El COVID sigue engordando su factura para las administraciones públicas. La Junta de Gobierno Local acaba de dar su visto bueno a la inyección de casi 2,2 millones de euros a Vitrasa para reequilibrar la concesión por el impacto de la pandemia. El objetivo es compensar a la compañía, encargada de gestionar y operar el bus urbano de Vigo, por las alteraciones que sufrió su servicio entre el 16 de marzo y 14 de junio –el período durante el que se mantuvieron restricciones en el servicio y que coincide con el primer estado de alarma–, meses marcados por el confinamiento, las limitaciones de aforo en los autocares y el recorte de servicios.
En concreto, los técnicos municipales reconocen la “imposibilidad parcial” en la ejecución del servicio durante esos tres meses como consecuencia de las medidas de control adoptadas para atajar la expansión del virus, lo que lleva a indemnizar a Vitrasa con 2,19 millones. Desde Praza do Rei apuntan que el reequilibrio aparece previsto en la ley de medidas COVID.
La inyección de recursos es inferior, en cualquier caso, a la que reclama la propia Vitrasa, que argumenta que los efectos de la crisis generada por el coronavirus van más allá de junio. La empresa demanda una compensación del desequilibrio al menos hasta octubre, lo que eleva su cuantía a 8,24 millones de euros. “El período debe abarcar toda la duración de la situación generada por la crisis del COVID y no solo durante el tiempo que estuvo vigente en la Comunidad Autónoma de Galicia el estado de alarma declarado mediante Real Decreto del 14 de marzo”, señala.
La inyección de recursos es inferior, en cualquier caso, a la que reclama la propia Vitrasa
La concesionaria recalca su derecho a una compensación por “la pérdida real de ingresos y el incremento de costes soportado desde el mes de marzo hasta octubre”. “Todo sin perjuicio de que Vitrasa se reserva el derecho a reclamar el abono de las cantidades que correspondan para compensar el desequilibrio que se siga produciendo desde octubre hasta que finalice la situación creada por el COVID”, anota la empresa. La Junta de Gobierno Local ha desestimado sin embargo sus alegaciones.
La crisis sanitaria llevó a limitar de forma considerable el servicio que prestaba la compañía. A finales de marzo se acordó reducirlo en un 50% y limitar el aforo máximo en los buses al 30%. Las medidas se replantearon en mayo y junio, mes en que la Junta de Gobierno Local acordó comunicar a la concesionaria “el fin de la suspensión parcial” del servicio y su “reanudación total” el día 15. En mayo, agosto, septiembre y octubre la compañía solicitó compensación por “pérdida de los ingresos reales” desde marzo.
En abril la pérdida de viajeros llegó a rozar al 91%, en mayo se quedó a las puertas del 89% y en junio –al igual que en marzo– rondó entre el 50 y 60%, lo que afectó de forma considerable a la empresa, que se sustenta principalmente mediante los pagos de los pasajeros. En abril, por ejemplo, sostiene que los ingresos pasaron de los 2,19 millones de 2019 a solo 287.100 euros. La compensación que reclama para ese mes ronda 1,4 millones.
Desde Praza do Rei se alega sin embargo que los acuerdos de la administración local que limitaban la prestación del servicio se extendieron únicamente de marzo a mediados de junio. Los técnicos no se pronuncia sobre si la empresa tiene o no derecho a pedir una compensación que vaya más allá de mediados de junio –“deben ser objeto de estudio”, deslizan–, pero sí aclaran que no están amparadas por la Ley de medidas extraordinarias por el impacto económico del COVID.
Comité de empresa
CIG denunció hace días que Vitrasa trasladó a sus empleados que no cobrarían la paga extra de diciembre por la cantidad adeudada por el Concello. Ayer el comité de empresa apuntaba que la dirección de la compañía le ha trasladado que el problema ya “está en proceso de solución”. “Confirmó que el pago por parte del Concello estaría aprobado”, detallaba la organización. El comité avanza en cualquier caso que barajará “medidas de presión” hasta que no se garantice el cobro: “No se descarta incluso una convocatoria de huelga”.
