“La pandemia y la crisis económica asociada”. Es la razón que esgrimen las asociaciones del sector para explicar el notable descenso de matriculaciones registrado en España ese año y que en la ciudad de Vigo se puede cifrar en un 23% menos que el pasado año. Cuando la industria del automóvil comenzaba a asomar la cabeza después de años de depresión, el COVID vuelve a poner la puntilla en la venta de turismos, que se verá agravada a partir del próximo mes por la subida del Impuesto de Matriculación debido a la entrada en vigor de la normativa europea WLTP, que supone una nueva manera de medir las emisiones de CO2.
Según el análisis realizado mes a mes por el Instituto Galego de Estatística (IGE), con los datos provisionales de la Dirección General de Tráfico (DGT), la media mensual de matriculaciones de turismos en Vigo este año es de 377 ventas cada treinta días, lo que devuelve al sector a niveles de hace una década, tras un descenso del 23% con respecto a 2019. El techo de los registros se mantiene en 2003, con casi 850 matriculaciones al mes, y el punto más bajo se alcanzó en 2013, con apenas 330. A partir de ahí comenzó una ligera recuperación cada año que llevó a que 2019 se cerrara con 5.905 turismos inscritos, casi 500 al mes. Pero 20200 golpeó de nuevo al sector, que en la etapa de confinamiento total (de marzo a junio), apenas vendió 214 turismos mensuales, con abril como el periodo peor de la historia. Solo 15 operaciones en la categoría de turismos, cuatro en la de camiones y furgonetas y tres en la de motocicletas.
Igual o peor están otras categorías de automóviles, en especial el de los autobuses. Los datos provisionales de la DGT que analiza el IGE constatan que en todo el año solo se matriculó un vehículo de este tipo, y fue hace tiempo, en febrero. Desde entonces, nada de nada. En cuanto a camiones y furgonetas, lejos está la época en la que se vendían en la ciudad más de mil unidades al año. Las cifras actuales apuntan a una media mensual de 41 vehículos de este tipo, un 24% menos que un año antes.
En el otro lado de la moneda se sitúan las motocicletas, que parecen resistir mejor el parón del coronavirus. De hecho, hasta noviembre se alcanzaba una media mensual de 116 matriculaciones, muy cerca de las 119 de 2019 y por encima de las 106 operaciones mensuales del ejercicio anterior.
