Es la opción todavía mayoritaria para las familias viguesas, aunque en el último curso perdió un número llamativo de matrículas. La educación concertada sigue imponiéndose como el modelo educativo más solicitado tanto en Educación Infantil, Primaria y ESO, con 18.954 alumnos frente a los 18.239 que cursan en los diferentes centros públicos de la urbe. Esa cifra de casi 19.000 estudiantes de la concertada supone un descenso con respecto al año anterior cuando en estas mismas etapas educativas aglutinaba 19.353 estudiantes.

Estos datos ponen de manifiesto tanto una estabilidad de la educación pública, con ratios muy similares año tras año (en 2019 el número de alumnos matriculados era de 18.263, contando también con Bachillerato) como el retroceso de la subvencionada, con exactamente 399 alumnos menos que el curso pasado. De igual modo, la brecha entre ambas titularidades es más que notable. ¿El motivo? La ubicación y la actual zonificación escolar marcan la realidad de buena parte de los CEIP e IES .

Basta con tomar como ejemplo al alumnado del barrio de Navia, el que aglutina mayor número de población joven, que una vez concluyan sus estudios de Primaria tienen que desplazarse a más de 10 kilómetros para poder cursar Secundaria. Y esto es por falta de centros públicos. Por contra, la mayoría de los CPR de la ciudad cuentan con todas las etapas educativas, por lo que los niños y niñas pueden cursar desde el 2º ciclo de Infantil hasta 4º de la ESO. A este respecto hay que indicar que la Xunta de Galicia anunció un nuevo instituto en uno de los edificios judiciales que quedarán vacíos con su traslado al antiguo Xeral, por tanto el entorno de Plaza América contaría con un tercer IES que daría oxígeno a los saturados San Tomé y Santa Irene.

Otro ejemplo se encuentra en el casco urbano, teniendo los concertados una mayor presencia en los principales núcleos de la ciudad.

Un centenar de familias contra la Ley Celaá en Vigo

Un centenar de familias contra la Ley Celaá en Vigo Marta G. Brea

“Solo defendemos la pluralidad educativa”

Más de un centenar de vehículos se volvieron a dar cita casi un mes después en el entorno de Samil para exigir dar marcha atrás a la tramitación de la LOMLOE, la nueva Ley de Educación, más conocida como la Ley Celaá, que si nada lo remedia recibirá su aprobación definitiva el día 23. Familias, anpas y profesionales de centros concertados o de educación especial reivindicaron su “derecho” a poder elegir la formación y educación que ellos decidan para sus hijos. “No pedimos ni más ni menos para la concertada, sino que las tres modalidades, pública, concertada y privada, puedan convivir de la misma manera”, reivindicaba uno de los portavoces de la organización convocante, Miguel Areses. En el acto, los representantes de las diferentes plataformas contra la Ley Celaá piden ser “escuchados” ya que “solo defendemos la pluralidad escolar”. “Defendemos la libertad y un modelo plural educativo. Sin diálogo y en medio de un pandemia mundial, introducir esta ley se hará desde la oposición; ni son las formas ni es el momento”, añadieron los portavoces, que insistieron en poder garantizar la “realidad” de los tres modelos educativos.