico-industrial para que la ESA elija la ciudad como sede. Sería uno de los cinco laboratorios de la ESA en Europa para impulsar la tecnología cuántica. La idea es atraer a investigadores y empresas que apliquen estas tecnologías en el ámbito de las comunicaciones terrestres y las TIC, pero también en otros sectores, como la banca, la automoción o el farmacéutico.
La Universidad espera desde hace más de una década por la sede del Campus del Mar en la ETEA. Estará ubicada en el edificio Faraday, que también albergará laboratorios de investigación y una escuela de verano. Además, ha llegado a un acuerdo con Zona Franca para que le ceda el uso del edificio Siemens y el rector quiere proponerle a la Xunta de Galicia que entregue a la UVigo el edificio Morse. Feijóo anunció a finales de 2020 que los trámites urbanísticos estaban “muy avanzados”, pero todavía no se han detallado más novedades.
Otro reto que tiene en mente la UVigo es trasladar parte de la docencia desde el campus de As Lagoas-Marcosende a edificios del casco urbano. Con este objetivo, mantiene negociaciones con instituciones como el Concello y Zona Franca –se plantea alquilar propiedades del Consorcio para desarrollar la docencia–.
El gran reto en la Justicia en 2021 es, sin duda, materializar el cambio de sede: inaugurar la Ciudad de la Justicia, lo que permitirá a los juzgados su traslado desde los edificios de la calle Lalín, solucionándose, así, el eterno problema de la falta de espacio. La rehabilitación integral del antiguo Hospital Xeral estará lista “en el primer trimestre” de este año, según el calendario fijado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en una visita efectuada en octubre.
Estaba previsto para el año pasado, pero el Ministerio suspendió su creación sine die. Otro de los puntos pendientes será la gestión del aluvión de asuntos relacionados con la crisis económica y social del COVID que se prevé en la Justicia: llegaría en un momento en el que los juzgados olívicos acumulan el mayor atasco en décadas, con más de 22.000 asuntos todavía pendientes de respuesta.
PSA necesita como agua de mayo la traída de la línea de Muy Alta Tensión. Vigo es la única de las grandes ciudades españolas que no está enganchada a la red de 220 kilovoltios (kV) que reclama el grupo galo para competir en costes energéticos con otras fábricas. Esta infraestructura ya está recogida en la planificación de Red Eléctrica de España (REE) para el sexenio 2015-2020. Otra tarea pendiente es la ampliación del polígono de Balaídos, el pulmón generador de empleo y riqueza del sur de Galicia, que no puede esperar más.
La Xunta prevé convertir uno de los actuales edificios judiciales de la calle Lalín en un instituto de secundaria para 700 alumnos que se haría realidad una vez consumado el traslado de los juzgados a la Ciudad de la Justicia. El gobierno gallego no descarta otro IES en Navia: es la ubicación que exige el Concello olívico y que considera de mayor urgencia.
La zonificación que distribuye a los alumnos de Vigo por institutos de la red pública en función del colegio de procedencia suma más de 20 años, por lo que ha quedado obsoleta. La Jefatura Territorial de Educación anunció a finales de 2017 un borrador del nuevo mapa escolar que establecía cuatro grandes áreas en detrimento de las 13 actuales. Urge su implantación para adaptar esta organización a las necesidades que presenta la comunidad educativa.
Xunta, Concello, Consorcio de la Zona Franca y agentes económicos ya han mostrado su apoyo para que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) tenga una oficina en la urbe olívica: la sede de una nueva red global de puertos que busca crear la entidad, que deberá ser solicitada de forma oficial por el Gobierno central. Está pendiente la presentación del proyecto, paso previo a la búsqueda de fondos con los que poder ejecutarla.
Como ha citado el Concello recientemente, es preciso un incremento del abastecimiento de agua en el área de Vigo y, para ello, es necesario ampliar y modernizar la potabilizadora de O Casal –desde hace tiempo, Xunta y Concello tienen en marcha un estudio para decidir qué hacer con esta planta, que está obsoleta–. Será uno de los objetivos de Aqualia en su nueva etapa al frente de la concesión: la prórroga de cinco años del contrato del agua implica invertir 40,5 millones en diversas tareas.
