Definitivamente, el Puerto de Vigo ha logrado dejar atrás los efectos de la pandemia. Lo que ya se intuía en septiembre y octubre, con datos mejores incluso que en épocas normales, el mes de noviembre ha supuesto la plena consolidación del crecimiento portuario en la segunda mitad del año, hasta el punto de que es el tercer puerto de España con mejor evolución, al aumentar sus tráficos un 43,1% con respecto al mismo mes de 2019, solo por detrás de Ferrol (49,7%) y Málaga (43.5%).

La fruta, los automóviles y, sobre y todo el transporte de contenedores constituyen las tres bases principales de este ritmo en los muelles olívicos. De hecho, la mercancía contenerizada ha pulverizado en este año su récord histórico desde que se tienen registros, con casi 2.546.000 toneladas, algo más de la mitad de todo lo que ha pasado en este ejercicio por el puerto vigués.

Además, el penúltimo mes de 2020 ha sido el mejor noviembre de la historia en el movimiento de vehículos, con 66.873 unidades, un 43% más que en noviembre anterior. En este aumento tiene mucho que ver la excelente producción de PSA-Vigo y el acelerón de exportaciones al Reino Unido antes de que el 1 de enero entre en vigor, de forma efectiva, el “Brexit”.

En todo el mes se movieron, en conjunto, 500.158 toneladas, lo que sumado a los 1,2 millones de los tres meses anteriores, se concluye que desde agosto hasta ahora se concentra buena parte de la actividad portuaria del año, que vivió sus peores meses entre marzo y julio aproximadamente, con descensos que llegaron al 85% en algún sector y sin un solo pasajero de cruceros desde marzo.

A falta de los datos oficiales de diciembre, muy mal se tienen que dar las cosas para no cerrar 2020 por encima del balance de 2019, un listón ya igualado hace algunas semanas. La pesca fresca contribuye a esta mejoría con las 8.557 toneladas en noviembre, mientras que la fruta se reafirma como el “gran descubrimiento” del año. También crece el movimiento de madera, metales, pesca congelada, cemento o conservas.

Adjudicada la redacción del proyecto Peiraos do Solpor

La unión temporal de las consultoras Hidtma, Berenguer Ingenieros, y Eurofins Iproma será la encargada de redactar el proyecto definitivo de Peiraos do Solpor, con el que Vigo alcanzó renombre internacional al ganar el “Oscar” portuario. La Autoridad Portuaria ha resuelto el concurso de una iniciativa que coronará la escollera exterior de la terminal de vehículos de Bouzas con un entramado de jardines marinos como gancho central de un espacio de recreo y de concienciación medioambiental. Se pretenden instalar unas extensiones pilotadas sobre el agua y de madera de donde partan unas cuerdas “de batea”, solo que en lugar de sustentar cría de mejillón llevarán suspendidos unos módulos diseñados por los expertos universitarios generadores de vida marina. De esta forma se creará un muelle paseable y con varios observatorios submarinos. Así los visitantes podrán seguir la regeneración de los fondos marinos y el crecimiento de macroalgas por la acción de microarrecifes artificiales . Los muestreos realizados por la Universidad en los primeros microarrecifes que fondearon en la dársena de A Laxe para perfeccionar la estructura que mejor funcionaría en los jardines marinos de Bouzas avanzaban un potente efecto generador y rápido. Pero tras analizar con detalle los resultados en laboratorio por parte de los expertos Jesús Souza Troncoso, Mariano Lastra y Jesús López el departamento de Sostenibilidad de la Autoridad Portuaria pudo cuantificar la vida que puede surgir en los “Peiraos do Solpor”. De acuerdo a sus datos basado en los cálculos universitarios “se espera una colonización de más de 150 especies entre las estructuras artificiales fondeadas, las intermareales y submareales” alcanzando densidades en cada metro cuadrado superiores a los 100.000 individuos.