Imagen dispar la que ofrecía ayer Samil. Mientras por el paseo, muy pocos transeúntes disfrutaban de la tarde debido a la lluvia, esta misma alentó que numerosos deportistas saltaran al agua en busca de la mejor ola, en todas sus variantes: surf, paddel surf o skimboard. Y es que la práctica de estas actividades acuáticas ha experimentado un bum en este año de pandemia, debido precisamente a ella, ya que su realización no contraviene ninguno de los puntos recomendados: se realiza al aire libre, no requiere de contacto con otras personas y se adapta a cualquier estación.

Es más, un buen ejemplo se vio ayer, cuando la resaca del temporal en lugar de frenar la práctica deportiva animó a decenas de surfistas que se acercaron por la tarde hasta Samil, ya que este punto, cuando hace mucho mar o marejada, es un escenario perfecto para estas actividades por las olas no tan orilladas, que en cambio, son el sustento del skimboard (y la falta de viento).

Al frente de una de estas escuelas de surf en la ciudad –SurfVigo– se encuentra Ángel García, quien reconoce este auge por los deportes acuáticos. “Sí que hemos notado un repunte de gente que practica estos deportes. Que se realice al aire libre propicia que haya más practicantes y este año incluso nos encontramos falta de stock; una por falta de producción de las principales fábricas a nivel mundial y otra por el bum de la gente que se animó a realizar esta práctica deportiva”, desgrana este vigués.

Y es que, como incide García, “el hecho de que sea al aire libre, con distancia”, ayuda. Además sostiene que la lluvia “no condiciona para nada”, aunque la gente lo tiene como un “handicap” todavía. “Aquí se puede aprovechar igual para hacer deporte”, amplía.

Donde tampoco hacen distinción es en la edad de estos nuevos practicantes. “Al principio, había un cierto rango generacional, de los 40 hacia arriba y que no practicaban ninguna modalidad deportiva y se apuntaban para probar. El paddel surf, por ejemplo, que es un deporte más tranquilito, se está poniendo más de moda y no requiere demasiadas sesiones para poder realizarlo. Es muy bueno para atraer a gente, que empiece por esa modalidad y a partir de ahí pase a otra. Las familias suelen tirar hacia el surf por los niños, pero al final siempre lo acaban probando y les gusta. El handicap es que si no te compras una tabla hinchable no es económico, por lo que es un deporte caro y algo elitista porque las tablas son caras”, explica este instructor.

Recuerda Ángel García que este fue uno de los mejores veranos que han tenido tanto para este como para otros deportes acuáticos, como por ejemplo el kayak, que ganó afición especialmente entre los más pequeños.