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Las clases en la era COVID: del caos inicial al notable ¿final?

Directores, padres y docentes dan su aprobado al cuestionado protocolo de Educación al término del primer trimestre de curso | Aprecian una mejoría en el rendimiento del alumnado por la bajada de la ratio y piden más recursos para clases telemáticas

Una clase de la ESO en el IES de Teis, con la debida distancia entre alumnos y todos con mascarillas MARTA G. BREA

Hoy comienzan las vacaciones de Navidad para miles de escolares de Vigo: recoger el boletín de notas, derramar alguna que otra lágrima, despedirse hasta enero de compañeros y profesores... Todo parecería normal –incluso inmeritorio– si no fuera porque a mes de septiembre, en el arranque del año escolar, esto semejaba una quimera. Entre la “descoordinación” a la que se retrotraen algunos y el “caos” que describen otros, muy pocos eran los miembros de la comunidad educativa que confiaban en que, tan solo tres meses después, llegarían a describir el presente curso como “normal”.

"Estamos muy satisfechos por la respuesta tanto de alumnos como de profesores”

Emilio González - IES Rosais 2

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La vuelta a las aulas tras más de medio año lectivo con clases telemáticas, obligó a la Xunta junto a los equipos directivos de colegios e institutos a diseñar protocolos y estrategias para garantizar la seguridad de los más de 37.000 escolares de Vigo: salidas y entradas escalonadas, grupos burbuja, bajar la ratio de alumnos por aula, desdoblar clases, aumentar profesorado, etc. “Ha sido un trimestre muy duro, muy difícil; asumimos competencias que jamás habíamos tenido. En nuestro centro se juntan a diario 550 personas; esperábamos cierres, que no hubo, esperábamos incumplimientos de las normas, que no hubo... Estamos muy satisfechos por la respuesta tanto de alumnos como de profesores”, explica Emilio González, director del IES Rosais 2, que también aplaude la “paciencia” de las familias. “Nos hubiera gustado darles mayor seguridad e información al principio”, amplía.

“El protocolo está funcionando pero esto tiene que ir sobre la marcha; no estamos libres de nada”

Míriam Soares - Jefa de estudios del CEIP García Barbón

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Desde el CEIP Balaídos, el docente Rubén Molinero destaca el “agotamiento” para profesores y escolares que supuso la entrada de la nueva normativa. “En septiembre veíamos imposible que saliese bien, era muy desalentador. Ahora la situación se ha normalizado, pero no podemos relajarnos”, narra. Por su parte, la jefa de estudios del CEIP García Barbón también apela a no bajar la guardia. “El protocolo está funcionando pero esto tiene que ir sobre la marcha; no estamos libres de nada”, aprecia Míriam Soares.

Esta situación también puso sobre la mesa deficiencias hasta entonces no preocupantes o incluso, inexistentes. Así lo explican Iria Prado y Adela Pintado, madres de alumnos del CEIP Otero Pedrayo. “Nos dimos cuenta de lo anticuados que estaban los centros, infraestructuras obsoletas que al intentar hacer obras o adecuar espacios, resultaba muy complicado”, cuentan.

Salida de los alumnos de Infantil del CEIP García Barbón.

La educación mixta –presencial y telemática– también fue un punto débil al inicio del curso pero que, poco a poco, se ha ido imponiendo y ganando adeptos. “Estaba claro que las clases telemáticas no terminarían con el COVID, llegaron para quedarse. El confinamiento nos sirvió como prueba, pero hacen falta todavía más medios. Los profesores por ejemplo han optado a muchos cursos de formación que han sido muy positivos”, explica Eva López, directora del IES Valadares. También desde el instituto de Teis, su homólogo aprueba este sistema semipresencial. “Nosotros funcionamos muy bien así. Hay también que destacar el trabajo del profesorado, tenían todo organizado para que si un alumno tenía que estar confinado pudiera seguir operativo”, añade Vilán.

Pese a que buena parte de los centros consultados coinciden en afirmar que la mayoría de su alumnado cuenta con recursos propios, también reconocen la existencia de una brecha digital. “Hay niños o familias que no tienen la capacidad de adaptarse a esta digitalización de forma tan rápida”, aprecia Molinero.

Metodología

Esto también obligó cambios y adaptaciones en la programación docente. “Trabajábamos mucho en grupos, éramos más activos y ahora todo es pasivo: sentados, trabajo individual; es como si hubiera un pequeño retroceso en la metodología”, lamenta Molinero, quien explica que estas alteraciones afectaron también a la oferta curricular. “Con las entradas y salidas escalonadas y los recreos hubo que cambiar los horarios. Por ejemplo, nosotros tuvimos que quitar la asignatura de Robótica para darle más horas a Lengua y Matemáticas. Por la contra, en el IES de Teis se optó por “limitar los proyectos que ya teníamos” en lugar de “renunciar” a ninguno. “El aspecto prioritario es el sanitario, pero no debe empañar a la educación”, sentencia Vilán.

¿Y el rendimiento académico? Son varios los directores y directoras que coinciden en que la bajada del ratio de alumnos por aula ha sido todo un acierto. “Las clases mejoraron muchísimo, al alumno que iba un poco más justo se le puede hacer un mayor control. Por ejemplo, nosotros pasamos de aulas de 33 a 20 escolares. También contamos con nuevo profesorado que ayudó en estas funciones; esperemos se mantengan estas medidas”, recoge el director del IES Castelao.

En el caso del IES de Teis o CEIP García Barbón retomaron su temario en conceptos del curso anterior. “Empezaron con un poco de atasco; se notaba el parón: había déficit de atención, les costaba pillar conceptos, pero al final logramos que el alumnado alcanzase los objetivos marcados para esta evaluación”, explica la jefa de estudios.

Un aspecto clave y también a tener muy en cuenta por todo el claustro fue la educación emocional. Tal y como recoge el orientador del IES Álvaro Cunqueiro, Hipólito Puente, en una serie de cuestionarios que realizó a los 400 alumnos de ESO, “el 53% muestra algún sentimiento negativo con respecto al COVID”. “Esto afecta a los estudios, claro, es inevitable. Muchos contaban con cuadros de ansiedad, tristeza, rehusaban hablar del tema, etc. ”, subraya Puente, quien también denotó el incremento de peticiones de ayuda por parte de alumno y también de padres. “La comunicación con ellos es más funcional e intensa que otros años”, aprecia. También la directora Eva López cuenta cómo en su instituto se apostó por un plan de apoyo emocional debido a los casos de “nervios” tanto en alumnos como en profesores. “Contamos con ayuda especializada de la Consellería que nos ayudó mucho”, revela.

Comedores y transporte

Al margen del ámbito educativo en sí, las anpas fueron también protagonistas de este arranque de curso, sobre todo con lo que respecta a los comedores. Así lo recuerda el presidente de FOANPAS, Miguel Álvarez. “El inicio fue un desastre absoluto; el protocolo de comedores tardó, no se nos escuchaba... La Xunta se dio cuenta tarde de lo que ocurría. Ahora mismo tenemos funcionando a todos los comedores, no estamos en el ratio ideal pero sí se están cumpliendo todas las medidas y estamos satisfechos”, explica Álvarez, que marca como deberes el tema de la ventilación en las aulas. “Hay que ponerse las pilas con esto”, apela.

En cuanto al transporte, uno de los centros con más líneas es, sin duda el de Valadares, con un total de 9 líneas. “Cada alumnos tiene agenciado su propio sitio siempre, mascarilla siempre puesta, gel al entrar y subir y por ahora, no hemos tenido ni un solo problema”, narra López.

Aunque todavía restan dos trimestres para terminar el curso, todo apunta a que habrá que convivir con estas medidas al menos otro año lectivo más. “Desde la Consellería ya se nos ha pedido un informe pa de cara al curso 21/22. Se trabaja con esta idea; esta nueva realidad ha venido para quedarse , explica el director del IES Rosais 2.

“Se optó por la semipresencialidad e igual lo ampliamos”

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  • Esteban Valverde

    Director del Conservatorio Superior de Música de Vigo

Costaba creer que iban a poder realizar los exámenes o todo tipo de ensayos a través de videoconferencias, pero ahora no hacen sino aplaudir este formato. En el Conservatorio Superior de Música de Vigo (CSM) optaron desde un principio de curso por el régimen de semipresencialidad: mientras una semana un grupo asistía a las clases en el propio centro de O Castro, la otra mitad lo hacía desde sus casas. El resultado ha sido tan bueno que no descartan ampliarlo. “El resultado está siendo muy bueno, muy positivo; para nosotros la situación está bastante normalizada; es cierto que sigue habiendo cosas que no podemos hacer como por ejemplo, cuando tenemos conciertos el público está muy limitado, pero en cambio lo emitimos por streaming”, relata su director y también profesor, Esteban Valverde. Las evaluaciones en este centro de formación musical es diferente al del resto de enseñanzas, ya que solo cuentan con dos cuatrimestres. Los exámenes, por lo tanto, empiezan entre los días 18 y 29 de enero. “Tenemos ya previstos TFE (Trabajo de Fin de Estudios), en total 55 y serán por videoconferencia. La situación nos obligó a innovar, a ir siempre sobre la marcha y con un plan B”, sostiene Valverde, quien confiesa que esperaba que la situación fuese peor. “Pensábamos, por ejemplo, que los Erasmus no tendríamos ninguno y al final fueron viniendo”, sentencia.

“No hubo incomodidades ni problemas de convivencia”

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  • Laura Torrado

    Directora de la Escuela Oficial de Idiomas de Vigo

Como el resto de enseñanzas regladas, la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Vigo concluye hoy sus clases por Navidad, y lo hace con la satisfacción, explica su directora Laura Torrado, de que el COVID no haya provocado “incomodidades” ni “problemas de convivencia” entre los cerca de 5.000 alumnos matriculados para este curso. “El balance, a pesar de la presión externa, ha sido bueno. Los alumnos incluso nos han felicitado por la organización; las normas se están cumpliendo y aunque hayamos tenido que cambiar el formato de dar las clases, la valoración es positiva”, cuenta Torrado. Reconoce que, al igual que para muchos otros directores o directoras, el habilitar las aulas a las exigencias del COVID ha sido un “desafío”. “Hubo que habilitar aulas y desdoblar otras; pero el cambio más importante fue el de la formación en educación mixta –presencial y telemática– así como el uso de las herramientas para este fin”, expone la directora de la EOI de Vigo. Aplaude también que la asistencia a las clases no se ha visto afectada e insta una mayor formación al profesorado en cuestiones digitales. “En nuestra formación habitual no abordamos esta temática y salta a la vista que hace falta”, argumenta Laura Torrado.

“La implicación del profesorado fue total y fundamental”

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  • Rubén Otero

    Director del CIFP Manuel Antonio

También con miedo y desconfianza iniciaron las clases los diferentes centros de Formación Profesional de Vigo. Su principal particularidad son las prácticas en empresas, máximo estandarte de este modelo educativo y formativo. Desde el CIFP Manuel Antonio, su director, Rubén Otero, señala que a pesar de lo complejo de la situación, supieron aplicar correctamente los protocolos. “Esperábamos muchos más contagios, había un temor inicial muy importante, pero al final el resultado ha sido favorable”, manifiesta Otero. El director del centro de FP de Vigo señala que buena parte de este éxito está en el profesorado y en su implicación. “Participaron del trabajo en el aula virtual, en las videoconferencias... Y esto sumado a que el alumnado respetó las normas, la situación no ha ido a más”, valora el director. Su único pero pasa, al igual que algunos pase, por las obras de adaptación de los centros. Y es que muchos no estaban preparados para lo que se les venía encima y mucho menos para el tiempo de respuesta. “Eran obras que tenían que estar para ya, y el acondicionamiento no es algo inmediato. Se necesitaba de mayor tiempo y asesoramiento”, contempla Otero. Una de las principales dificultades con las que se encontraron fue la disponibilidad de las empresas para que el alumnado realizase prácticas en sus instalaciones. Finalmente la mayoría pudo lograrlo no sin más de un inconveniente.

Un vuelta segura a las aulas: cribado al alumnado de IES 

La jefatura territorial aplaude la “inestimable” colaboración entre la comunidad educativa y Sanidade: “Fue clave al inicio de curso”

CEIP Pintor Laxeiro, CEIP García Barbón, IES Valadares... Y así hasta 47 centros educativos de la provincia que contaron durante los meses de verano con la visita de la jefatura territorial de Educación en Pontevedra. ¿El motivo? Comprobar in situ que el protocolo para la adaptación de los colegios e institutos al contexto COVID que acababa de lanzar la consellería –con la presencialidad como bandera– era el adecuado y funcionaría en todos ellos.

En un primer momento, no cayó con demasiada aprobación –prácticamente ninguna– entre la comunidad educativa, pero una vez la maquinaria entró en funcionamiento, ésta ha dado buenos resultados. La cifra de contagios en centros educativos de la urbe no ha sido excesivamente alta. A fecha de este pasado viernes, eran 184 los positivos contabilizados, así como un total de 13 aulas cerradas. “Se hizo bajo mucha responsabilidad y con profesionales que estuvieron trabajando durante todo el verano”, sostiene César Pérez Ares, jefe territorial.

  • César Pérez Ares

    Jefe territorial de Educación en Pontevedra

Esta responsabilidad se logró, amplía Pérez Ares, gracias a la colaboración “inestimable y fundamental” de los equipos directivos y las autoridades sanitarias. “Fue clave, estábamos ante una situación distinta, con incertidumbre y con miedo por parte de familias y docentes, pero se superó”, cuenta.

Uno de los quebraderos de cabeza que también trajo consigo este inicio de curso 2020/2021 fue el relativo a los comedores escolares. El protocolo de la Xunta no convenció a las diferentes anpas, que aplazaron la apertura de los que gestionaban, mientras los gestionados por Educación funcionaron desde el principio. A estas alturas, todos, excepto un caso particular, están operativos. “Había desconfianza, sí, pero se superó por la buena colaboración de la Consellería con las directivas de FOANPAS; que agradezco personalmente”, dice.

“Visitamos 47 centros para asegurarnos de que el protocolo funcionaría”

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El reto que tendrá a partir de ahora la Jefatura será la vuelta ene enero a las aulas, pero el plan ya está definido: se realizará un cribado entre el alumnado de IES, principalmente los que cuentan con Bachillerato, en Vigo. “La idea a la vuelta de vacaciones por parte del Sergas y la nuestra es hacer un cribado masivo en los IES de Vigo, tanto en lo público como en los concertados. Mantendremos una reunión con la delegada de Pontevedra y la de Vigo y las dos gerentes de las áreas sanitarias para retomar nuevamente los cribados ”, razona Pérez Ares.

A este respecto, el jefe territorial deja también constancia del trabajo de las gerencias de las áreas sanitarias, tanto Vigo como Pontevedra, en cuánto a los escolares. “Se ha hecho una gran labor de prevención y el diálogo con el Sergas siempre ha sido muy fluido”, concluye.

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