No por previsible deja de ser noticiable. Estaba claro que las comidas y las reuniones de la época navideña iban a traer un repunte de contagios. Los encuentros familiares eran inevitables. Lo que sí se podía eludir, y así insistieron las autoridades sanitarias, eran las fiestas de Fin de Año. Es más, estaba prohibido quedar con amigos para celebrar la entrada en este 2021. Pero parece que muchos no lo entendieron. Ayer, sin ir más lejos, los datos ofrecidos por el Sergas en cuanto a contagios son los peores desde el 25 de noviembre, hace mes y medio. Y es que se diagnosticaron 184 nuevas infecciones entre las 18.00 horas del martes y las 18.00 del miércoles. Esa cifra es el doble de los positivos detectados en la jornada anterior. No solo eso. Los pacientes con la enfermedad activa se han disparado hasta llegar a los 1.260, 114 más en 24 horas. Estos datos han hecho saltar las alarmas en el área sanitaria de Vigo, que en las últimas semanas vivía una situación epidemiológica más o menos estable.

“Ha habido una fiebre de fiestas y celebraciones de Fin de Año, y ese es el motivo principal de este repunte”, asegura un portavoz de la Consellería de Sanidade en Vigo. Hay que recordar que esa noche, además, la Xunta prohibió la movilidad a partir de las 01.30. Aunque la Policía Local actuó para disolver varias reuniones ilegales, lo cierto es que es imposible cuantificar cuántas celebraciones en pisos privados especialmente, sin medidas de seguridad, pudieron haber tenido lugar esa noche.

Habrá que ver la evolución epidemiológica en los próximos días. Hay que señalar también que la actividad diagnóstica ha vuelto a niveles normales después de varios días con pocas PCR realizadas. En la última jornada se han llevado a cabo un total de 1.489 pruebas diagnósticas. Por primera vez en varias semanas, el área sanitaria de Vigo ha sido la que ha notificado más casos nuevos de coronavirus en un único día. Pese a ello, la situación tanto en Santiago como en A Coruña, especialmente en esta última, es mucho más preocupante que la de Vigo, ya que tienen más casos activos y una evolución muy negativa en las últimas semanas. Respecto a la ciudad olívica, lo cierto es que la incidencia acumulada de nuevos casos por cien mil habitantes los últimos catorce días sigue estable, en unos 177 nuevos diagnósticos. Por eso se espera que en el comité clínico que se celebra hoy los expertos de la Consellería de Sanidade no aumenten las restricciones en Vigo, que ahora mismo están en un nivel medio-alto, con el cierre de la hostelería a las 18.00, un aforo máximo en el interior de esos locales del 30% y en las terrazas del 50%, y con reuniones de como mucho cuatro personas.

Colas para hacerse PCR en laboratorios privados. La eclosión de las pruebas PCR en los laboratorios privados de la ciudad continúa. Ayer, en una calle Príncipe que inauguraba oficialmente la temporada de rebajas en los comercios, se pudieron apreciar importantes colas también para entrar en el laboratorio Valenzuela, uno de los centros de la ciudad que ofrecen pruebas del coronavirus de pago. Muchas personas deciden acudir de forma voluntaria a la sanidad privada a hacerse PCR por sospecha de haber estado en contacto con algún positivo, porque va a viajar y se lo exigen o simplemente por asegurarse de que están sanos. Alba Villar

Sí se esperan cambios en otros municipios. Por ejemplo, en Tomiño, que continúa con una incidencia del virus completamente desbocada y ampliamente superior a las de A Guarda y O Rosal, con los que comparte cierre perimetral conjunto. Por eso se espera que el Sergas hoy coloque a Tomiño en alerta máxima y decrete el cierre perimetral del propio municipio, del que no se podría entrar ni salir de esta forma salvo por motivos sanitarios, laborales o educativos. Mos es otro de los ayuntamientos que más preocupa a las autoridades: actualmente se encuentra en la almendra de Vigo pero no se descarta que lo aíslen al presentar una situación epidemiológica peor que los municipios cercanos. Solamente Redondela, A Guarda, Salceda y Oia lograron bajar en la última jornada su incidencia acumulada de nuevos casos por cien mil habitantes los últimos catorce días.

Las malas noticias también llegaron ayer desde una residencia de mayores. Concretamente desde Paz y Bien, el geriátrico de las Franciscanas de Tui. Un brote en el centro ha dejado ya 42 contagios (33 usuarias, ocho monjas y una trabajadora), y hay otros diez casos dudosos a los que ayer les practicaron la PCR y están a la espera de los resultados. La noticia ha caído como un jarro de agua fría en el centro, ya que hoy esperaban que les pusieran la vacuna a todo el personal y a las usuarias. Los positivos afectan a aproximadamente el 50% de las residentes. “En principio son casos que se manifiestan leves y sabemos que en esta residencia hay personal suficiente para afrontar esta situación. Concretamente hay cinco enfermeras para 72 usuarias, un muy buen ratio”, asegura Paulino Campos, presidente de la Federación Gallega de Familiares y Usuarias de Residencias y de la Dependencia (REDE).